33.No es un capricho

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Seokjin

Le dije a Jungkook que hablaría con sus mamás, pero fue en un momento en el que solo sentía el deseo de tener a mi omega en su momento más vulnerable, pero al enfriarse las cosas y estamos justo enfrente de la puerta de su casa, también tengo miedo, durante el camino hemos estado pensando todo lo que les diré, pero no sé si sea suficiente para ellas.

Además, que no sé si puedan notar que estábamos haciendo cosas que a ellas no les parecerán, en mí no olerían nada diferente, pero en Jungkook es fácil notar que su dulce vainilla es más fuerte que antes, aunque también podemos culpar a que su celo está cerca.

Jungkook abre la puerta y encontramos a sus madres en la sala, al verlo comienzan a recriminarle porque llega tarde e ignoro sus llamadas, pero se callan cuando Jungkook me deja pasar.

—Buenas tardes —las saludo con una reverencia, ellas se miran entre sí, a comparación de otras ocasiones sus miradas no son amables, en especial su madre omega nos ve con enojo a los dos.

—¿En dónde estaban? —su madre omega se acerca más en un intento de olfatear a Jungkook y seguramente a mí —. Sabes que tu celo está cerca, no puedes andar como si nada en la calle —le reclama a Jungkook.

—Lo siento señora es mi culpa, lleve a Jungkook a comer y nos distrajimos más de la cuenta —es parte de nuestra mentira, la señora Jeon me mira con los ojos entrecerrados intentando analizarme.

—¿Ahora si se acuerdan de que mi celo está cerca? —comienza a recriminarles Jungkook, su tono de vos es triste, pero aun así su madre omega se acerca más a él.

—Lo sé, por eso te estoy cuidando, no puedes andar en la calle sin que nadie te proteja.

—Jin lo hace, él es mi alfa y... —Jungkook baja la cabeza cuando su mamá resopla seguramente soltando feromonas para someterlo, no me gusta verlo sumiso ante alguien, aunque sea su mamá, pero si quiero que salga a como lo hemos planeado debo mantener al margen los instintos de mi alfa.

—Gracias por cuidarlo y traer a Jungkook a casa —se dirige a mí su madre alfa que ha estado más calmada a comparación de su esposa, pero es como sí me estuviera pidiendo que me vaya.

—No hay de que, para mí Jungkook es mi prioridad y lo cuidare hasta de mí mismo —miro hacia Jungkook, ahora sus ojos son más cristalinos —. Sí vine aquí es porque quiero hablar con ustedes, si me lo permiten.

—¿Sigues con lo mismo Jungkook? Pensé que ya habías entendido que no dejaremos que alguien te asista —dice su madre omega, Jungkook suelta las primeras lágrimas de sus ojos, su dulce vainilla se desvanece volviéndose más opaca, tomo su mano en un intento de reconfortarlo y recordarle que estoy con él.

—BoYoung —interviene su esposa —. Escuchemos lo que dice Seokjin, podremos considerarlo —la señora omega ve a su esposa como si se sintiera traicionada y luego me mira a mí con frialdad.

—¿Qué es lo que tienes que decir? —me pregunta, al menos que no puedo percibir sus feromonas, no me hace sentir tan nervioso como debería estarlo.

—Toma asiento, por favor —señala la alfa con un tono de disculpa por el comportamiento de su esposa.

Me siento al lado de Jungkook en el sofá enfrente de sus mamás, aprieto su mano aun con la mirada de ellas sobre nosotros, Jungkook sigue con la mirada baja como si no pudiera ver a sus mamás. Tanto él como yo deseamos esto, es algo que tiene que ver más sobre nuestro lado animal.

Comienzo por hablar con ellas de todo, a pesar de que Jungkook ya les había mencionado mi situación, decido volver a decirlo para dejar en claro porque necesitamos estar juntos. Su madre alfa nos escucha con atención mientras que su madre omega parece aun en negación.

Un alfa antes del asteroide  |Jinkook|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora