21. ASGABAR II

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Seguimos en el bar. El ambiente esta de lo mejor, el compañero de baile no digamos... ¿por qué irnos tan rápido?

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Al cabo de unos minutos, llegaron a la mesa dos cubetazos más de cerveza y dos sangrías.

- No hemos pedido nada- dijo uno de los amigos de Miranda.

- Yo lo pedí. Yo invito- dijo Luis Felipe.

- Buena onda vos. Gracias -

Sonó ¨La Bachata¨ de Manuel Turizo. Luis Felipe se levantó - Es hora - dijo muy serio

- Lo sé - respondió Miranda poniéndose de pie.

- ¿Qué pasó? - preguntó Lexi preocupada

Ambos rieron y Miranda la tranquilizó
- Nada amiga, solo vamos a bailar -

- Aaaayyy par de payasos, me asustaron -

Luis Felipe tomó la mano de Miranda y caminó frente a ella sin soltarla hasta que llegaron a un espacio libre para bailar.

Vamos a aprender unos giros nuevos - le mostraba despacio como hacerlo y ella bailó con soltura sin ninguna dificultad. El la observaba alzando una ceja. Cuando la espalda de Luis Felipe estaba mojada de sudor, regresaron a la mesa para refrescarse.

- Pues no te costó nada la bachata hoy - comentó Luis Felipe con tono inquisitivo, observándola sonriente.

- Confirmo que tengo un buen maestro - dijo ella bebiendo de su copa, sintiendo culpa por no decirle la verdad.

Luis Felipe regresó a la mesa con sus amigos y desde ahí observó como uno de los amigos de Miranda se paró y la tomó de la mano.

Ella se resistía, pero el insistió y fueron a la pista de baile. El la abrazó de inmediato y Miranda tenía una expresión como de resignación combinada con incomodidad.

Luis Felipe no quitaba la vista de ellos mientras esperaba que le entregaran su pedido en la barra.

- Si te acercas mucho, la vas a alejar - aconsejó Bob chocando las botellas y regresando a la mesa.
Luis Felipe frunció el ceño sin comprender.

Terminó la canción y Miranda empezó a caminar de regreso a la mesa, cuando desvió su mirada hacia la barra vio a Luis Felipe y sonrió, pero él estaba serio.

- ¿Todo bien? - preguntó llegando a su lado.

- Si. ¿Por qué? - dijo con media sonrisa.

Negando con la cabeza desestimó la situación.

- Ya me voy, voy a llamar un Uber porque me da miedito caminar al edificio - dijo buscando el teléfono en su bolsa.

- No. Vamos yo voy contigo -

Miranda le aviso a Lexi, se despidió de todos y se fue con Luis Felipe caminando. Platicaron de todo un poco y ella se tropezó por lo que Luis Felipe ofreció su brazo y se fueron así la mayor parte del camino.

Miranda sentía una sensación de seguridad con Luis Felipe. Él era un hombre fuerte, atractivo y muchas cosas más que prefirió sacar de su mente porque no tenía sentido ir por ese camino. Disfrutó de la conversación y del clima fresco de la noche.

Luis Felipe preguntó cuando iban en el ascensor - Este chavo con el que bailaste ¿qué ondas contigo? -

- ¿Qué ondas de qué? - preguntó Miranda inocentemente.

El rio como -en serio crees que no me doy cuenta de que el pobre hombre está babeando por ti-

- Es un buen amigo - respondió ella comprendiendo su mirada.

- No parecía tener intenciones de amigo contigo -

- Es un buen chavo, es solo que le cuesta aceptar que solo podemos ser amigos-

- ¿Te puedo preguntar por qué? -

- Simplemente no tengo intereses románticos con él -

- ¿No? -

- ¡No! -

- Pobre -

- ¿Por qué pobre? -

- No es lo mismo estar solo, que estar solo enamorado, diría Manuel Turizo -

- Ay no digas eso, me hace sentir tan mal no poder corresponderle -

¿Y a quién si le corresponderías? ¿Cuál es tu tipo de hombre? -

A Steve Rogers o Thor por ejemplo. A ellos no les negaría nada - confirmó sonriendo y elevando las cejas sugestivamente.

Luis Felipe hizo la cara de - ya en serio -

Miranda viendo su reloj y abriendo la puerta dijo - aun podemos tener una corta conversación al respecto. -Volviéndose muy seria agregó - pero vas a tener que responder también.

Entrado en su apartamento ella le ofreció - ¿te gustaría un café?-

- Mejor te acepto algo más fuerte-

Se encontraban cada uno frente al otro en el desayunador con su respectiva bebida.

- Bueno pues yo ya pregunté - dijo Luis Felipe

- ¿Mi tipo de hombre? - muy segura y seria respondió - El que me ame hasta la medula ósea-

- ¿Y este hombre no te debería gustar ni un poquito? -

-Verás Luis Fe, a estas alturas de la vida, he comprendido, ¡por la mala! - dijo haciendo enfasis-  que la apariencia física no tiene ningún valor en la relación de una pareja -

La vio muy sonriente - ¿qué? - preguntó ella

- Me dijiste Luis Fe - dijo sin poder quitar la sonrisa boba de su rostro - Nadie me dice así.

Miranda sonrió.

- Pero bueno......un poquito te tiene que gustar o atraer - insistió el

Sonriendo respondió - Si algún día vuelvo a amar a alguien, quiero que me pase al revés, me quiero enamorar y luego quiero ver a ese hombre guapo porque lo amo -

- ¿Si algún día volves a amar?-

- Eso es tema de otro día. ¡Ah! Voy a agregar que mejor si es un hombre divorciado y con hijos pequeños. Ahora es mi turno -

- ¡Tiempo, tiempo, tiempo! ¿Por qué tiene que ser un hombre divorciado y con hijos pequeños? - preguntó con el ceño muy fruncido

- Lo ideal sería viudo y con hijos pequeños, pero me da pena pedir eso porque supone el sufrimiento del pobre hombre, así que mejor divorciado o soltero, pero con hijos -

- Si, pero ¿Por qué? -

- Va de la mano con el tema que trataremos algún otro día - luego de una pausa.  El la observa con intensidad y ella sintió como si el estaba intentando ver a través de ella.

Lo observó de vuelta un momento pensando cuántas habían sucumbido a esos ojos seductores.  Muchas seguramente, pero cuántas veces habría caído el en las redes de alguien, casi sin pensarlo preguntó

- ¿Cuantas veces te has enamorado?

Muy pensativo Luis Felipe empezó a contar con los dedos de las manos y se estaba tardando mucho en contar y calcular-

- Ay no es cierto, decí la verdad- pidió divertida

Remiéndame el almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora