CAPÍTULO 23

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ANASTASIA

Salimos de Grey House Marcus y Yo, fuimos a un restaurant argentino que quedaba a diez cuadras de la oficina, no soy fanática de la carne, pero el platillo me lo recomendó Marcus, estaba delicioso y la ensalada ni se diga, nos dimos nuestro tiempo para comer, me platico que el señor Grey ya sabe de nuestro noviazgo, la señora Grace le llamó al señor Christian, le informó que mi novio pasaría por mi, por ende, el señor Grey se preocupó, ya que sabe que no conozco a nadie y le pidió a Welchs investigar de quien se trataba, ya que específicamente  el se encarga de ese tipo de investigaciones, por lo que no tuvo otra opción que decirle sobre nuestra relación.

Marcus me indica que el señor Grey le pidió, que me cuidara ya que está bajo su responsabilidad, y el director de la universidad confía que estaré bien cuidada, terminamos de comer y de regreso caminamos despacio, me fue diciendo de los comercios y su historia, nos besábamos en cada cuadra hasta que teníamos que respirar, llegamos a la oficina y me acompañó hasta mi lugar, me llamó la atención que no estaba Andrea, me apuré a terminar lo que me encargó el señor Grey, me sentí mal por no decirle a Marcus sobre el acercamiento, pero no le di importancia, verifique el reloj en mi celular, vi que eran diez para las seis, empecé a guardar el archivo y mandárselo al señor Grey y Andrea, lo imprimí y le dejé los tickets de la comida en su escritorio con una nota:

Señorita Andrea, dejo mi trabajo impreso y lo remití por correo electrónico al señor Grey, con copia a usted, le deseo buen fin de semana, nos vemos pronto.

Atentamente Ana Steele.

Cuando salí de la oficina ya estaba el taxi, le di la dirección, llegué muy rápido eran las 6:30 de la noche, toque la puerta y me abrió un joven muy guapo, cuerpazo, de ojos claros, le dije soy Ana Steele a sus órdenes

— Soy Elliot Grey, tu eres la famosa Ana que traes de cabeza a mis padres, mucho gusto.

— Nos dirigimos a la sala, deje mi mochila a un lado del sillón y oigo la voz dulce de Grace.

— Buenas noches Ana ¿cómo te fue?

— Muy bien, le contesto.

— Al parecer ya se conocen.

— Si, ya nos presentamos, mamá te quedaste corta al decir que era muy bella, dime Anastasia ¿tienes novio?

— Sí, le contesté.

— No soy celoso.

— Grace lo regaño.

—Hablando de eso Ana ¿A qué hora va a venir tu novio por ti? me tomé la molestia en comentarle a Christian que me pediste permiso para salir con él.

— Grace ya sabe que es Marcus, su director de informática, ya que mandó averiguar quien era mi novio, se oye la carcajada de Elliot y dice.

— Raro que mi querido hermano no te haya mandado investigar mucho antes, hasta a de saber de qué número calzas.

— Elliot se oye la voz pero ahora de Carrick, que se acerca, me da un abrazo y un beso en la mejilla y me saluda.

— Y eso papá desde cuando tanta confianza.

— No le contestó y mis colitas dijo que ya podíamos pasar a cenar. Durante la cena suena mi celular, me disculpo y contesto en la sala, es Marcus que va llegar por mi hasta las 9:30, le mando un beso y cuelgo, me dirijo al comedor y les comento a la hora que van a pasar por mi, Elliot, comenta que si son órdenes de Christian de llevar un itinerario de mis movimientos y se ríe. Los señores Grey lo miran muy molestos, se despide y me da un beso en la mejilla diciendo:

— Como es mi hermano, has de traer cámara oculta.

— Se esfuma, ni tiempo les dio a sus papás de reprenderlo. Ya que terminamos de cenar, todavía tengo tiempo de hacer algo, le pregunto a Grace si nos da tiempo de tocar algo en el piano, se para y dice que con gusto, el señor Carrick se sienta para escucharnos, pasan más de las 9:30 y Marcus no llega, hasta las Diez se aparece, como ya es tarde, les dice a los Grey si se puede quedar conmigo hasta las 11:00 de la noche,  escuchando como toco el piano, los señores Grey le sonríen y ellos se retiran para quedar solos, ya que se van sigo unos quince minutos tocando, bajo el cubre teclado y salimos al jardín, hace un poco de fresco, pero nuestros besos aclimatan el ambiente, no necesitamos hablar mucho, tiene que despedirse diciéndome que cuando me cambie a Seattle compensaremos el tiempo.

Es sábado y me levanto a correr, preparo el desayuno, jugo de naranja, panqueques y tocino, desayuno y les dejo una nota.

Buenos días Grace, Carrick y Elliot, espero les guste el desayuno, gracias por permitirme convivir con ustedes, les agradezco mucho sus atenciones.

Atentamente agradecida, Ana Steele.

AMOR SINCERO GREY#FiftyShadesAwards2018 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora