6. Hasta en la sopa

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- ¿Alguien aquí necesita un violinista? - dijo irónicamente

¡Tiene que ser un chiste! Luis Felipe estaba ahí parado con una sonrisa burlona y con el estuche del violín en la mano. Miranda tendría que hacer una nota mental: preguntar siempre el nombre de las personas.

-Si. Gracias - Dijo Miranda tragándose las palabras que tenía pensadas. Presentó a Luis Felipe con los otros muchachos quienes empezaron a hablar sobre las partituras, se las compartieron a él por WhatsApp y analizándolas confirmó - si puedo hacerlo, nunca he tocado en una Misa, pero no lo veo difícil. Además, con esto saldo de una vez por todas la deuda que tengo - y viendo a Miranda con fastidio agregó - y hasta me van a quedar a deber -

Ella entrecerró los ojos y se tragó cualquier comentario, no podía arriesgarse en esta situación. Bien dicen que la necesidad tiene cara de chucho, y en este caso de chucho rabioso.

Ensayaron las melodías y cuando ese tema estuvo cubierto Luis Felipe preguntó - Y ¿hay cantante o solo es la música? -

-Vamos desde el inicio, - ordenó Miranda - Pedrito lleva el compás ¿verdad? - Pedro asintió e iniciaron con las canciones.

Cuando Miranda empezó a cantar, Luis Felipe tocó varias notas desafinadas. La veía fijamente con una ceja levantada y la mandíbula bastante floja.
Esos efectos solo se logran en él cuando algo lo sorprende y vaya que la voz de Miradas lo había sorprendido.

¿Por qué nunca había oido hablar de ella o por qué no era famosa?  Con esa voz debería ser una estrella.

-Maaaano, ¡ya lo tenías! -le dijo Pedro.

-Si. Si perdón. No va a volver a pasar, no te preocupés. -

Iniciaron de nuevo y lograron llegar hasta el final del ensayo con una sensación de complacencia. Lo habían hecho bien. Luis Felipe tocaba espléndidamente (para que lo vamos a negar) y no le había costado nada adaptarse a esas melodías religiosas.

- La educación ante todo - pensó Miranda; cortésmente y un tanto hipócrita le agradeció.

*****

El sábado por la tarde, luego de revisar las gabachas, las playeras y los stickers del preescolar, Miranda preparó un termo con café y el libro que estaba leyendo sobre disciplina positiva para llegar afuera al jardín y disfrutar de la tarde.

Llegó y se acomodó. Notó que abajo en el salón había movimiento y decoraciones. Estaban probando el sonido de música y entraba y salía gente.

Miranda perdía la noción del tiempo cuando se ponía a leer. Al cabo de algunas horas, empezaron a llegar los que ella creía eran los invitados, porque llevaban regalos y estaban vestidos semi formal.

Inmersa en su lectura, sintió una presencia al lado de la silla en donde ella estaba.

- ¡¡¡¿¿Miranda Rincón??!!! -chilló una mujer y Miranda levantó la vista- ay no puede ser. ¡¡¡Si sos tú!!!-

- ¡Claudette!- dijo Miranda fingiendo todo el entusiasmo que pudo. Era una compañera del colegio con la que no había tenido muy buena relación. Era algo conflictiva pero Miranda esperaba que ya hubiera cambiado.

- ¡¡¡Aaaaayyy que gusto de veeeeeerte!!!- Dijo Claudette casi gritando

Miranda se levantó para saludarla y se dieron un abrazo. - ¿Como has estado?, ¿qué es de tu vida? ¿¿Queee te pasoooooó?? - Dijo observando ambos inmovilizadores.

- Metí la pata y un poco la mano - respondió ella, no queriendo dar detalles del asunto.

Ambas rieron y Miranda preguntó por cortesía porque realmente no le interesaba - ¿y tu cómo has estado?-

- Puuuuessss, me gradué de diseñadora de modas en Italia y regresé para montar un negocio. ¿¿Y tú, qué haces aquí??

- Aquí vivo- dijo sonriente-

- ¡¡¡¿¿En serio??!!! Mira que coincidencia, aquí vive mi futuro esposo. -

- ¿Asiiii? No conozco a muchas personas aquí en el edificio, me mudé hace poco y con esto - dijo señalando la bota - no he podido salir.

- Ah pues mirá, veníte conmigo y aprovecho para presentártelo, es uno de los solteros más codiciados y acaudalados, pero ya me falta poco para amarrarlo - dijo con tono de tigresa. - él te puede presentar gente del edificio-

- Ah, no... no Claudette gracias es que no...-

- ¡¡¡Nada!!! Veníte conmigo- dijo casi arrastrándola hacia el salón - ¿Y que ha sido de tu vida? Vivis aquí con tu pareja... esposo, novio?

-Nooo, vivo sola. No está en mis planes casarme o tener pareja. -

- ¿A no? Dentro de los míos sí y con este bombón de hombre que ya te voy a presentar. Ahhh mira aquí estaaaaa! - dijo casi gritando cuando llegaron a la entrada del salón.

-Te presento a Luis Felipe-

- Dios mío -pensó Miranda - este tipo me aparece hasta en la sopa, que mala suerte. Me urge una mi chilca- Luis Felipe sonrió burlonamente. Con el afán de evitar explicaciones a Claudette, Miranda fingió no conocer a Luis Felipe.

-Miranda Rincón- dijo con un tono monótono extendiendo la mano. El extendió la mano estrechándola con la de ella - encantado de conocerla - dijo muy sarcástico.

Claudette vió a otras amigas -chiiiiicaaas- chilló y se fue a abrazarlas.

Luis Felipe veía a Claudette con una cara de desprecio que no pasó desapercibida por Miranda.

- Esta chava está loca - murmuró Luis Felipe, pero Miranda alcanzó a escucharlo.

No le agradaba Claudette, pero ella estaba muchos peldaños arriba de él en la escala de personas que le caían bien - Que lindo se expresa de su futura esposa. No sé por qué no me extraña - dijo irónicamente

- ¡¿Qué cosa?!- dijo Luis Felipe

- Con lo poco que lo conozco; veo que solo tiene adjetivos negativos para el gremio femenino- atacó

- ¡No! ¿Qué dijo de futura esposa?

- Claudette, su futura esposa -

Luis Felipe soltó una carcajada - ¿Ella le dijo eso? - terminando de reír concluyó - CONFIRMADO. ESTA LOCA -

Y dejándola ahí parada atendió a alguien que lo llamaba.

Miranda se disponía a salir cuando escuchó esa voz aguda tan enervante

- Millieeee- la escuchó chillar y llegando a donde ella estaba le dijo - ¿ya te vas?

- Ehhh, pues -

- Noooo, nada de eso. Quedáte así platicamos. Vení vamos a aquella mesa ahí está el bar tender. ¿Qué te gustaría tomar?

Remiéndame el almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora