Red String [BkDk rol α/Ω]

Pacto II

Entre más se alejaban más le era difícil creer que estaba renunciando a lo que más amaba en el mundo, a lo único que tenía y le importaba. Se marchó con el alma hecha trizas y un hueco en su corazón pero la advertencia había sido muy clara y All Might lo corroboro con tristeza.

Katsuki sentía que cada centímetro que avanzaba junto a Volk era una espina que se le clavaba en el alma, Izuku era su mundo, su luz, sin él estaba seguro que no valía la pena seguir viviendo pero había hecho una promesa, protegería a Izuku a toda costa, evitar que más tragedias ocurrieran era la única opción y para eso debía renunciar a él y el amor que tenían.

La condición del pacto era muy injusta, ¿Por qué les permitían volver a reencontrarse y amarse si solo sería para tener una vida repleta de sufrimiento? ¿No se suponía que habían reencarnado para tener una vida feliz?. Las cartas del destino eran crueles y el alfa no entendía si solo eran juguetes con los que los dioses se divertían a sus anchas. Habían pasado ya por tanto como para que las cosas tuvieran ese final agridulce, sin embargo no había más opciones.

Irse y que sus vidas fueran tranquilas aunque no estuvieran juntos o quedarse a su lado pero orillarlo a sufrir el resto de su vida. Era una decisión tan injusta. El alfa estaba muy molesto y decepcionado pero sobre todo roto. Lo único que le daba un poco de seguridad era saber que el menor no estaría solo, tenía a su madre, a su abuelo el rey y ahora un mejor hogar o al menos eso quería creer.

Vivir en un reino de la talla de Neian no se comparaba con su pequeña y recóndita tribu, estaba seguro que Izuku tendría una mejor calidad de vida alli, al menor le gustaba ese lugar y sus riquezas, se lo había dejado bien claro en más de una ocasión durante ese lapso de días que llevaban de visita allí. No lo culpaba.

"Deseo que solo haya prosperidad para ti, se que así será por qué estoy rompiendo el pacto al alejarme de ti, solo espero que puedas perdonarme y no olvides jamás mis palabras y mi promesa, te amare para siempre... Se que será casi imposible pero intenta ser feliz, Izuku, mi amor"

En medio de la oscuridad avanzaron adentrándose en el bosque, mientras la luz de la luna aún caía sobre ellos y las altas copas de los árboles se movían con el viento un tanto frío.

Avanzaron hasta perderse en lo profundo del bosque, en donde pararon para crear una discreta fogata y descansar un rato antes de que el amanecer llegará. Volk se acurrucó a su lado acunandolo, gruñendo bajito en reproche y el alfa sonrió levemente.

— Se que podría intentar buscarnos, pero tenemos la ventaja de haber salido temprano, no va a preocuparse hasta que sea muy tarde y note que no regresé... Así que tenemos tiempo para ir al puerto con calma Volk. Aún así debemos movernos y no quedarnos fijos en un solo lugar. —

Dijo mientras calentaba un poco de té en una pequeña taza al fuego de la fogata.

Suspiró recargandose con el lobo y miro al cielo enfocando en las estrellas que aún se veían lejanas. Miro al lobo de reojo y suspiro a sus gruñidos de nuevo.

— No tenía más opción, para romper ese pacto solo había un camino y era separarnos, si seguíamos juntos estaríamos destinados a tragedia tras tragedia... —

Los recuerdos de los gritos de Izuku tras la perdida del cachorro, la sangre del menor que mojo sus botas aquella tarde en que lo saco de la capilla de Gudrun, todo el dolor que podía sentir y ver en él, saber que algo así se podía repetir al doble de violento le helaba la sangre, no podía soportar la idea de volver a ver a Izuku retorciendo y gritando tan roto.

— Prefiero mil veces que suframos por la separación... A someterlo a algo como eso de nuevo. —

Se mordió la mejilla interna dando un sorbo al te y dejo la taza a un lado, acomo la bufanda de forma que le cubrió hasta la nariz y olfateo suavemente el aroma a te verde mentolado que aún había entre las cerdas. Volk chillo grave suspirando y el alfa río bajito.