Aguanieve

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Con la seguridad de que ya no habría peligro por el momento, dejó a Volk dándose un festín mientras que él llevo a Izuku adentro de la cabaña. El clima no era el mejor para estar afuera y menos para el omega que aún estaba delicado por el reciente celo, sin embargo pudo sentir cierta actitud fría en el menor.

Para Katsuki le pareció una reacción totalmente esperada, después de todo lo ocurrido no podía imaginar que clase de pensamientos pasaban por la mente del pecoso y no lo culpaba si ahora pensaba lo peor de él. Al entrar en la sala le soltó de los hombros y suspiro, notando como ambos estaban empapados y cansados.

La herida en su brazo causada por su propia mordida ardía se manera palpitante pero no le había tomado importancia, después de todo solía cicatrizar con rapidez cuando algo así ocurría. Además, no había tenido el tiempo suficiente de tratarla tras la segunda irrupción del forastero.

— Escucha... sé lo que debes estar pensando —

Comenzó a hablar siendo ignorado por completo y arrugó el entrecejo al observar como el menor tomaba uno de los sacos vacíos y lo comenzaba a llenar con sus pertenencias.

— ¿Que estás haciendo? —

Cuestionó confuso viéndolo subir y de inmediato lo siguió, entraron a la habitación que había quedado hecha un desastre, pero no tardó en adivinar lo que Izuku tenía en mente al notar como guardaba un cambio de ropa y se ponía el saco a modo de mochila en la espalda.

— ¿Qué diablos pretendes hacer? —

Cuestionó frunciendo las cejas y la respuesta tajante de Izuku le hizo levantar una de ellas. ¿Había escuchado bien? Ese mocoso estaba comportándose de forma tan extraña que para el rubio era difícil entender.

— ¿Te vas? ¿Estás jodiendo, no? —

Dijo cruzándose de brazos con una sonrisa ladina sin creerse lo que el menor le decía hasta que le observó rodearlo y salir de la cabaña pese al mal clima. Katsuki se quedó estático en su lugar procesando lo que ocurría y rápido camino tras él.

— ¡¿A dónde demonios crees que vas idiota?! ¡Estás en periodo de celo y no conoces este lugar, es tarde y es peligroso vuelve adentro de la maldita cabaña ahora! —

Le gritó mientras le seguía a unos pasos de distancia, pero Izuku expresó con una voz rota como no quería seguir siendo una carga, asegurando que le daba asco y que no quería nada de eso pese a tratar de esforzarse, Katsuki arrugó el entrecejo con una mueca descolocada.

Freno su andar al notar a Izuku detenerse también. No supo que decirle pues realmente el tampoco quería nada de eso, odiaba la idea de estar casado con alguien que no quería y tampoco quería decirle que no era una carga pues para Katsuki todo era una carga, desde pequeño había tenido el peso de un fururo mandato sobre sus hombros. Jamás le fue permitido equivocarse o tener miedo. Todo era una carga pero lo que no pudo evitar estar en desacuerdo fue con el hecho de que el Omega aseguraba por ambos cuando decía que le provocaba asco el tan solo olerlo.

Katsuki apretó los puños y los labios, quería decirle que eso no era así, que el motivo por el que le hacía muecas no era por asco si no por todo lo contrario, pero era más su promesa a esa persona de sus sueños lo que le causaba alejarse. Quería ser fiel a esa promesa e Izuku se había vuelto un pequeño obstáculo para lograrlo.

Puso detectar el llanto en la voz ajena, ese temblor que no le había escuchado antes, era la primera vez que lo escuchaba llorar de esa forma mientras hablaba y escucho decir que se no ser por su madre estaría muerto en ese mismo instante en el ritual de aquella ciudad que Katsuki jamás comprendió, pero lo siguiente que escucho de aquel omega que le daba la espalda le hizo enfriar la mirada.

Red String  [BkDk rol α/Ω]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora