29. De nuevo el cumple de la Abuela

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- Quiero lasaña - dijo muy resuelto - la que tu haces -

- Ah, bueno considerálo hecho - dijo ella poniendo su mano para cerrar el trato. El solamente la chocó. A ella eso le pareció extraño.

- Te felicito, y te deseo todo lo mejor. Tendrás mucho éxito, lo sé-

- Gracias, estoy muy emocionada. Diez niños van a empezar el curso de vacaciones la próxima semana. Gracias por recomendarme con tu hermana, Paulina la va a pasar genial. Las maestras empiezan este lunes, para que preparemos las actividades, y los materiales....Mira estoy pensando en manualidades navideñas.

A los niños les encantan las manualidades, vamos a incluir periodos de actividad física todos los días porque eso es muy importante. Estamos analizando en dar nosotros la comida a los niños, pero es un tema bien complicado porque no todos comen de todo y los papás son también muy complejos con ese tema...-

Cuando Miranda se dio cuenta que estaba teniendo verborrea se detuvo retrayendo ambos labios para frenarse de seguir hablando, mientras Luis Felipe la observaba con una sonrisa en el rostro.

- Me encanta tu entusiasmo - dijo observándola de una manera diferente - te va a ir muy bien porque este trabajo es en realidad como tu hobbie -

Después de unos segundos, le recordó - paso por ti a las 12 mañana -

Ella frunciendo el ceño lo vio muy confundida - ¿el almuerzo de mi abuela? ¿te suena? -

- Luis Fe, pero no era en serio que iba a ir -

El rostro de Luis Felipe perdió toda sonrisa - ¿por qué no? -

- ¿Cómo vamos a sobrevivir toda la tarde fingiendo que somos novios? -

Dándose la vuelta hacia la salida respondió - si ese es tu único problema, no te preocupes. ¡A las 12! - concluyó saliendo del apartamento.

A la mañana siguiente cerca de las nueve, el teléfono de Luis Felipe vibró

M: la Misa no es a las 10?

LF: Si

M: No vas a ir?

LF: No

M: xq?

LF: que hu3v@!

M: es en San Judas verdad?

LF: yes

M: pobrecita tu abuelita, ¿qué va a pensar de ver que llego sola?

Miranda escogió un vestido gris corto con talle en la cintura, un chaleco de mezclilla y tennis , su acostumbrado rímel. Usó la plancha para hacerse unas ondas en el cabello. - Solo un poco de brillo labial, la cartera y listo -

Decidió irse caminando a la Iglesia. La mañana estaba hermosa, valía la pena caminar.

Entrando al parqueo de la Iglesia la recibió una voz- Me hiciste correr -

Solo haber escuchado la voz, puso una tonta y enorme sonrisa en su rostro. Luis Felipe estaba de brazos cruzados, recostado en un muro con un pie delante del otro. Vestía una camisa blanca de botones de manga larga remangada, pantalón de lona azul y tenis. Los lentes oscuros le daban el toque.

Con esa vista un poco de la sonrisa se fue del rostro de Miranda

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Con esa vista un poco de la sonrisa se fue del rostro de Miranda. ¿Por qué últimamente le parecía tan irresistiblemente guapo? Tratando de ocultar la impresión comentó - Nunca está de más un poco de ejercicio-

Se saludaron y él la tomó de la mano para entrar a la Iglesia, se sintió tan natural, tan cómodo para Miranda que ya le estaba preocupando.

En la Iglesia ya había algunos conocidos, se saludaron muy cordialmente y unos minutos después llegó la abuela.

- ¡Miranda! que gusto de verte linda. Luisito, el Señor está cumpliendo todas mis peticiones, pensé que solo cuando me muriera vendrías a la Iglesia. No cabe duda de que Miranda es un ángel - dijo la abuela dando un beso en la mejilla de Miranda y luego en la de Luis Felipe.

