52. Es una m&3rd@

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Era un silencio aterrador, mientras Lexi recorría con mucho miedo el apartamento.

Finalmente la encontró metida en la bañera. Corrió hacia ella.

- Millie - pronunció su nombre casi sin aliento. Se acercó a ella, la observó, no había sangre, respiraba normal.

Lloraba.

Ella nunca lloraba.

Angustiada Lexi preguntó

- Millie ¿Qué pasó? ¿Estás bien? ¿Quién hizo todo esto Millie? - y preguntó con temor - ¿te hicieron daño? -

Sin verla Miranda respondió en un susurro - Me mataron Lex. Ahora si estoy muerta. -

- ¿MIRANDA? - se escuchó la voz de Juan Francisco desde la puerta
- ¿ALEXANDRA? - le faltaba el aire cuando llego al baño. Observó a su hermana dentro y a Lexi arrodillada en la bañera.

- ¿Mona? - dijo acercándose a su hermana con un temor como pocas veces había sentido.

Ella lo alzó a ver y el comprendió todo. Vio aquella misma mirada devastada cuando el malnacido de Sebastian se había ido.

No podía ser, tenía que ser algo más, Luis Felipe le había prometido...

Cargó a su hermana fuera de la bañera, la acostó en la cama. Lexi la cubrió con una cobija y se acostó con ella para abrazarla.

- ¿Qué pasó Mona? - dijo Juan Francisco recostándose de frente a ella y quitándole algunos cabellos del rostro.

- Por favor Millie. Decime qué pasó - le rogaba

- La vida no quiere que sea feliz - respondió con la mirada perdida - ya me queda claro. Yo nunca voy a ser feliz -

- Millie por q - Lexi fue interrumpida por la voz de Luis Felipe que gritaba

- MIRANDA -

- ¿Es por culpa de él que estas así? - preguntó Juan Francisco.

Miranda levantó la vista y pudo notar la furia que se estaba formando en los ojos de su hermano.

Viéndolo a los ojos muy seria respondió
- No vamos a ganar nada si lo matas a golpes -

- No lo voy a matar, solo lo voy a mandar al hospital al malnacido HIJ0 D3 P$T@ -

Fue elevando el tono de voz mientras se levantaba de la cama y salía al encuentro de Luis Felipe.

Miranda se aferró a Lexi

-Así no vamos a resolver nada Lex. No hay nada que hacer. Luis Felipe va a ser papá-

- ¿Qué? - exclamó Lexi sin soltar a Miranda mientras en la sala se escuchaba como Juan Francisco descargaba toda su furia contra Luis Felipe.

- Sos un mal nacido hijo de p#t@ ¿Qué le hiciste a mi hermana? Ella jamás - bajando un poco la voz y casi colocando su dedo índice en la barbilla de Luis Felipe siguió - ni en sus momentos más oscuros, había actuado así - dijo señalando la sala destruida

- ¿Qué le hiciste hij0 d3 p$t@?

¿QUÉ? ¿LE? ¿HICISTE? - le demandó mientras lo agarraba de la ropa.

- Es algo muy complicado Juan, vos sabes que yo amo a tu herma -

Juan Francisco no pudo más y lanzó el primer puñetazo - mira a tu alrededor - le dijo haciendo ademán - esto no pasó por el mucho amor que le tenés a mi hermana.

Estabilizándose Luis Felipe pidió hablar con ella

- Ni m$3rd@ tenés que hablar con ella -

- POR DIOS - se escuchó la voz de una mujer en la puerta

Ambos volvieron la vista para encontrar a Naomi ahí parada observando todo.

- Mi amor ¿estás bien? - preguntó Naomi acercándose a Luis Felipe

Con un tono abatido después de unos segundos el respondió
- Por favor Naomi. Ahorita no -

- ¿Qué es esto Luis? - preguntó Juan Francisco luego de observar a Naomi.

- La causa de todo - respondió Miranda parada al lado de Lexi.

- Millie - suspiró aliviado Luis Felipe.

Miranda lo observó sin un atisbo del amor que hasta ayer el había observado en sus ojos.

- Millie por favor no - quiso acercarse a ella, pero Juan se lo impidió. Por la mirada de ella, pudo comprender que ya todo estaba perdido.

- Millie, Millie por favor, lo podemos arreglar. Podemos, podríamos... por favor Millie, por favor no... -

Una sonrisa apenas perceptible se dibujó en el rostro de Miranda, era perturbadora viendo el resto de su semblante
- Hace frente a tus actos y dale a ese niño la familia que se merece -

- ¡Si! Si, no le va a faltar nada mi amor, yo solo quie -

- Pues que no le falte lo más importante; una familia unida y llena de amor - decía Miranda viéndolo con una cara de poker.

- Miranda - dijo con tono muy serio - yo te amo y no puedo imaginar mi vida lejos de ti -

Ante esta confirmación se escucharon los sollozos de Naomi a lo que todos volvieron las miradas.
Con esto ella salió del apartamento.

- No está bien que ella este triste. El bebé puede sentir tu rechazo -

- ¡Miranda, por favor! Esto pasó mucho antes de siquiera conocerte. Yo me voy a hacer cargo de todo lo del niño, pero jamás voy a estar con Naomi.

Te amo como nunca pensé que fuera posible. Por favor no me des la espalda. No me dejes. Vamos a estar bien.

A Naomi y al niño no les va a faltar nada. Pero si tú no estás conmigo no voy a poder seguir. Millie por favor.
Es un error del pasado -

- Una vida nunca es un error Luis Felipe- luego de unos segundos de silencio con la mirada agónica de Luis Felipe, ella lo fulminó:

- Yo no quiero cargar con ese equipaje -

Lexi y Juan Francisco se quedaron atónitos ante esta última confirmación de Miranda. Es algo que ella jamás hubiera dicho. Se dio la vuelta para entrar a su habitación y Luis Felipe la intento seguir, más Juan se lo impidió.

- Ya la escuchaste - le dijo sintiendo pena por el.

- Dejáme pasar Juan, tengo que hablar con ella -

- Si - asintió Juan Francisco - Seguro que si - le dijo en un tono calmo impidiéndole el paso - pero hoy no es un buen día -

- La necesito, la amo y vos lo sabes ¿Qué voy a hacer ahora? - se lamentaba - cuando veía mi vida y mi futuro con Miranda - se sentó en el sillón con la cabeza entre las manos - es una m&3rd@ - susurro para sí.

- El destino se c@gó en vos. De verdad lo lamento, pero como dice Miranda, una vida nunca es un error. Toda criatura trae bendición -

Suspirando Juan Francisco continuó - Mi papá nos dejó cuando Miranda tenía 5 años. Rogelio no es nuestro padre. Pero como si lo fuera - aclaró - Millie sufrió muchísimo. Ella no va a aceptar que le des la espalda a Naomi y sobre todo que dejes atrás a tu hijo. No soporta a los hombres que hacen eso - poniéndose de pie- que m&3rd@. ¡De verdad! - dijo pateando algo destruido del piso.

Luis Felipe lo vio y sonrió amargamente con los ojos completamente húmedos. Se levantó y salió del apartamento.

Esa noche se quedaron con ella Bianca y Juan Francisco. Limpiaron el apartamento mientras Miranda estaba hecha un ovillo en la cama.

Luego de tres días sin comer, Bianca la canalizó para ponerle un suero intravenoso, advirtiéndole que sería el único. Lo siguiente era llevarla al hospital. 

Al cuarto día Miranda se levantó y comió un poco. 

El hospital le infectaría la herida que ya estaba abierta.

Remiéndame el almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora