Un alfa antes del asteroide |Jinkook|

39.Pide un deseo

Jungkook

Dicen que los deseos de cumpleaños son especiales, supongo que sí, tiene su magia soplar las velas mientras pides un deseo y todos están alrededor.

Para mi cumpleaños número 15 quería presentarme como un omega y encontrar a alguien a quien amar, para mi cumpleaños número 16 quería encontrar a mi alfa destinado antes de que llegara el asteroide y para mi cumpleaños número 17 quería estar cerca de Seokjin aunque no fuera mi destinado, puedes amar a alguien hasta los huesos sin ser necesariamente destinado, así como mis mamás.

Afortunadamente mis deseos han sido escuchados por la madre luna y me siento con fortuna que podría probar suerte y desear que no haya fin del mundo, pero eso es algo que llevo deseando desde que dieron la noticia del asteroide. Por lo mientras queda contemplar lo maravilloso que es la simpleza de lo cotidiano.

Seokjin ha estado demasiado presionado por todo lo que conlleva su cambio como un alfa maduro, con lo de la escuela, todo se ha juntado llevándolo a un estado de estrés más elevado. Por lo que escaparnos al menos una vez, la última noche de agosto, nos parece justo.

Salgo de mi casa viendo que todo siga obscuro y evitando hacer ruido mientras Seokjin me espera detrás del árbol en el coche de su madre. Llego al auto y entro evitando hacer ruido cuando cierro la puerta, la calle está en completo silencio que temo que si hago el más mínimo ruido, mis mamas se despertaran.

—Feliz cumpleaños — me dice Seokjin. Veo el reloj en la pantalla del auto.

— Aún no inicia septiembre, además yo nací a las 4 de la mañana —le respondo sin poder evitar detener la sonrisa que surge de mí.

— Aun así, feliz cumpleaños, quiero ser el primero en felicitarte — se acerca y planta un beso, que lo corto antes de que se alargue como él acostumbra.

—Vamos quiero ver venus.

Él asiente no muy satisfecho, prende el auto sin encender los faroles hasta que estamos lejos de mi casa. Seokjin leyó un artículo que decía que Venus sería más visible en estos días, él dice que para ver con más claridad el planeta tenemos que ir a un lugar a las afueras de la ciudad, donde el cielo sea menos espeso, aunque eso consiste en escapar de casa, no dormir una noche y pasar frio, creo que es algo romántico porque así fue como por fin Seokjin me volteo a mirar cuando se acercó a ayudarme a ajustar el telescopio para ver a Neptuno.

Conduce hasta que se van perdiendo las luces de la ciudad, hay pocas casas alrededor y llegamos a una pequeña meseta, que se vuelve difícil subir con la camioneta de su mamá, por lo que se queda a medias y tenemos que terminar de subir a pie cargando el telescopio que le presto Namjoon y algunas mantas para cubrirnos del frio.

Al llegar al punto más alto, Seokjin arma el telescopio mientras que yo solo puedo observarlo y pasarle las piezas que me pide. hasta que está listo, busca a venus entre todos los cuerpos celestes que desde simple vista son más visibles que si nos hubiéramos quedado en una zona más urbanizada.

—¿Lo ves? Esta allá —me señala con su dedo a un punto de luz, antes de dejarme observar en el telescopio —. Es fácil identificarlo, la luz que tiene no es intermitente como el de una estrella.

Observo sobre el telescopio hacia ese punto, se ve con más claridad la redondez del planeta, aunque sus colores no tanto, aun así me quedo pasmado porque a pesar de su distancia aun es visible. Al observar a venus me surgen varias dudas.

—¿Crees que en algún momento podamos observar al asteroide de esta forma? —le pregunto, Seokjin ve hacia el cielo como si intentara imaginárselo.

—Si, quizás en algunos meses... sí es que no lo detienen ¿quisieras venir a verlo? —dice intentando disminuir la tensión.

—Para mí próximo cumpleaños entonces.