Epílogo

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Ricardo Corazón de León aparcó temporalmente sus obligaciones y permaneció en Kellinword hasta que concluyó la ceremonia de la boda, apadrinando a Gulf.

Mike y Duby, encerrados en las mazmorras, fueron condenados a ser ajusticiados. Gawin  Caskey de Noirmont sería también ejecutado. Confesó el rapto del pequeño Suppasit y sus posteriores intentos de acabar con su vida. Bajo tortura, descubrió a San de Lecoy, a quien se envió al cuidado de su prior con la orden expresa de que nunca saliera de su celda de confinamiento.

Iñaki de Nortich, que nada tenía que ver con los desmanes de su esposo, heredó sus tierras y posesiones, y Ricardo lo conminó a casarse de inmediato, dado que no podía dirigir solo el feudo.

A Kaownah se le arregló un matrimonio con uno de los caballeros de Alexander Jongcheveevat de Charandon.

Kamon, por fin, fue nombrado caballero por méritos propios.

Gulf lloró de felicidad cuando el prior lo unió en matrimonio a Mew. Pudo volver a abrazar a su hermano Mild, a Hellen y John, de quienes no se olvidaba.

Kellinword bulló durante unos días. Los corderos se asaron por decenas, los patos y las gallinas por cientos y hubo vino, cerveza y sidra para todos.

La luna iluminaba un cielo raso, y apenas unos cuantos criados quedaban en pie, muy a su pesar, medio serenos. La mayoría dormía en cualquier parte los excesos de la celebración.

En la habitación, Mew envolvía a su esposo en sus brazos. Sobre la cama, desnudos, cansados y saciados, lo besó en los labios y lo arrulló.

—¿De veras no querías casarte conmigo?

—No quería casarme con un maldito normando, mi amor.

Mew rió bajito, acariciando su vientre.

—Pero me encontrabas atractivo.

—¡Fatuo! —Gulf le mordió un hombro.

—Te amo, Gulf. —Lo abrazó con más fuerza—. ¡Oh, diablos! Creo que no me acostumbraré a llamarte Lord Kanawut, gatito.

—Me gusta así —sonrió Gulf—. De hecho, he pensado que el niño se va a llamar Gulf.

—¡Eso sí que no! Se llamará Kanawut Suppasit Jongcheveevat, Lord y señor de Kellinword.

Gulf se acurrucó y dijo:

—Así será, si es tu deseo.

A Mew el corazón le estallaba de amor.

—Mi deseo, esposo, es que nadie, nunca, te aleje de mí.

Gulf se dio por aludido y respondió:

—Soy un fuerte y orgulloso sajón, mi amor. Dime, ¿quién va a atreverse a intentarlo?




                          🖤FIN🖤

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