Mariana
Después de darnos una ducha juntos, que por cierto fue un poco vergonzoso al principio pues aun no me acostumbraba a estar desnuda frente a él. Sin embargo, después de un rato lleno de caricias y besos me sentí muy comoda. Bajamos al comedor y esta vez prepararmos juntos el desayuno.
Aunque me sentía muy feliz por todo lo acontecido, no podía dejar de pensar en ese desagradable descubrimiento, y aunque le prometí a Dimitri pensar en nosotros, no voy a poder estar tranquila hasta preguntarle a Evelyn si sabe algo al respecto.
El desayuno se nos fue entre risas y besos, nuestros asientos estaban tan juntos que aparecían uno sólo.
Al terminar tomó mis manos y conecto su mirada con la mía.
— Mariana, tengo algo importante que decirte — sus ojos brillaban y podía notar la emoción en sus palabras. Mi corazón se aceleró rápidamente, mis mejillas ardían y las manos me empezaron a sudar.— tienes mermelada en la comisura.
¿¡que!?
De inmediato retiró mis manos con brusquedad sintiéndome bastante ofendida, mientras tomaba una servilleta de mala gana para limpiarme.
Él me miró burlón para luego explotar en risas. Me levanté de la Silla molesta dispuesta a regresarme a la habitación no dirigirle la palabra en todo el día pero antes de que quisiera dar un paso me tomó por la cintura sentándome sus piernas rápidamente.
Quise soltarme de su agarre pero me abrazó fuerte impidiendo lo aún sin dejar de reír.
— ¿quieres dejar de reír? — solté con molestia. Besó mi hombro y me miró fijamente—
— no tenías mermelada. —dice ésta vez con seriedad—¿quieres ser mi novia?
Mi corazón se acelera.
— ¿lo... estás diciendo en serio?
— te pediría que fueses mi esposa pero sé que todo esto es muy rápido para ti, no para mí porque me siento más que listo para dar ese paso contigo, así que por ahora sólo te pido que seas mi novia.— la emoción me embarga, y claro que quiero ser su novia. Acerco mi cara a la de él dándole a entender qué quiero besarlo, él sin dudarlo acorta la distancia pero antes de que nuestros labios se junten me alejo —
— tienes mermelada en la comisura. — suelto con burla y me levanto de sus piernas rápidamente con dirección a las escaleras —
—¡oye! Ni pienses que me dejarás así, exijo una respuesta ahora! ¡Y tambien mi beso! — corre tras de mí y yo me apresuro. Nuestras risas hacen eco en toda la casa y la verdad no recuerdo otro momento de mi vida en el que me haya sentido más feliz...—
Sé que no llevamos nada de conocernos, pero en este momento, justo en este momento, siento que lo amo...
.
.
15 días después...
Dimitri
Embisto con rapidez a mi mujer, la tengo bocarriba en la mesa de la cocina, su falda está subida hasta la cintura. Es la unixa prenda que le he dejado puesta.
Sus pechos rebotan con fuerza en cada una de mis embestidas. Llevamos largo rato así y no quiero acabar nunca, desde que nos hicimos novios no hacemos más que follar en cada lugar de la casa, nunca me había sucedido esto y sólo un vampiro que a encontrado a su pareja podría entenderlo; una vez que tocas a tu mujer la necesidad por ella te hace adicto y las demás mujeres pierden sus cualidades. Sólo existe ella.
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Adherida a mi
VampireBienvenidas "- ¿Porque me haces esto?, Porque?""- Por que eres mía, de hecho, eras mía desde antes de nacer.Y por supuesto, desde antes de nacer, ya te deseaba.""- Un día te arrepentirás de todo lo que me haz hecho, y ese día no estaré aquí para esc...