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Mariana

Ya se hizo de noche, así que me apresuro a arreglarme lo mejor que puedo, necesito pasar desapercibida si logro salir de aquí.

Me pongo un vestido con unas hermosas zapatillas que jamás creí tener y peino mi cabello dejándolo suelto.

Una vez estoy lista me asomo por la ventana percatándome de los primeros carruajes que llegan, de los cuales se bajan personas con ropas muy finas y elegantes.

Espero que mi plan funcionen, sino estaré perdida.

Camino de un lado a otro esperando que el tiempo pase. Se empieza a escuchar la música que viene de abajo asegurandome que la celebración a comenzado.

Pasadas unas horas de estar viendo por la ventana, veo cuando un joven camina por con tranquilidad observando el lugar mientras bebe una copa.

Entonces sé que esta es mi oportunidad y empiezo a llamarlo euforicamente.

- Joven!, joven!! - mientras agito mis brazos-

El voltea dándose cuenta de mi presencia y se acerca al balcón.

- Buenas noches señorita, ¿Se le ofrece algo?

- si, es que ya estoy lista para bajar a la fiesta pero perdí la llave de mi habitación, así que estoy encerrada y no sé cómo salir, ¿usted podría ser tan amable de ayudarme?.

- qué terrible, no se preocupe, por supuesto que la ayudaré.

- Muchas gracias, es usted muy amable. - le doy una sonrisa-

-Perdón, ¿podría decirme su nombre?

- se lo diré cuando suba - le digo sin dejar de sonreír, intentando parecer simpática. tengo que evitar ponerme nerviosa a toda costa si quiero que me crea-

-¿lo promete? - Pregúnta divertido -

- lo prometo....

Él se da la vuelta y ruego porque nadie le pregunte nada al subir.

Doy vueltas por toda la habitación de lo ansiosa que estoy, necesito salir de aquí.

Escucho toques en la puerta y me aproximo a ella.

- Señorita, ¿se encuentra ahí?

- Si si, aquí estoy, por favor, tumbe la puerta si hace falta pero saqueme de aqui, no soporto un minuto más este encierro.

- no se preocupe, no hace falta romper la puerta para eso. - veo como se quiebra la manija de la puerta abriendose inmediatamente y no se como pudo lograrlo-

- Si! - mi corazón se acelera al ver como la puerta cede- muchas gracias por ayudarme... - le digo efusivamente-

- No se preocupe, ¿ahora si me va a otorgar la dicha de conocer su nombre? - sonriendome con amabilidad-

- Me llamó Mariana, y en verdad estoy muy agradecida con usted por haberme ayudado pero ahora si me disculpa, tengo que salir de aquí... -salgo de la habitación y me aproximo hacia las escaleras-

- espere, ¿porque tanta prisa? La fiesta apenas comienza - me dije el joven a mis espaldas-

- no, es que tengo que hacer algo primero -miro nerviosa hacia todos lados asegurandome de que no venga nadie- yo luego lo alcanzo en la fiesta.... dígame, hay muchas personas allá abajo?.

- Pues todos están en el salón aunque desconozco el número de personas que han sido invitadas.

- entonces no hay nadie en la sala? - digo asomandome por las escaleras -

Adherida a mi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora