Celo

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Entre suspiros no hacía más que mirar de un lado a otro, impaciente y sin saber que hacer, jamás se quedaba sin hacer nada y le era molesto solo estar sentado perdiendo el tiempo. No era solo eso lo que le había molestado si no todo el asunto en el que estaba metido ahora, estaba oficialmente casado con un completo extraño y el anillo que portaba su mano no era más que un recordatorio de lo miserable que había sido al no haber podido encontrar a esa persona antes de que algo así sucediera.

Se sentía derrotado, impotente y desafortunado, pero no había mucho que hacer. Miro su mano con aquel anillo heredado de generación en generación. Aún recordaba como su padre lo usaba haciendo juego con su madre.

Una leve sonrisa se le escapó, pero termino por quitárselo y dejarlo en la mesa a un costado del sofá. Solo lo usaría frente a su madre o cuando fuera necesario. No sentía la genuina intención de portar un anillo que representaba la unión forzada de dos personas.

Izuku parecía ser más comprensivo con esa situación pues, aunque podía notar la decepción en su mirada no había dicho queja alguna de esa unión.

"¿Por qué no lloriquea o dice algo al respecto?... Solo defendió esa estúpida ropa hecha para un evento que ni él ni yo queríamos... ¿qué diablos le pasa?"

Pensó poniéndose de pie de un movimiento brusco y miró de un lado a otro decidió tomar aire fresco por lo que abrió la ventana y se sentó en ella. Podía ver a Volk durmiendo plácidamente entre las flores mágicas que brillaban a su alrededor, suspiró con una falsa decepción.

— Eres todo un flojo —

Una leve sonrisa se le escapó, había mucho silencio y paz, lo único que se escuchaba a lo lejos era el viento moviendo los pinos y el chocar de los bloques de hielo del río cercano.

El atardecer era hermoso, ver los colores naranjas y amarillos juntarse de una manera tan intensa le hacía recordar buenos momentos de su niñez como cuando por primera vez se hizo el vínculo con el lobo o cuando le dijo por primera vez vieja bruja a su madre, aunque no había salido bien no se arrepentía de eso y nunca lo haría.

Ahora que lo pensaba ¿Que estaría haciendo ella?, ¿estaría festejando que lo casó con un omega que no conocía o estaría tranquila cocinando o hablando con sus amigas?

— Y pensar que terminaste haciendo todo esto para nada bruja. —

Cerró los ojos suspirando con profundidad.

A su mente solo podía acudir una cosa y era esa persona que buscaba, recordó uno de aquellos sueños que tuvo recientemente, podría verse a si mismo en una especie de choza en algún lugar boscoso y verde, recostado en una cama con aquel chico bajo su cuerpo. En medio de un atardecer lluvioso y fresco.

Se llevó una mano al pecho a la altura de su corazón en donde yacia aquella marca de nacimiento que sabía bien se trataba de la manera en que había perdido la vida. Cómo su amado que había sido degollado con aquella espada de sierra. Salió de sus pensamientos cuando detecto el aroma del omega aproximarse.

Al girar su vista lo pudo ver en el umbral de la sala, ya vestido con la ropa de uso normal, aquello le hizo ladear sus labios en una apenas visible sonrisa pues, debía admitir que se le miraba mejor que ese estúpido traje de boda que tanto insistió en defender.

Le escuchó preguntar sobre la cena, que le gustaba y Katsuki negó con la cabeza.

— No necesito que me prepares la cena —

Respondió sin mucha expresión volviendo a entrar, cerrando la ventana, luego salió de aquella sala para dirigirse a la cocina, algo que las personas no sabían de él era que le gustaba ser independiente en casi todos los sentidos, pues su madre le había enseñado a valerse por si mismo para no esperar la ayuda de los demás. Era totalmente capaz de hacer cosas que los omegas harían, excepto cuidar niños eso le irritaba y su poca paciencia no era compatible con los mocosos.

Red String  [BkDk rol α/Ω]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora