Narrador.
Han pasado cuatro meses desde la última vez, que Medusa, tuvo contacto con su padre, y hasta ahora no se ha podido localizar a Nayra Vieira, una calma tensa ha rodeado tanto a los Bencomo, los Sinclair, como a los Vieira. El saber que esa mujer está libre, escondida en algún lado, planeando no se sabe que atrocidad, es lo que tienes preocupados, principalmente a los reyes Carlos, y Diane, pero sobre todo a Rayco, ya que es el único que sabe de los que es capaz, la mujer que lo trajo al mundo.
Por lo general, muchas cosas han cambiado, y otras siguen igual, Andrómeda y Perseo descubrieron, hace casi cuatro meses, que serán padres de un varón, el primero con el apellido Bencomo, algo que está contento a Carlos Bencomo, aunque adoraba a sus nietos y nietas sin excepción. Esto supuso, un alivio, para Ruyman, que después de ser el tío más proteccionista con sus sobrinas, y la próxima que vendría de su mejor amigo, y hermano adoptivo, Rayco Vieira, deseaba relajarse como padre. Un varón, desde luego, que sería todo un relax, por ahora, lo mismo la próxima vez, no tendría tanta suerte, ya que Andrómeda ya le había avisado, que deseaba una familia grande.
Cuidaría a su hijo desde luego, lo protegería de todos y de todo, pero, se sentía aliviado, ya que no estaría sujeto a tener que vigilar, o asesinar, a cada hombre que, en el futuro, se acercaran a su hija, tal como lo tendría que hacer su hermano Benearo, con las gemelas Madey y Megan, su cuñado Duff con Ithaysa, o su mejor amigo y hermano adoptivo Rayco, con su hija no nacida.
Aunque en esto seguro él hombre montaña, su cuñado, tenía ventaja sobre sus dos hermanos, ya que no tendría problemas con ejercer ese control, con tan sólo su presencia, ya saldrían corriendo los posibles mosquitos molestos, como llamaban los gemelos del terror a todos aquellos hombres con poco aprecio por su vida, que deseaban acercarse a cualquiera de las herederas Bencomo, Vieira o Sinclair.
Por su parte, Benearo Bencomo ya planeaba, como disfrutar de su sobrino, que junto, con los segundos gemelos del terror, orgullo de los primeros, los peligrosos hermanos Ancor y Airam Sinclair, hijos de Cathaysa y del atractivo escoces, Duff Sinclair, pretendían que se convirtieran en cierta forma en el castigo de todos aquellos, que sea acercaran a las herederas, en especial sus incontrolables hijas, que habían sacado, no sólo el genio de su madre, donde no se callaban nada, y que encima iba de forma sistemática, en contra de todo lo que él les decía, sino que también, había heredado la forma de ser independiente de su tía Cathaysa, una mescla que, para su tranquilidad mental, no eran nada bueno, lo estaban volviendo loco, y apenas habían cumplido cinco años, con quince habrían acabado con su vida.
Cathaysa Sinclair, cada día se preguntaba si la venganza de sus hermanos, por cada una de las que les hizo de pequeña, había sido tortura, sino no entendía por qué, como karma, había tenido a dos copias exactas de sus dos terroristas hermanos mayores, como hijos, esos dos podía acabar con la paciencia de un santo. Gracias a dios, su esposo, era un experto en controlar a sus hijos. Con una simple mirada severa, esos dos reculaban rápido, pero para desgracia de ellos, y alivio de su madre, esos dos tenían un talón de Aquiles, una preciosa niña pelirroja, con los ojos verdes de su madre, llamada Skye. A primera vista, era un niña dulce, pero en el fondo era la más peligrosa de los tres, tenía más de una forma de salirse con la suya, ni su padre, el perfecto estratega, podía con ella, esa sí que era la verdadera aliada de su madre, aprendió rápidamente los trucos necesarios, muchos de ellos, usados por su madre en su niñez, para castigar a sus hermanos, aunque estos no hicieran hecho nada, simplemente por diversión, esa pequeña, sólo podía ser controlada por una persona, su madre, ya que su encanto, no tenía poder sobre ella, de resto, cada hombre de la familia, de una u otra forma, terminado cayendo, y se convertían en sus malditos esclavos. Y ese era el mayor temor de su padre, para el futuro, esa niña daría más de un problema.
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Seducida por Poseidón
RomansaRihanna Morris, alias Medusa, ha luchado durante toda su vida por proteger a su abuela y a su gran secreto. Un secreto que surgió a raíz de un error que cometió a los 15 años. Un secreto que es su vida, pero que, por protegerlo, no desea que se con...