Capitulo 30

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Christian

Me despierto y observo mi reloj, son las once de la mañana y no lo puedo creer, otra vez dejé plantada a la señorita Steele, creo no poder llevar un ritmo de vida de ajuste de horario con ella, tengo compromisos y tendría que dedicarle por lo menos parte de la noche que sale de la oficina pero no se puede ya que tiene novio y él la lleva a pasear, el único horario sería después de las diez o once de la noche dependiendo a la hora que la traiga de regreso Marcus.

Imposible hacer planes con ella definitivamente, me encanta estar a su lado, observar sus lindos ojos y ese labio que se muerde cuando está leyendo las anotaciones en su lap, por fin le pude preguntar porque carga siempre su mochila y me platica que se viene directo de la escuela, trae sus cuadernos y sus libros que ocupa ese día, su lap y su ropa junto con su portatrajes, me indica que tiene tres mochilas iguales, son las que les dan en el ejército y le caben suficientes artículos.

Sigo un rato más recostado en mi cama, es el efecto Steele, ¿cómo una persona que no comparte mi cama tiene ese efecto de dejar paz, tranquilidad y luz en mi casa. Es un bálsamo los dos días que duerme aquí y mis pesadillas desaparecen por arte de magia, juraría que si la tuviera toda la semana no la dejaría ni dormir, la tendría en mi cuarto de juegos y no me imagino si me diera sueño al estar azotandola, me levanto a baña y me pongo un pantalón de mezclilla negro y una playera blanca.

Cuando salgo a la cocina Gail me dice que está el desayuno listo, me sirvo un vaso con agua, después una taza con café y me desayuno pan tostado con miel, fruta fresca y carne asada. Le pregunto a Taylor a que hora se fué la señorita Steele y me comenta que a las 9 de la mañana, que no tuvo ganas de salir a correr ya que le comentó a Taylor y Gail que salió tarde de la oficina y Andrea la trajo a la casa a eso de las 10 de la noche.

Siento mucho coraje cuando Taylor me platica que Marcus invitó a Ana al cine y a comer y que por eso regresó a trabajar, porque no puedo ser como ellos, ir al cine con una mujer, pero están esos paparazzis al acecho todo el tiempo y no podría disfrutar el tiempo con alguien sin que estén ellos esperando saber quien es y cómo la conocí y solo de pensarlo me pone de malas, no hay como salir a cualquier lado y despejado todo el camino sin cámaras y reflectores.

No tengo sumisa y no se que hacer pero estoy relajado, diría yo más que relajado y pienso ir a ver a mis padres, total no estaría mal, le llamo a Taylor para que prepare el auto y salir, Taylor me informa que Ana le pidió que le pidiera disculpas a mi entrenador y cuando regrese la próxima vez  a Seattle ella personalmente irá a verlo. Es noble pero tiene cada impulso que da miedo, estar esperando que momento te ataca no es bueno.

Llegamos a casa de mis padres y me preguntan por Ana, les digo que ella se va los sábados temprano a Portland ya que trabaja en una ferretería y cuando viene a Seattle repone el tiempo de los dos días que está aquí, mi madre empieza hablar de sus virtudes como siempre, cómo puedo olvidarla si hasta en casa de mis padres están hablando de ella. Me agrada como se expresan de la señorita Steele y pienso más en ella y siento una sensación de tenerla a mi lado.

Me retiro a las 9 de la noche, me la pasé increíble con mis padres, jugamos juegos de mesa, comí y cené, nada me detiene en mi casa, no me gusta venir porque de repente se aparece Elena y no es lo mismo convivir con ellos cuando ella está presente, su mirada de deseo que todavía siente por mí me molesta, antes me enloquecía y ahora siento indiferencia, tuve tanto sexo con ella que no me llama la atención en poseerla nuevamente.

Taylor y Gail se me quedan viendo confundidos porque antes de ir a mi recámara pasé a recostarme a la habitación de la señorita Steele, su perfume y un calor en el ambiente me reconfortan notablemente, ¿que tiene la señorita Steele que me dá esa tranquilidad y no padecer mis pesadillas? será tan larga la espera para volverla a tener tan cerca de mí y deje esos polvos mágicos para soñar con ella y pensar como hacerla mi sumisa.

El domingo me paro a correr y siento que me falta algo, pienso tanto en ella y no sé porqué, me la imagino tomada de la mano de Marcus o ver su brazo de él rodear su cintura y me dá coraje, ¿tendrán sexo también? las veces que ha regresado de estar con Marcus no se le nota cara de haber follado,  sólo se le ve alegre, risueña, contenta y diría yo que hasta relajada, van a bailar, al cine, comer, cenar, caminar, ellos si lo pueden hacer, yo salgo con ella o con otra mujer y tendría a miles de periodistas todo el tiempo.

Después de que la señorita Steele se vá, mi rutina sigue igual, espero algún día poderla invitar a comer, cenar, bailar, caminar y follarla hasta cansarnos, ella necesita un hombre como yo, que le enseñe hacer mujer, pero sé que mientras siga siendo la novia de Marcus no podré ni invitarla a comer. Tengo que dejar de pensar en ella pero no puedo y menos si no tengo sumisa para sacarla de mi mente todo este tiempo.




AMOR SINCERO GREY#FiftyShadesAwards2018 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora