Desde el viaje a Xela para Miranda, era como caminar entre las nubes.
Le costaba tanto concentrarse. El contacto de Luis Felipe, su cercanía, su calor, sus labios invadían su pensamiento TODO EL TIEMPO.
Se juntaban para comer un día en su apartamento, algún otro en el de él o salían a comer. Cuando Luis Felipe llegaba temprano jugaban partidos de básquet ball o nadaban en la piscina.
Estando en una cita en un restaurante elegante de Cayalá, Luis Felipe mostró la pantalla de su teléfono con una invitación de despedida de soltero.
- Mi cuñado me invitó - anunció muy sonriente a Miranda quien tomó su rostro y plantó un beso tronador en sus labios.
- Eso no me basta - dijo casi en un susurro sin abrir los ojos. Miranda posó nuevamente sus labios sobre los de el en un largo y profundo beso.
- Eso me basta por los siguientes minutos - dijo sonriendo y dando un último y corto beso - es el sábado -
- Se casa mi hermano - dijo Miranda sonriendo - no creo que exista mejor mujer para él que Bianca -
- Así como no existe mejor mujer para mi, que tú - dijo besando su mano.
Ella acarió su mejilla viendolo con ternura.
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La despedida de soltero estuvo muy tranquila, fueron a un bar y luego a la casa de un amigo de Juan Francisco, fue básicamente de beber su peso en cerveza.
Luis Felipe la había dejado desde poco antes de empezar a salir con Miranda, había tomado algunos whiskys y era el más sobrio de todos.
- Vos c3r0t3, me caes muy bien. He visto a mi hermana muy contenta. ¡Feliz! - decía Juan Francisco arrastrando las palabras - y yo estoy igualmente feliz. Se merece ser feliz, dejar todo atrás -
- Tu hermana es una mujer espectacular. Ni en mis mejores sueños yo me quedaba con una mujer como ella -
- ¿Cómo así? -
- Ella es la última. Después de ella no hay nadie más. Ella es mi otra mitad.
Me voy a casar con tu hermana -
Juan Francisco lo observó - Apenas llevan saliendo unos meses ¿no te ha echado el cuento de los 17 meses? -
- No, pero lo leí en un su libro. 17 meses o toda la vida me da igual. Si estamos juntos no importa el tiempo.
Brindaron y Juan Francisco lo abrazó con aprecio.
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No es porque sea tu hermana ni porque nos parezcamos mucho, pero que guapo te ves - dijo Miranda colgándose del cuello de su hermano antes de salir de la oficina de la Iglesia hacia el altar.
- Tú no estás nada mal -
- Estoy preciosa. Sé que lo querés decir pero tu orgullo no te deja - le dio un beso en la mejilla y continuó - ¿Llevas un pañuelito o algo? -
- ¿Para qué? -
- Para que te limpies la baba que te va a caer cuando veas a Bia -
Juan Francisco no pudo evitar una gran sonrisa.
Miranda había pedido colocar la música al lado del altar pues quería estar al lado de sus padres con su hermano esperando a Bianca mientras ella cantaba y Luis Felipe tocaba el violín junto con el resto de los instrumentos.
Mientras entraba todo el cortejo Miranda cantó: Por ti volaré.
Cuando Bianca apareció en la puerta de la iglesia del brazo de su mamá, se veía hermosa con un vestido straples, cubriendo con encaje los hombros, con una gran falda drapeada. No llevaba velo. Un ramo con rosas blancas, labios de mujer, rosadas y rojas como en degradé de colores .
Juan Francisco parlabileó a su hermana: No traje el pañuelo.
Miranda rió por lo bajo.
El continuó: - lo necesito- Ella buscó en su bolso y le pasó un papel desechable con lo que él, en lugar de limpiar la baba, limpió las lágrimas que salieron de sus ojos al ver a la mujer que amaba, con la que compartiría el resto de su vida, caminando hacia él.
Cuando ella llegó a su lado, la mamá de Bianca soltó la mano de su hija y abrazó efusivamente a Juan. El regresó el abrazo cariñoso, mientras los papás de Juan Francisco abrazaron y besaron a Bianca como señal de bienvenida a la familia.
