Seducida por Poseidón

Capítulo XXXI. El pasado de Medusa.

Rayco.

Aún estaba rabiando mientras salía de la limusina, la verdad que poner nerviosa a Medusa, se está volviendo mi actividad favorita, hasta me enfadé cuando la llamada de mi asistente legal nos interrumpió. Pero al saber por lo que había sido, mi ira cambio de dirección.

No sé quién había hecho a mis "suegros" tan prepotentes, para pensar que ir en contra de mi familia, les podía librara de mi castigo. Pero al parecer así era. Sabía que en su locura mis "suegros", no había medido con quien se había metido, em ningún momento, ni mi familia ni yo habíamos aclarado quien éramos, y que muros estaban tratando de saltar. Que mi suegra se hubiera presentado en mi boda para exigirle a su hija, y a mí, que liberamos a su marido, lo aclaraba todo.

El asistente legal en la llamada que interrumpió un momento interesante entre mi esposa y yo, al parecer el padre de Rihanna era de quienes no se dejaban vencer con facilidad, y había recurrido a sus contactos como militar, para salir de la cárcel, un alto cargo de la OTAN llamó al fiscal general de Turku para avisarle, que en buenas relaciones internacionales debía liberar a mi suegro, lo notificó al abogado contratado, y ahora, en veinte minutos, mi suegro sería liberado.

Una vez subido en el otro coche que era donde iban los escoltas, llamé a mi asistente.

- "Ponme al día. ¿Cómo va la cita que te pedí? Tiene que ocurrir antes que sea liberado, no permitiré, que ese hombre ni su mujer vuelvan a molestar a mi familia."- le pregunté.

- "Los se señor, no se preocupe, el abogado que contratamos, aunque no pudo parar las influencias del padre por medio de sus contactos en la OTAN, actuó rápidamente, y aunque lo liberaran consiguió que se le ejecutara un acta de expulsión de país, se le ha rescindido el visado. A su mujer, al no haber cometido ningún delito, también al ser de origen finlandés, no se le pudo expulsar, pero, a su marido, por el contrario, y al no haber, ninguno de los dos, tramitado la doble nacionalidad por matrimonio, se le ha ejecutado un acta de expulsión inmediata. Su mujer es una total seguidora de su marido, tras liberarlo se le acompañara al aeropuerto, para que abandone el país, en el primer vuelo a Estados Unidos, sospecho que ella lo acompañara, no se va a quedar en este país, sin su marido."- me dijo mi asistente legal.

- "Quiero estar allí cuando sea expulsado, que él me vea, en todo momento, tanto el cómo su esposa."- le dije mientras me dirigía al despacho de abogado que habíamos contratado, para que llevara este caso, el mejor del país.

- "Se lo comunicaré a nuestro abogado señor, de hecho, cuando usted llegue a su despacho de seguro tiene todo ya listo, para que ambos vayan a comisaria para la liberación del padre de su esposa, y su acompañamiento al aeropuerto."- me confirmo mi asistente.

Al parecer hoy tendría un último enfrentamiento con mis suegros, y pretendía que este fuera el último, tras aclararles con quien se habían metido, pensaba, advertirles, que no quería que se acercaran nunca más ni a mis hijos ni a mi esposa, si no querían que mi castigo fuera más severo.

Ya en el despacho de abogado, pueda ponerme al día de la jugada que había hecho mi suegro para poder liberarse. Al parecer su mujer había llamado a todos los antiguos jefes su marido, uno de ellos se había puesto en contacto con un alto cargo, y este, habían hecho influencias para que fuera liberado, llamando a uno de los responsables del ejército norteamericano, en la OTAN, que despertó al fiscal general, a aquí en Turku.

Al parecer mi suegro es un buen adversario, pero aún le queda mucho par enfrentase a mí, o por lo menos tener el poder de dañarme. Y eso era algo que iba a aprender esta noche, antes de que amaneciera.

Cuando la puerta de la comisaría se abrió, yo ya me encontraba me encontraba en el coche observando como dos policías, acompañaban al coche patrulla a mi suegro, junto a ellos, la madre de Rihanna protestaba enérgicamente, por el tratado que le daban su marido. También estaban presentes, el abogado defensor que mi suegra había contratado, tratando de calmarla, un representante de la fiscalía, y lógicamente nuestro abogado. Yo miraba la escena desde el coche con los cristales oscuros.

- "Señor, mientras estaba en el despacho de abogados, nos llegó la información que ha solicitado sobre los padres de la señora, aquí lo tiene."- me dijo mi jefe de seguridad entregándome una tablet.

Mientras leía la información que allí ponía más me enfadaba, ¿Qué clase de padres son mis suegros, que son capaces de despreciar un hijo sobre otro? Al parecer la niñez y a la adolescencia de mi mujer no fue nada facial, al leer esta información, comenzaba a comprender porque medusa era así, una persona que le costaba confiar en las personas, en especial en aquellas que querían imponérsele, esa actitud retadora, no era algo que ella, hubiera cultivado, más bien es una respuesta de supervivencia.

Mientras intentaba digerir lo que leía, donde se hablaban de desatenciones paternas, presencias entre hijos, y acusaciones, atribuciones de responsabilidades que no eran propias para una niña de esa edad, más ganas tenía de enfrentarme a esos dos que ni tenía el derecho a llamarse padres.

Me vi tan reflejado en lo que leía de la infancia de Medusa, que mis propios demonios comenzaron a manifestarse, aunque tenía que ser sincero, esa mujer, mi esposa, lo había pasado mucho peor, yo al menos tuve un padre que compensó la dejadez materna, por lo menos hasta su muerte, en cambio Rihanna sólo tuvo de su lado a su hermano, y no durante mucho tiempo.

Y finalmente su abuela, Helen Goodman, apareció, cuando fue expulsada de la casa paterna, al quedarse embazada, su gran salvadora. Por lo que supe, por el abogado de Rihanna, su abuela era una mujer fuerte, que se enfrentó a su hija, por proteger a su nieta, dejando todo tan sujeto que ninguno de esos seres inmundos, pudieran volver hacer daño a su nieta, desde hacerles renunciar a ella, y a su hijo no nacido, a sujetar muy bien la herencia de mi esposa.

Entre sus logros estaba que obligo a su nieta a volver a estudiar, mientras ella ayudaba a criara a su bisnieto, quería que se preparase para la vida, y, sobre todo, era al responsable que esa mujer no diera una batalla por pedida. Según el abogado, la abuela de Medusa se describía a sí misma como una Valkiria moderna. Al oir esa descripción me hizo sonreír, porque literalmente me describió a su nieta, al parecer esa Gorgona Guerrea había heredado mucho de su querida abuela.

Finalmente, en la última parte del informa, había que yo no había pedido, algo que me alarmó y me puso en guardia, un anexo, una información que estaba seguro de que ni Medusa sabía, y que su abuela, por protegerla, le había escondido muy bien. Mientras lo leía, mi odio por esos despojos de la sociedad aumentó.

Decidí solucionar esto en su momento, mientras mantendría vigilados muy de cerca a esos, tanto que no podrían dar un paso sin yo saberlo. Volví a releer el anexo por si se me había pasado algo. Aún no podía creer que unos padres fueran capaces de esto.