Royal Woods Michigan - Parque - 6:00 p.m.
Podemos ver a nuestro protagonista, el cual se encontraba algo pálido, mientras se recargaba en el árbol, al mismo tiempo que Maggie se acerca con un par de conos de helado.
Maggie: Ten, creo que con esto, se te podrá bajar el miedo que sientes ahora mismo. - dice la pelinegra en un tono serio, mientras le daba un cono al albino, el cual comenzó a comerlo, poco a poco. - Hmm, siendo sincera no creí que ibas a aguantar tanto. Pensé que llorarías o gritarías en la primera escena.
Lincoln: Hmm... No... Yo sé que esa película, no era para mí, pero... Quise verla, para que usted no se quedará con las ganas. Y simplemente me mantuve callado, aguantando todo lo que pude. - dice el peliblanco algo nervioso, mientras seguía comiendo.
Maggie: Mjm, tranquilo. Al menos salimos del cine, ilesos. Pensé que iban a decirnos algún sermón, por qué estaban en la sala de una película que no es apta para ti. Aunque siendo sincera, me hubiera valido ese sermón. - dice la pelinegra con seriedad, mientras empezaba a comer su helado. - No suelo seguir órdenes muy a menudo. Que no sean de mi madre. Por ejemplo, quise pintarme el cabello de morado, pero ella no me dejó. Y siendo sincera, por un momento me dieron celos, ver tu cabello blanco.
Lincoln: Mi cabello... Hmm, si a veces me dicen que lo tengo pintado o que parezco un anciano. Pero eso no me molesta, jeje. Al contrario, me hace sentir bien. Hay pocas personas que tienen el cabello natural como el mío. Y eso es bastante genial. - dice el peliblanco con una sonrisa, mientras se ponía más cómodo.
Maggie pensando - Hmm, este niño es muy extraño, al momento de expresar sus sentimientos. Por un momento parecía un indefenso niño asustado y ahora se pone feliz, de la nada. Será que sabe ocultar bien sus emociones. O habrá tenido algún dolor en el pasado. Hmm... Esto es algo interesante. - dice la pelinegra en sus pensamientos, mientras observaba fijamente al peliblanco, el cual comienza a mirar el cielo.
Lincoln: Hmm... Se que ya está atardeciendo, pero... Esas pocas estrellas que hay en el cielo, se ven muy bonitas. Aunque... Al lado de la luna, siempre aparece una que veo todos los días. - dice el peliblanco con una leve sonrisa, mientras miraba hacia arriba.
Maggie: ¿Una estrella al lado de la luna?, eso suena extraño, pero bueno quien soy yo, para juzgar. Aunque... Dime, tiene algo de especial esa estrella. - dice la pelinegra con seriedad, mientras miraba el cielo.
Lincoln: Si... Mi abuelito, está allí, viéndonos. El me cuida desde allá arriba y... Se que ahora está muy contento. Por qué cuando veo esa estrella brillar, pienso que el está riendo y sonriendo como siempre lo hacía. - dice el peliblanco en un tono tranquilo, dejando algo sorprendida a la pelinegra.
Maggie: Hmm... Ya veo. Tu abuelito debió ser una buena persona, para que lo veas así. Pero... Sin ser entrometida, como fue que el terminó allá arriba. - dice la pelinegra en un tono de curiosidad, mientras se coloca un poco más cerca del peliblanco.
Lincoln: Hmm... Un día... Cuándo se fue a dormir su siesta de siempre... Quise ir a despertarlo, para jugar pero... El no despertó y no pude hacer nada. Se fue arriba y ahora me iba a cuidar desde allá. Hay veces que me pregunto, si el no se hubiera ido a dormir... Seguiría aquí... Conmigo. - dice el peliblanco en un tono bastante bajo, mientras que Maggie lo miraba atónita. Al mismo tiempo que los ojos del peliblanco brillan por un momento, para luego dejar caer unas lágrimas. - Sniff... Perdón. Hay veces que me pongo así, cuando cuento esto.
Maggie: Ay rayos... No, perdóname tú a mí, por preguntar. Creo que debí ser más discreta, a la hora de hablar. Lo lamento. Yo se lo doloroso que es perder a alguien. Tampoco conocí a mi padre, y muchas veces... Pensé que había fallecido. Aunque ahora puedo confirmarlo, cuando voy a visitarlo. - dice la pelinegra en un tono serio, mientras veía como el peliblanco, sube nuevamente su mirada hacia arriba.
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Nuestro nuevo hermanito
FanfictionRita Loud es una mujer de 39 años, la cual a lo largo de su vida siempre a deseado algo, un deseo el cual siempre ha estado en su corazón y ese es tener un hijo varón, aunque jamás pudo tenerlo, pero un día adopta a un pequeño de 6 años el cual camb...