Adherida a mi

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185 años después...

Dimitri

El dia que asesiné al padre de Mariana, me sentí satisfecho, porque por fin habia hecho pagar a ese bastardo por el daño que le causó.

Ella era mi pareja de vida y nadie tenía derecho de tocarla, sólo yo.

Desde aquél día como prometí, muchas cosas cambiaron, no volví a asesinar por mano propia y menos sin una razón de peso.

Les di a los humanos el derecho a un juicio justo; ladrones que osaban alterar el orden en mi ciudad.

Modifiqué muchas de las leyes que habían impuesto mis ancestros.

Leyes que sólo eran beneficiosas para la raza vampirica y que sólo tenían en cuenta a los humanos como herramientas de trabajo a los cuales se les pagaba una miseria por sus labores.

Yo cambié esas leyes, las hice más justas para los humanos, les brindé la oportunidad de desarrollarse en otras áreas más avanzadas.

Aunque asumí las consecuencias esas decisiones.

Me gané el odio eterno de mi abuelo y de una gran parte de los vampiros cortesanos, pues el repudio hacia los humanos no es algo que se puede cambiar de la noche a la mañana, siempre ha estado en nuestro estilo de vida tratarlos con desdén e indiferencia.

De vez en cuando le echo una mirada al pasado intentando imaginar que pude tenerlo todo.

Ese todo era ella.

Hoy se cumplen 185 años de su muerte, una muerte causada por mi. Fui yo quien la llevó a eso, mis prejuicios estupidos y mi insensatez.

185 años que cada día han prometido hacer de este vacío en mi pecho aún más grande.

Sólo me queda asumir mi castigo; Vivir en soledad sin ella.

Te amo Mariana, y siempre te amaré.

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Año 2018 - Actualidad

~Inglaterra ~

Me doy una última mirada en el espejo acomodandome mejor mi traje para luego salir de mi habitación.

Bajo las anchas escaleras de mi mansión encontrándome al final de éstas a Kalika, mi asistente.

- Buenos días señor Blackstore-

- Buen día. ¿que tenemos para hoy? - continué hacia la salida y ella seguía mi paso mientras leía su agenda electrónica. -

- tiene una junta con los socios de Azerbaiyán, de ocho a once de la mañana. Después revisión de propuestas de inversionistas y verificación de términos de contratos.

Papeleo y mas papeleo. Me he encargado de hacer crecer mi herencia grandemente, soy un multimillonario que a lo largo de los años ha tenido que aprender a adaptarse a los cambios de época.

La mayoría de mis negocios los llevan mis apoderados, siempre bajo la marca "Blackstore", nunca bajo mi persona, pues si llegase a estar en el ojo de las cámaras y descubrieran que soy el dueño de esta. En el futuro podrían darse cuenta de que no puedo envejeser y eso sería un fastidio.

Aunque han habido épocas en las que no me he mantenido oculto, pues cambio el aspecto de mi rostro usando un hechizo.

Ésta es la primera de las épocas en las que me muestro tal cual ante los demás con mi verdadero rostro.