Remiéndame el alma

25. Lobo con piel de oveja

Temprano al día siguiente, llegó Ernesto. Pasaron casi todo el día viendo el tema de la página. Miranda preparó una comida sencilla pero deliciosa.

Dedicaron algún tiempo al tema de las redes sociales, abrieron una cuenta en FB, TikTok e IG. Ella ya tenía contenido que compartir sobre un montón de temas, pero escogió la disciplina positiva. Ernesto le ayudó a editar algunos reels para publicar. El día fue bastante productivo.

En la noche Miranda ya tenía un número de seguidores increíble para el corto tiempo que tenia de haber publicado sus cuentas.

Trabajó gran parte de la mañana del domingo preparando el contenido de sus redes y pagina web. Se arregló muy bien porque Ernesto llegaría a grabar unos reels de consejos para padres y enseñarle como editarlos.

Utilizaron el mural que ella había pintado en el colegio como fondo para hacer una de las grabaciones.

Las otras dos fueron en un aula y en el jardín. Quedaron muy profesionales, y aún más cuando Ernesto las editó y colocaron texto. Subieron una, Miranda subiría las demás en los próximos días para mantener su cuenta muy activa.

- Avanzamos un montón hoy. Pero ya tengo mucha hambre. No soy el mismo cuando tengo hambre - bromeó Ernesto.

- Te ofrezco un Snickers - siguió la broma.

Riendo él dijo - ¡vamos! Yo invito la cena -

Llegaron a un restaurante elegante - ¿Aquí? - preguntó Miranda sorprendida

El asintió mientras pedía mesa para dos

- Ernesto, no estoy arreglada para este restaurante - susurró mortificada

El la observó un momento con cara de ¨¿de qué estás hablando?¨ - Hoy cuando llegué y te vi, lo único que podía pensar era en invitarte a salir a un lugar así. Estas tan bonita que sería un desperdicio ir a otro lugar -

- Síganme por favor - les pidió la anfitriona.

Ernesto hizo ademán para que Miranda pasará, lo cual agradeció para que no viera su cara de mortificación.

Miranda ya no se sentía cómoda con Ernesto, pensar que el podía tener un interes en ella  la ponía en automático detrás de su muralla. Pero, ante todo, su educación.
Ernesto le había ayudado mucho, lo menos que podía hacer es ser amable y de aquí en adelante poner más distancia.

De regreso al edificio, antes de subir el ascensor Ernesto le preguntó - ¿Cuándo terminamos lo de la página?-

A ella no le hizo nada de gracia ahora pensar en estar sola con el - Voy a preguntarle a Lexi cuando puede para que lo veamos juntos. Su opinión es muy importante también -

- ¿Entonces ya no vamos a reunirnos nosotros dos? - preguntó Ernesto invadiendo su espacio vital.

- Si, con Lexi, la directora - dijo ella dando un paso atrás topándose con el espejo del ascensor. El no dejó de acercarse - ¿Ernesto? - dijo viéndolo a los ojos preocupada. Esa mirada lujuriosa no le gustaba - ¿Qué estás haciendo? -

- Es que, si no nos vamos a ver solos, no vamos a tener oportunidad de.... - dijo posando sus labios sobre los de ella.

Lo empujó con fuerza, pero no pudo hacer mucho ante un hombre corpulento.