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Mariana

Abro mis ojos, y al enfocar me doy cuenta que unos brazos me rodean.

Volteo mi cabeza asustada y al ver ese rostro que tanto daño me ha causado, la realidad me golpea. Una sé si de imágenes inundan mi mente y el corazón a me encoge.

Dolor, eso es lo que siento.

Ni los golpes que me daba mi padre me han dolido tanto como esto.

Mis lágrima salen como cascadas, mientras él duerme profundamente y sin remordimiento alguno.

Hago lo posible por salir con cuidado de sus brazos sin que despierte y en cuanto lo logro, me alejo he intento ponerme de pie ni siquiera me preocupo por tapar midesnudez. Al hacerlo, es inevitable la sensación de que estuvo dentro de mi.

Un cosquilleo en mi entrepierna me hace llaver mi mirada hacia ellas y el estómago se me revuelve al ver gotas de su semes salir de mi.

Caigo de rodillas y me abrazo a mi misma intentando apaciguar este dolor mientras lloro en silencio.

¿Como fue posible esto?

Yo jamás me entregaría a él por voluntad, no entiendo nada. Me comporté igual que una ramera. Le entregué mi cuerpo tal y como el quería, no se que sucedió, yo sólo recuerdo que esta sobre mi y luego sus ojos.... No lo sé... de resto sólo recuerdo como me hacía suya.

¿¡Como pude hacerlo!?

Siento mi cuerpo bastante agotado por él, así que vuelvo a la cama sin importarme lo sucia que estoy. Aunque me lavara una y mil veces no dejaría de estar sucia. Me doy tanto asco.

Me cubro con la sábana lejos de él y sólo pienso en intentar recordar el motivo por el cual acepté algo tan horrible.

No sé cuánto tiempo pasa pero me pongo alerta en cuanto siento movimiento sobre la cama. Su mano se posa sobre mi cintura provocándome asco.

- déjame. - le digo con rabia e impotencia. Lágrimas siguen corriendo por mi rostro y en ningún momento me giro. No quiero hacerlo.- ¡Me das asco!. - tomó su mano y la alejó de mi con brusquedad. Lo escucho gruñir con molestia y siento cundo se levanta.-

Lo veo tomar su ropa, una vez vestido me mira con seriedad y yo sólo aparto la mirada.

- te traté bien mientras te hacía mía, no se cual es tu jodido problema.

- ¡tu eres mi problema! - grito - odio que me toques, tu presencia es una tortura para mi. - me levanto de la cama envuelta en la sabana- Sólo escuchar tu voz me hace sentir tan miserable, y la repugnancia que siento cuando me tocas me produce náuseas. ¡Te odio! Y preferiria arrancarme las entrañas antes de llevar en mi vientre a tus despreciables hijos!

Eso bastó para que en cuestión de segundos estuviese frente a mi estrellando su mano contra mi pejilla.

Caigo al suelo por la fuerza de su golpe y noto que ha roto mi labio al ver gotas de sangre caer al suelo.

- Deberias cuidar lo que dices si quieres conservar tu vida.

- esto no es vida. Eres un monstruo y espero que algún día pagues por todo el mal que me haz hecho... - le miro con odio -

- en cuanto más rápido aceptes tu realidad empezarás a apreciar la vida que te estoy dando. - afirma con rabia - ve a darte un baño para que salgas a tomar aire.- me ordena con seriedad para luego salir de la habitación dando un portazo-.

.

.

Me encuentro a fuera mirando hacia el horizonte en compañía de mirtha. Mantiene su distancia y como cosa rara se mantiene muy silenciosa. No hace falta que le diga nada pues obviamente se imagina lo que pasó.

- Cómo me gustaría ser libre pero ya veo que esa libertad tal vez sólo sea posible en otra vida. - digo en voz alta para que no escuche. Ella acerca tomando posición a mi lado observando conmigo hacia el horizonte.-

- No digas eso... uno puede creer que la está pasando mal pero uno no sabe si le pueda ir peor en otra vida.

- ¿y se supone que eso debe ser un consuelo para mí? - la miro - yo no aguanto un solo día más al lado de ese hombre, siento que sus acciones en mi contra están consumiendome lentamente. - mis ojos se cristalizan- No quiero esto Mirtha, no lo quiero. - rompo en llanto y me lanzó a sus brazos, ella me recibe y me arrulla.-

- tranquila... - me susurra- ¿te digo algo? Yo al igual que el señor Dimitri he vivido más de lo que crees y te seguiro que las cosas pueden mejorar.

- No quiero que mejoren, quiero que terminen... - le digo entre sollozos-

- entonces terminará si es lo que en verdad deseas, sólo debes tener paciencia. - ¿como puede pedirme eso?- te traeré un te, no me tardo.

Ella se adentra hacia la casa y yo solo miro a mi alrededor. Hay dos trabajadores de Dimitri, ellos simplemente caminan por ahí, es obvio que me están vigilando.

Aun asi tengo que intentarlo.

Entonces aprovecho que éstos están hablando y me echo a correr.

Corro con todas mi fuerzas intentando escapar. Escuho gritos a mis espaldas y se que han empezado a perseguirme. Miro hacia atrás corroborandolo, pero también veo a Dimitri salir de la casa.

Miró hacia en frente e intento correr con mayor rapidez pero de un momento a otro un dolor muy fuerte en mi pecho me hace dar un grito de dolor haciéndome caer al suelo. Me retuerso con brusquedad y de un momento a otro sólo veo oscuridad...

En alguna parte de la casa...

- Vamos, sabes que me debes muchas, tienes que ayudarme...

- ¿porqué quieres meterte en un asunto que no es tuyo?

- porque no me gusta hacerme de la vista gorda.

- esto es muy peligroso para ti, si alguna vez lo descubre

- No tiene porque suceder, yo me encargaré de eso.

- si por algún extraño motivo decidiera aceptar, no quiero que me estes pidiendo ayuda después, de aquí en adelante te las arreglaría como puedas.

- No pasará, pero si llegase a suceder, hipotéticamente hablando... jamás mencionaría tu nombre.

- que peligro.

- mi peligro. ¿Entonces?, ¿tenemos un trato? - parece pensarlo-

- está bien.

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Espero les haya gustado el capítulo. 😍😍😍😍😍😍

Alejen de su vida a la gente falsa y todo lo que les pesa.

¡Saludos!

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