CAPÌTULO 16

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CHRISTIAN

Estoy en el hospital platicando con mi madre, lo que me hizo la señorita Steele, nunca había visto así  a mi madre, reía tanto, una enfermera me pide que me ponga una bata,  me llevan en silla de ruedas a tomarme unas radiografías, en los ojos de mi madre veo preocupaciòn, el mèdico que me atiende nos informa que tengo contractura intercostal, esto es debido a exceso de ejercicio. Si el supiera.

— Por lo que me comenta, saliò como siempre hacer ejercicio, probablemente un mal calentamiento o ejercicio extremo le causó la contractura, por lo que debe guardar reposo y analgésicos para remitir el dolor, una vez  que el dolor haya remitido hasta el punto que se pueda mover de forma aceptable,  esto en lo que se relaja la musculatura, hay que movilizar estructuras poco móviles, estirar la musculatura de la espalda y darle una serie de indicaciones, entre ellas reposo total, por consiguiente esta contractura afecta su respiración, al oprimir la caja torácica, más la inflamación muscular en sus brazos, las piernas están menos dañadas.  Tardará unas tres semanas en sanar.

   Salgo del hospital vendado, regreso a la oficina para checar algunos pendientes, le informo a Andrea que voy estar ausente tres semanas, desde la casa trabajaré, pero que si hay algo urgente me avise, me pregunta si tuve un accidente, le vi cara de preocupación, le comenté que si, sin embargo con reposo regresaré pronto a trabajar.

Lo peor de todo que con este maldito dolor no podré tener ninguna sumisa, le marco a Elena, para informarle del accidente que tuve, sin entrar en detalles, le dije que nos chocaron el auto y por tres semanas iba estar sin sumisa, que yo le aviso cuando ya esté bien.

Llego a Escala y Gail me informa que la señorita Steele salió, que no se tardaba, le informa a Taylor que la esperaré hasta que llegue, por lo que me quedaré en la estancia recostado en lo que llega, Gail me trae unos almohadones y un cobertor para reposar y esperar a la señorita Steele,  ya son las diez de la noche, oigo el elevador, veo que entra muy sonriente, no se porque me enoja, le alzo la voz, le pregunto porque hasta esta hora, una señorita que no conoce Seattle, no debe de andar sola por la noche,  le recuerdo que estoy bajo su cuidado, que cuentas voy entregar al director de la Universidad si algo le ocurre, me indica que dejó dicho en donde estaba, y me pide permiso para retirarse, asiento y corre a su cuarto. Gail se disculpa, ya que por estar arreglando algunas cuestiones de la casa, omitió informarme donde estaba. 

Después del coraje de verla llegar como si nada, mas este maldito dolor insoportable, le pido a Taylor que me acompañe a mi cama. Me extrañó dormir de corrido y sin mis pesadillas, tuve que tomar el medicamento donde me lo dejó Gail, cerca de mi cama para no pararme, pero al estirarme me duele muchísimo, no me podía ni mover para ir al baño, tenía que molestar a Taylor para que me acompañara, parecía niño pequeño que le cambian el pañal, bonita bienvenida me hizo la señorita Steele, ni siquiera una llamada telefónica para saber si sigo vivo, y yo pensando en ella.

Es muy atractiva, sin embargo con cabello corto si parece hombre, su look de militar, pero arreglada como mujer es hermosa, tiene una fuerza impresionante, podría haberse defendido de otra forma, el coraje que tengo es que me agarró desprevenido, no respondí porque es mujer, pero algún día conocerá de mis talentos. 

AMOR SINCERO GREY#FiftyShadesAwards2018 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora