Retorno

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Con la controversia de que sucedió en sus vidas pasadas con esos bosques en nostalgia continuaron su travesía por la capital de la isla Kupai. Izuku percibió el tono de voz con cierta tristeza en Katsuki por determinar que el bosque fue destruido y sus dragones extintos.

—No era mi intención volar tu imaginación a esa idea... —objetó aferrando el agarre al brazo de Katsuki, miró vagamente alrededor y suspiró. —Yo quiero creer que si fue destruido... Tal vez hayan sobrevivido algunos.

Era ingenuo considerar que luego de tanto tiempo sin un protector esos míticos bosques hubieran sido salvados de la mano ambiciosa de humanos. Las vivas y frondosas arboledas con flores brillantes y animales paseando sin frontera, pequeños dragones que simpatizaban mucho con curiosidad a los humanos que vivían entre ellos.

—Nos están mirando...

Susurró Izuku con un semblante nervioso por todas las miradas que estaban encima de ellos conforme avanzaban con la guía de Nejire y Tamaki. Era de esperar al tratarse de extranjeros y esa ropa abrigadora que Izuku no resistió y retiró colgando de su brazo.

—¿Estás seguro de estar con eso aún?

Dijo con una lúcida sonrisa por percatarse de que el orgullo de Katsuki con su sitio de procedencia estaba encima de todo, quería dar una buena presentación al conocerse al rey de la isla.

La atención del omega pasó al ruido encima de ellos, vio muchas aves exóticas volando entre los árboles más altos y respingó con asombro de ver sus singularidades, esa curiosidad de explorador que tenía tatuada desde su vida pasada surgía en ese tipo de escenarios.

—Mira ese, y ese... Son tan lindos, ¿crees que tengan el pico así en base al tipo de alimentación que tienen?

Señaló sin disputa hacia las aves que alcanzaba a ver antes de que desaparecieran en las copas donde probablemente estén sus nidos. Un sobresalto emergió al percibir un mono bajar entre lianas a robar algo de fruta de un canasto, algo muy normal entre los locales, pero en Izuku era una gran novedad.

—¡Tengo muchas ganas de pasear por aquí!

Dijo con un de voz reprimiendo su emoción, apretó sus ojos y mandíbula queriendo mantenerse tranquilo en su camino hacia la casa de mayor tamaño en el sitio. Conocía perfectamente cual era su prioridad ahí, debía estar dando una buena primera impresión para ayudar a Katsuki a soldar una alianza comercial.

En lo que esperaban alguna aprobación Izuku tomó oportunidad en dejar el abrigo y gorro en un compartimiento libre de la carreta, también aprovechó para levantar algunos cargamentos y ayudarle a Katsuki con ellos hacia la casa.

—Volk sabe que debe mantenerse bien portado para que todo salga como esperamos.

Dijo con una risa entre dientes por la orden que le dio el alfa de quedarse a vigilar y no dañara a nadie. Antes de seguir a Katsuki despidió del lobo dando una furtiva caricia a una de sus orejas puntiagudas.

—Hiciste un buen trabajo, procura descansar.

Elogió el trabajo de Volk en llevarlos ahí con todo ese pesado cargamento de la carreta. Acudió con Katsuki adentro de la casa, una gran habitación principal iluminada por una antorcha a medias, el sitio era siniestro a diferencia de afuera.

Miró de un lado a otro precavido buscando a alguien más, respingó como un gato asustadizo por la abrupta voz que hizo eco en el sitio, las cosas que cargaba casi caían y como reflejo acercó a Katsuki para resguardarse.

El sitio tenía un acentuado olor cítrico, poderoso, un aura contundente que rápido hizo a Izuku asumir que se trataba de un alfa dominante, tal cual lo era Katsuki. Llegando a ese punto concluía que cualquiera que figuraba como un rey o líder con prestigio portaba dominancia, Momo como omega no era excepción.

Red String  [BkDk rol α/Ω]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora