Capitulo 38

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CHRISTIAN

Mande a poner cámaras y seguridad sin que se de cuenta Ana, estoy decidido saber con quien habla o sale, en la escuela no habla mucho solo se junta con Kate, José Mierda, América y compañeros que van a la biblioteca, estudiar o hacer trabajos en grupo, saliendo se va en ese horrible carro a trabajar, sale y se va a su departamento, en navidad tengo que pagar el doble para que estén al pendiente si salen a un bar o disco, pero veo en el vídeo que Ana y Kate van de compras y ya tarde noche llega el imbécil del José, ya no salen en toda la noche, ni al día siguiente, exceptuando el José mierda como a las 6:00 de la tarde y se dirige a su casa.
Pasan los días y es la misma rutina de Ana, correr, escuela, trabajo.
El día que llegó Ana a Seattle, trate de llegar temprano para estar con ella, la ultima vez, le pedí que se olvidara de mi, y no se que pasa por su cabeza, ese beso me hizo sentir diferente es un sentimiento donde mi corazón late cada vez que pienso en el, mi cuerpo necesita ese acercamiento otra vez, es como si necesitara respirar, que me ha hecho la señorita Steele, la tengo en mis sueños, pero no la amo y no me siento preparado para flores y corazones, tengo mucho trabajo y yo nunca pierdo el control.

Cuando llego a Escala ceno y pregunto por Ana, Gail me dice que Ana está dormida y me dirijo a su habitación, dejo la puerta abierta, me siento en la cama y la observo cómo duerme, no me cansaría de verla dormir, oigo que murmura algo, me acerco para escuchar y solo dice 

- Te amo, te amo tanto, si me amaras sería feliz, lo repite, le doy un beso en la boca y observo en la mesita de la lámpara su arma, me da escalofrío, la observo y me pregunto como le puede gustar todo ese mundo militar, me da miedo decirle que sea mi sumisa, me imagino que el día que le dé un latigazo, cuando la suelte me de un tiro en  los bajos, lo deshecho de mi cabeza, le vuelvo a dar otro beso en la boca y cuando volteo está Gail y me pregunta si no se me ofrece algo. 

- No le digo, gracias 

- ¿Señor puedo hacerle una pregunta? 

- Me dice 

- Salgamos para no despertarla. 

- Salimos y le digo a Gail, ¿sucede algo? 

- No señor, la pregunta es muy personal.

- Me le quedo viendo y le vuelvo a preguntar ¿Gail me preocupa? 

- Señor, va decir usted que no me meta en su vida como hasta hora, pero cómo me gustaría verlo con una chica como Ana, hogareña, sabe hacer de comer exquisito, muy inteligente, humana, sencilla, y muy bella, solo pensaba señor, disculpe, pero como hoy y mañana es el último día que vamos a convivir con ella, quiero darle las gracias por traer a la niña Ana, nos encariñamos con ella, Taylor ni se diga, como platican de todo lo que saben de seguridad, de armas, de estrategias y muchas cosas más, queremos pedirle de favor que cuando se cambie la niña Ana a Seattle, nos permita verla o que ella pueda venir a vernos.

- Gail, no voy a cambiar mi estilo de vida, y así como ustedes, mis padres quisieran que tuviera una relación estable, pero no la necesito, se que la señorita es muy bella, inteligente, inocente, culta y... -¿puedo cenar Gail?, me quedo pensando, si me gustaria que Ana se quedara siempre aquí en Escala.
Dormí increíble, siempre que Ana se queda no tengo pesadillas, no me levanto a tocar el piano solo deseo tenerla dentro de mí, eso si me gustaría y mucho, pregunto por ella a Gail, y me dice que salió a correr, me enojo porque no me esperó, estoy pensando que me está evitando, pero no creo, se va a ir conmigo a la oficina, salgo a correr con Taylor, regreso y cuando estoy desayunando ese rico chocolate con galletas que hizo Ana, Gail me informa que Ana ya se fue al trabajo, frunzo el ceño, me apresuro a bañar e ir a la oficina.