- Y lo bueno es que no se lastimó cuando cayó - bromeó besando el dorso de su mano. Miranda lo observó y notó una sincera sonrisa en su rostro que no pudo evitar imitar.

- La abuela viendo a ambos dijo - que bonita pareja hacen patojos. Se mira en ustedes una conexión especial. Me recuerdan a mí y a tu abuelo cuando éramos jóvenes - rió la abuela - ponete pilas Luisito, ponete pilas - dijo la abuela palmeando cariñosamente la mejilla de Luis Felipe.

Miranda sonreía muy mortificada apretando la mano de Luis Felipe.

Participaron de la Misa y luego se fueron al almuerzo. Llegaron a la casa de la abuela, pero esta vez, el evento era en el jardín.
Estaba todo decorado de amarillo, las mesas con sombrillas, cubremanteles amarillos traslúcidos y debajo manteles blancos, los centros de mesa tenían 2 hermosos y grandes girasoles con otras flores amarillas y follaje de un verde muy vivo. Los cubiertos dispuestos en cada lugar envueltos en servilletas alternas blancas y amarillas.

Había al menos 6 mesas en donde cabían de 8 a 10 personas. Miranda se sintió intimidada al ver que era un gran evento y que habría mucha gente.

- Millie, si te sentís incomoda nos vamos - dijo Luis Felipe, quizá notando su cara de espanto.

- No podría hacerle eso a tu abuelita. Solo.... no me la pongas difícil por fa -

- ¿Cómo te la pongo difícil? - quiso saber frunciendo el ceño. Miranda había pensado en voz alta y agradeció la interrupción que siguió

- Wii, qué onda maaaaaaanoooooo - llegó un chico saludando, luego de un breve abrazo siguió - vos ¿son ciertos los rumores? ¡Que andás con una chavona!

- La misma que viste y calza - se mofó Luis Felipe haciéndose a un lado para dejar ver a Miranda.

- ¡Mucho gusto! - dijo extendiendo la mano -Valentino -

- Igualmente.  Miranda - respondió ella estrechándola.

Valentino volvió a ver a Luis Felipe muy serio - Miranda ¿La atropellada? -

Luis Felipe asintió discretamente.

- Tu estabas en la cervecería 14 el otro día que tocamos ¿verdad? - preguntó Miranda recordándolo.

Valentino asintió. - ¿Cómo está tu amiga? La golpeada - preguntó Miranda con cierto tono de broma en su voz.

Muy sonriente respondió - ¡De maravilla! Para empezar ya no es mi amiga -

Luis Felipe palmeó la espalda de su primo sonriendo.

- ¿Por qué parece agradarles que ya no sean amigos? ¿Era una mala persona? -

- Ya no somos amigos, es mi novia - dijo Valentino en medio de una gran sonrisa.

- aaahhhhh - dijo Miranda sonriendo en complicidad con ambos.

El grupo tocaría en el cumpleaños, por lo que Julio tenía todo preparado para cuando llegaron. Luis Felipe, su papá y algunos invitados más, cantaron varias de las canciones favoritas de la abuela y antecedieron éstas con anécdotas o recuerdos. Fue muy emotivo para la abuela quien derramó algunas lágrimas.

La abuela pidió a Miranda que cantara Cuando, Cuando, Cuando.

- Pero hay una versión que cantan unos patojos - dijo pensativa. Levantando la vista buscó hasta dar con su objetivo - Luisito - llamó a Luis Felipe - canta con Miranda esa versión que me gusta de cuando, cuando, cuando. La de aquel muchacho guapo - pidió la abuela.

- Pero no mas guapo que yo ¿verdad Nona? -

- Ahhh eso que lo diga Miranda - bromeó la abuela volviéndola a ver.

- Lo que hay dentro es lo que vale - dijo Miranda con una sonrisa de complicidad.

- Pero no podés negar que soy guuaaaapo - dijo enfatizando la última palabra.

Remiéndame el almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora