LA SILENCIOSA VERDAD.

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El calor estaba en su rostro por la furia que sentía, haber visto aquello fue totalmente inesperado.

Había tenido muchas dudas cuando los había visto marcharse, pero mirar eso e interrumpirlo fue más de lo que se atrevería a confesar ¿Freen realmente estaba a punto de besarse con ese tipo? ¿Qué pasaba con ella? Le había lanzado la propuesta en el baño, pero no había recibido respuesta, pero eso había sido mejor que una inmediata negativa, ella le había dado apenas un atisbo de sonrisa ¡Una sonrisa! Eso tendría que significar algo ¿no? Y por si eso fuera poco, no se había despegado la mirada durante la fiesta, cada una en su mesa, diciéndose todo y nada a la vez con sus ojos, no hacía falta palabras cuando sabían que la manera de mirarse decía demasiado.

Becky  comenzó a atar cabos cuando los había visto salir del jardín ¿Qué había pasado? Mejor y pensándolo bien, era mejor ni siquiera imaginarlo.

¡Ella le había coqueteado! Mirándola, tentándola, le había dado la señal más clara de que estaba en el mismo juego peligroso que ella ¿Y qué sucede? Se pierde, sin dejar rastros y como si nada ya no la encuentra, y ella hubiera deseado no merodear afuera por las dudas, ya que lo que había visto la había dejado completamente estática durante cortos segundos.

No se iba a arrepentir para nada de haber interrumpido aquello, probablemente luego Freen se iba a molestar y le iba a reclamar, pero no le importaba.

Jamás se iba a arrepentir de haber interrumpido que se bese con el asqueroso de Jungkook, quien la miraba como si solo fuera un trozo de carne que quería poseer, saborear de él y creerlo de su propiedad, no señor, ella había llegado mucho antes.

Becky  no dudaba de la clase de hombre que era, con tan solo mirarlo se le notaba, había conocido a muchos patanes como ese durante toda su vida ¿Cómo es que Freen no lo notaba? O quizás no lo quería hacer. De todas formas ahora había evitado algo repugnante de ver.

Freen tenía la sorpresa tatuada en el rostro cuando la sorprendió, Becky  se confundió por unos momentos, pero sospecho que quizás sea porque imaginaba no ser vistos, y más en esa situación tan... comprometida.

Se sentía demasiado enojada a la vez que sorprendida por lo mismo, pero más lo estuvo cuando aquel se atrevía a hablar en una conversación que no le concierne para nada, tenía tantas ganas de ponerlo en su sitio, pero con mucho esfuerzo se contuvo.

No dejó que Freen le diera alguna tonta explicación o excusa, que dudaba que lo hiciera en realidad. Simplemente interrumpió, dejó la indirecta y se marchó, sin querer saber más del asunto.

En cuanto había vuelto a la fiesta, busco a los recién casados para felicitarlos una vez más y marcharse de ahí en cuenta antes.

Becky  no comprendía- o no quería- el porqué de su estado de ánimo tan drástico.

Si había sentido algo raro en su pecho cuando vio aquello de lo que ya no quería recordar, había sido algo nuevo y totalmente revelador para ella, pero su pregunta era ¿Qué significaba? ¿Realmente quería saberlo? En el camino se había cruzado con William y le explicó a este que ya se retiraba de la fiesta, él no hizo preguntas incómodas, sino que dejó marchar a su amiga, la conocía y sabía perfectamente que con su comportamiento algo le estaba molestando a la castaña. De todas formas, luego se iba a enterar.

Cuando había pasado otra semana, Pailiu comenzaba a mostrar mejoras y a querer estar con más actividad por realizar.

Becky notó esto y teniendo un día de descanso en el trabajo decidió acompañarla al hospital, donde le darían una rehabilitación para su pierna y dejarle indicaciones de que movimientos hacer y cuáles no.

ENEMIGAS Y ALGO MÁS || FREENBECKYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora