Termíno de tender la pequeña estera en el suelo con unas sábanas que yo misma he hecho con telas de ropa vieja. Me acuesto deseando dormir todo la noche porque estoy muy exhausta, no solo por los deberes, sino por los fuertes golpes que me a dado papá.
Por la tarde llegó a comer y se volvió a ir. No hace falta ser adivina para saber que se encuentra bebiendo como de costumbre.
El sueño se apodera de mi y ya empiezo a quedarme dormida, pero siendo como mi quitan mi sabana con brusquedad y no quiero abrir mis ojos porque sé que es él. Quisiera que dejará de hacer esto, no quiero, me da mucho asco.
Siento como desliza su mano por debajo de mi bata y me remuevo para que se aleje pero no lo hace.
- Oh... Elizabeth, regresaste.... - dice arrastrando cada palabra por tanta bebida-
siento como mete su mano entre mis bragas, abro los ojos y tomo su mano para alejarla de mi, pero eso lo molesta y se lanza sobre mi aprisionandome con fuerza.
- ¡basta papá! ¡No quiero! No me hagas esto por favor, soy Mariana, no mamá!! - lágrimas bajan por mis mejillas por que él no se detiene-
- Maldita zorra, ¡quieta! - siento como gruñe cerca de mi oído y siento su aliento a alcohol provocandome náuseas al instante -
Toma uno de mis senos por encima de la bata y sólo quiero que se detenga. Me remuevo como gusano y él no se detiene.
Miro a mi lado y no dudo en tomar la pequeña lámpara estrellandola contra su cabeza, provocando que se aleje rápidamente. Él queda aturdido pero conciente, no dudo el levantarme pero toma mi pié haciéndome caer boca abajo.
- ¿¡A donde vas maldita perra!?, ¡me las vas a pagar!!! -lanzandose sobre mi -
- padre, detente por favor!! Basta!! - pierdo todas mis esperanzas cuando sube mi bata y toma mis bragas -
Me remuevo lo mas fuerte que puedo hasta que doy con su cara, sin dudarlo lo tomo arañandolo con todos mis fuerzas provocando un grito de su parte.
No se en que momento logro salir debajo de él y me echo a correr fuera de la choza como alma que lleva el diablo. Sin importarme que sea de noche. sin importarme que estoy en bata, ignorando el dolor en mi cuerpo que dejaron sus golpes y mis pies descalzos.
Escucho sus gritos a mis espalda pero no tengo el valor de detenerme porque sé que si regreso me espera lo peor.
Cuando veo que estoy lo suficientemente lejos, me siento cerca de un árbol. Miro al cielo encontrandome con hermosas estrellas que me hacen sentir una pequeña paz.
Como quisera ser una de ellas, estar lejos de todo si y de todos... lejos de él.
Me abrazo a mi misma para apaciguar el frío de la noche y escuchando el canto de las cigarras, caigo así en un profundo sueño.
Alejo mi mano de su frente y la rabia se acrecienta en todo mi ser. No existe un jodido ser que pueda tocarla, ¡ese derecho es mío y de nadie más!.
Esa mierda humana se atrevió a poderle un dedo a su propia hija de manera indebida y lo pagará caro. - respiro profundo intentando calmarme-
¡Maldición!.
Ahora entiendo porqué me decía todas esas cosas sobre su llegada aquí. Nunca quise escucharla, pues siempre estuve cegado por la desagradable realidad de estar emparejado con una humana. Sin embargo, odio también el hecho de que alguien haya intentado tomar que es mío.
Necesito pensar muy bien las cosas, creí que Mariana venía de una familia disfuncional y que por eso debía ser berrinchuda y caprichosa, una mocosa acostumbrada a hacer lo que quisiera, pues la primer vez que me adentré a sus recuerdos, solo vi como su madre se iba de casa con su hermano pequeño. No quise ver más porque supuse que ahora tenia una madrastra y que se había ido de casa como acto de rebeldía o algo parecido. Cualquiera cosa menos esto.
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Adherida a mi
VampireBienvenidas "- ¿Porque me haces esto?, Porque?""- Por que eres mía, de hecho, eras mía desde antes de nacer.Y por supuesto, desde antes de nacer, ya te deseaba.""- Un día te arrepentirás de todo lo que me haz hecho, y ese día no estaré aquí para esc...