Luego la señora colocó la mano de su hija en la mano de Juan Francisco, quien no podía quitarle los ojos de encima
- estás preciosa - le dijo con los ojos llenos de amor.
- No pensé que fuera posible que te vieras más guapo - le respondió.
Se tomaron las manos y la ceremonia empezó.
Luego de la bendición final, Miranda cantó mientras se tomaban algunas fotos y cuando fue su turno, Luis Felipe la relevó.
Los presentes estallaron en aplausos cuando sonó la marcha de salida.
La recepción se llevó a cabo en un jardín precioso de Antigua.
Cada mesa tenía sombrillas blancas en medio de un bosque de árboles que daban sombra y refrescaban. Era un ambiente acogedor y fresco en medio de tanto calor.
Luis Felipe cantó la canción de los novios "Love the hell out of You" de Lewis Capaldi y luego bailaron un vals en donde participaron los padres de ambos novios, Miranda y Luis Felipe.
- En esta fiesta, con el perdón de Bianca, no hay mujer más hermosa que tú. Te amo - le dijo al oído mientras bailaban y luego plantó un tierno beso en sus labios.
- Tengo una duda desde hace algún tiempo - le confesó Luis Felipe
- ¿Mh? - musitó Miranda al tiempo que llegó Juan Francisco para cambiar parejas. Entregó a Mariela con Luis Felipe y él tomó a Miranda.
Se abrazaron fuerte y bailaron así los últimos minutos del vals.
Juan Francisco pidió el micrófono - No sé si tendré días más especiales que este - volvió a ver a Bianca y ambos sonrieron en complicidad - pero hasta hoy, este día es el más especial. Tengo a mi lado al amor de mi vida. Una mujer extraordinaria que me ha hecho ver la vida con otros ojos y apreciar cada día con lo que traiga.
Y hoy, - dijo besando su mano - hoy trae una felicidad inmensa. Agradecemos mucho que estén hoy aquí para compartir esa felicidad. Cada uno de ustedes es una parte fundamental de nuestra historia - observándola siguió - Soy un hombre muy afortunado - se acercó a ella y le dio un tierno beso.
Todos aplaudieron ruidosamente.
Juan Francisco la inclinó y le dio un beso. Brindaron y así se tomaron tantas fotos con todos como pudieron.
Empezó la música suave y el servicio del bufé. Luis Felipe interceptó por detrás a Miranda dando un beso en el cuello.
- Me encantan esos - dijo ella poniendo las manos sobre los brazos que se enrollaban a su cintura.
- ¿Te enamoraste de mí y luego te diste cuenta lo guapo que soy o lo guapo que soy hizo que te enamoraras de mí? -
- Y vemos a Adonis Narcía de nuevo en escena - dijo riendo - ¿esa es tu duda? - Volviéndose para verlo a los ojos respondió divertida- no sé -
- ¿Pero estás enamorada de mí y me ves guapo? -
- Enamoradísima - dio un rápido beso - Guapísimo - dio otro. - ¿Y tú? -
Acercándose a su oído le cantó mientras se mecían al ritmo de la canción
- ♫♪ Es que no sabes lo que tú me haces sentir. Si tu pudieras un minuto estar en mí, tal vez te fundirías a esta hoguera de mi sangre y vivirías aquí y yo abrazado a ti - haciendo la pausa respectiva de la canción continuó - Es que no sabes lo que tú me haces sentir, que no hay momento que yo pueda estar sin ti, me absorbes el espacio, despacio me haces tuyo, muere el orgullo en mí y es que no puedo estar sin ti ♫♪ -
Ella tomó su rostro entre las manos y lo acarició suavemente - más guapo que Luis Miguel y mejor cantante-
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Remiéndame el alma
RomantizmLas cicatrices que dejan las heridas de la vida son caminos que nos van guiando; de una u otra forma predisponen nuestro destino. Al darnos cuenta a donde llegamos cuando logramos sanarlas; recordar el momento que iniciaron ya no duele. Se agrade...