Red String [BkDk rol α/Ω]

Celo II

Ese torrente de ansiedad que estaba sufriendo se redujo drásticamente con la compañía directa del alfa, la tensión del cuerpo también estaba disuadiendo, sonrió grato de oír que el resto de la noche estaría para él.

—Me alegra oír eso.

Los besos consecutivos que recibía en el cuello le llevaban a soltar suspiros y dirigió en abrazarlo para estar más juntos.

Cuando residía en Velka llegó a observar cómo los omegas se volvían tan dependientes de sus parejas, caminar inseparables con sus manos unidas, los fuertes aromas a feromonas que enriquecían la felicidad de alguna pareja. Izuku pensaba que eran exagerados y hasta sentía algo de celos por no lograr algo como eso.

Ahora se sentía ridículo por recordar esos pensamientos, ya que estaba completamente a merced de su alfa, siendo tan dependiente, tan amoroso y tan demandante por su afecto.

Quería más, fundirse en un calor absoluto con Katsuki y jamás separarse otra vez, pero recordaba ese acuerdo cuando volvieran a Kunnarta. Ya había sido paciente toda una vida para estar con él, unos cuantos días más no sería tan malo.

—Te amo... Como no tienes idea, siento que mi pecho va explotar por no expresarlo como deseo.

Masculló con un puchero y ese tono liviano, habría que ser paciente todavía para efectuarlo.

Apretó el agarre a los brazos del alfa, mirando el brillo del anillo que portaba su mano izquierda, al menos ya había pasado los momentos difíciles, que era reconocer a su amor predestinado de otra vida y casarse; esos logros grandes, sin embargo, también le provocaban reclamar una recompensa a rememorar más caricias con el otro.

Entre todos esos abrazos y arrumacos pudo quedarse dormido, el aroma de Katsuki estaba enriquecido en la habitación y eso le ayudó bastante.

Desde que encontró a Kacchan los recuerdos se expandieron más a situaciones que vivió en esa vida pasada. Esa noche soñó con uno de sus primeros encuentros, cuando fue ayudado a salir de aquel mítico bosque donde extravió, su auxiliar sabía tanto del lugar que parecía un laberinto e incluso tratar a las bestias que residían ahí como eran los dragones.

Izuku comenzó con la manía de salir de las fronteras de su reino curioso de explorar más ese entorno y sobre todo conocer a ese atractivo alfa con capa roja.

"¿Otra vez aquí?"

"Me perdí... De nuevo"

"Innecesario de tu parte esa ridícula excusa, solo escúpelo abiertamente"

"Quería verte de nuevo"

Las primeras ocasiones intentó ocultar sus intenciones cuando le preguntaban porque estaba otra vez por esos lares, tan burdo para mentir, que el fingir demencia en perderse era para reir.

Izuku no lo sabía en ese momento, pero estaba congeniando con el mismo rey de ese barbárico bosque que su padre, el monarca, le recriminó lo salvaje que eran al vivir entre la codicia de dragones.

Actualmente sintió a Katsuki removerse de la cama, así que despertó abriendo somnoliento sus ojos, todo el sueño desvaneció al darse cuenta de algo anormal: El alfa se veía agitado y con un ligero pero visible rubor.

—Kacchan, ¿estás bien?

Ignoró el saludo y la pregunta de cómo había dormido, tomó asiento e inclinó a inspeccionarlo.

"Esto es diferente a cuando lloraba dormido..."

—¿Has estado soñado mal? —Ladeó la cabeza dubitativo. —No me extraña, también he tenido visiones del pasado más amplias.