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Después de un largo rato - que para mi fue eterno - de estar haciendo con mis pechos lo que le dio la gana, cayó a mi lado respirando de manera agitada.

Sus supiros de conformidad me daban asco.

Su mano se coló entre mis piernas palpando mi vagina. Me removi un poco hasta donde el dolor me lo permitía.

- te he dejado bien llena, espero que sea suficiente para que me des a mi sucesor. - no respondo. El aleja su mano y se levanta para recoger su ropa y empezarse a vestir - ¿pero sabes?, ya no tengo problema en seguir cogiendote, creo que al menos en esto no eres tan inservible... - dice con una sonrisa burlesca la cual sólo miro de reojo para no encontrarme con su mirada.-

Antes le hubiese gritado una mil cosas, pero no. Ya comprendí que ponerme de tú a tú con él, es una batalla perdida.

Aún asi, el hecho de tener un hijo de él en mis entrañas me repugna de sobremanera.

¿Que si he soñado con tener hijos?. Claro que sí, pero jamás de esta manera. Cargar en mi vientre hijos que lleven su sangre sería condenarme a toda una vida de desdicha.

Sé que no saldria nada bueno de esto, empezando porque viviría con la incertidumbre de saber que pueden ser como él, que pueden heredar su maldad y su soberbia.

¿Como podría llevar una vida así?

No quiero un hijo que vengan de él, los terminaría odiando por todo lo que este animal me ha hecho.

- Espero que te haya quedado claro tu lugar porque como ya sabrás, - termia de ponerse su ultima prenda - me gusta que se haga mi voluntad, así que ponle empeño si quieres que tu estancia en mi casa sea llevadera. - afirma - Por tu bien, no vuelvas a cometer una imprudencia como salir de la habitación porque si crees que he sido malo contigo, te aseguro que aun no llegas a saber la magnitud de mis alcances. - me dices esto último para luego salir de la habitación.-

Lágrimas corren por mi rostro, y me refugio en las sábana mientras pienso en lo diferente que fuese mi vida si no hubiese venido aquí.

Seguramente estuviese pasando necesidades en cualquier otro pueblo, pero todo hubiese sido mejor a estar en este infierno.

¿Que habré hecho mal para tener que sufrir de esta manera?

Dimitri

Salgo de la habitación satisfecho, y eso no me lo esperaba. La maldita parece ser buena en esto.

No se que pensar acerca de la decisión que a tomado mi abuelo respecto a no casarme nunca.

Seré el primer rey en toda la historia que gobernaré solo durante mi mandato. Tampoco es que estuviese enamorado de Judy, en realidad sólo le propuse ser partícipe de mi plan porque no quería que nadie se enterase de que mi pareja es una insignificante humana. Obviamente aceptó gustosa, pues siempre estuvo tras mi culo como mosca en leche.

Por otro lado, sólo queda domesticar a la humana como un animal más, con eso me eviatré problemas futuros a con ella.

Aunque creo que con esto no volverá a desobedecerme ni en cien años.

Entro a mi habitación para darme una ducha mientras pienso en su jodido cuerpo.

No está mal...

En cuanto termino de vestirme, bajo para dar una vuelta por los alrededores y supervisar el sembrado.

Cuando llego, veo a los hombres trabajando arduamente, tal y como siempre lo he exigido. Sin embargo, noto algo diferente en ellos cuando se percatan de mi presencia, algo diferente además de su usual miedo reflejado en sus acciones.

Adherida a mi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora