Adherida a mi

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- Pero no hablemos de eso, es mejor ser cautelozas de ahora en adelante, pues alguien puede escucharnos y sería nuestro fin. - me asegura con miedo-

- entiendo. - asiento -

- ahora dime, ¿como estuvo el desayuno con Dimitri? - me pregunta esperanzada y yo sólo suspiro -

- Tuvimos una fuerte discusión, prácticamente se burló de mi restregandome en la cara que me había abusado sin yo poder evitarlo. - Mirtha baja la cabeza con tristeza-

- No debería actuar así. - niega con decepción -

- ¿de que te sorprendes?, él es un monstruo y por eso es imposible que sienta simpatía y compasión por los demás. Encima cuando se dio cuenta que me habia destrozado y humillado como nunca con sus palabras, me abrazó y y se disculpó

- ¿qué? - exclama con los ojos muy abiertos-

- Mirtha, no te dejes engañar, él ésta intentando manipularme con sus actitudes, últimamente actúa muy extraño y eso me da aún más miedo porque siento que sólo está buscando una manera de romperme aún más.

- oh... entiendo, pero eso si que está muy raro, el señor Dimitri nunca se ha disculpado con nadie, es más... es casi una regla no escrita para esa línea familiar. Su condición de Rey no se lo permite, sería obsurdo.

- Es que está tan empeñado en que le de hijos que creo que por ahí viene su comportamiento hipócrita.

- tal vez. -asiente - pero no te preocupes, no vas a queda embarazada por mucho que compartas cama con él.

- ¿Porque lo dices?

- sé que no haz logrado ser feliz a su lado y sabía que un hijo sólo empeoraria tu situación. - se frota las manos incómoda - así que me he encargado todo este tiempo de darte un brebaje casero en tus bebidas para que no quedes en cinta.

- ¿q-que? ¿Eso es posible? - pregunto asombrada-

- claro que si, ¿porqué crees que no haz quedado embarazada? - indaga con obviedad-

- oh... - suspiro aún impactada- yo, en verdad te lo agrdezco. - ella asiente con dulzura -

Dimitri

8 días después...

Han pasado varios días desde que intentó alejarse de mi, pero ahora está calmada, es como si por fin se hubiese resignado y aceptado que su lugar está conmigo.

Ayer le hice el amor, algo que nunca pensé intentar con nadie, pero con ella me nació, mi cuerpo me lo pedía.

Es la naturaleza de nuestra unión.

Se mantuvo quieta y me entregó su cuerpo, aunque sus ojos siempre evitaron los míos y las expresiones de su cara sólo reflejaban miedo, como si cada beso y caricia fuesen una tortura para ella.

¿Que acaso no ve que estoy siendo bueno con ella?

Me desagrada que tenga ese tipo de comportamiento cuando la hago mía.

Al menos ya no lucha, eso es un gran avance.

Este tiempo hemos compartido la mese; Desayuno, almuerzo y cena.

También decidí dejarla andar libremente por la casa, y le pedí a todos que vigilaran discretamente

Todo por ella, para que noté que estoy intentando darle comodidad. Sin embargo, siento que algo en ella cambió. La veo más triste que de costumbre, se mantiene silenciosa... es como si no tuviese vida.