Llego a la oficina saludo a Andrea y sigilosamente voy al lugar de Ana y la veo bien entretenida en la computadora y puesto los audífonos y alcanzo escuchar como canta la canción con su nombre de los Beatles, Ana, chica vienes y me pides que te deje libre, chica dices que él te quiera más que yo, así que te dejaré libre, vete con él, Ana chica antes de que te vayas, quiero que sepas que todavía te quiero, reflexiono sobre la letra de la canción y yo la orille a que se alejara de mi y se quede con ese tonto que dice que ama, me acerco a la silla de enfrente de ella y deja los audífonos y le digo que vaya a mi oficina, ya que llega le pido que me cante la canción que estaba escuchando y me dice muy seria 

- No se cantar y señor Grey aquí se viene a trabajar 

- Pongo mis puños duros y le pido que trabajemos juntos en la oficina, dice que va al baño y le digo que utilice el de aquí dentro, lo hace inmediatamente y cierra con seguro, yo pensaba entrar a follarla, antes de que salga me oculto para sorprenderla, ya que va a salir la tomo de codo, voltea y me dice que va por su lap para terminar pronto. Si me está esquivando, pero como yo tengo el control no va hacer lo que ella quiera, ahora va a conocer quién es Christian Grey como jefe, entra y me empieza a explicar lo que hizo, y todavía me ordena que prenda mi computadora para checarlo a la par, la dejo hablar es fabulosa su idea, no olvido que fue exitosa la reunión en el auditorio, pero cada vez que me explica algo le cambio toda la idea, no hace gestos, pero no soy tan malo con ella, cuando explica sus puntos grabo en la computadora todo lo que dice, y así la sigo fastidiando cambiando todo lo contrario de lo que ella dice, pero me da más tiempo de verle sus bellos ojos azules, su voz y lo mejor, veo su bello trasero, cada hora va por su vaso de agua, sus hermosas piernas y qué decir de su busto, aunque este uniforme es diferente a los demás, tiene cuello alto, mangas largas, y muy ajustado, checando la hora ya es tarde, Ana dice que tiene hambre y la invito a comer, quisiera estar mas tiempo con ella, comimos en silencio, pero lo peor fue que pagó la comida de los dos con su tarjeta de comida de la empresa, eso me irrita ninguna mujer que invito a comer paga pero ella se sale con la suya, lo que me obliga es dejar la propina.

Regresamos a la oficina, la observo un poco cansada, pero para que sepa que es saber trabajar junto a mi, sigo con la misma postura, ella a la altura, pero recuerdo que tengo cita con Elena, le digo señorita Steele tengo una cita a las 8:00 y son 7:30, guarda los cambios, apaga su lap y se nota su cansancio se recuesta sobre su lap y le digo que ya es tarde, tocando su hermoso cabello aún pequeño para mi gusto, se para y sale muy irritada. 

Voy con Elena, no me gusta comentarle sobre Ana, ya que me molesta que habla mal de ella, son las diez de la noche y me despido, quisiera encontrar a Ana despierta y tocar el piano con ella. Pero por mas pronto que llego ella ya está dormida, voy a mi despacho, checo mis correos, depuró los urgentes y tengo la necesidad de entrar a ver a Ana, lo hago, cuando entro la veo destapada con su pijama de una camiseta y un pequeño short, observo sus bellas piernas, me siento en su cama me encanta verla dormir, estoy un buen rato observándola, le beso la boca, se remueve y susurra, Te amo, te amo tanto, si me amaras sería feliz, volví a besar esa exquisita boca, aunque no es lo mio la necrofilia, pero no puedo pasar esta oportunidad de besarla, ya no la voy a tener tan cerca, le vuelvo a besar y salgo.

AMOR SINCERO GREY#FiftyShadesAwards2018 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora