Cap.34🍭

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Maratón 8/?

Minho entró delante de Lee know quién llevaba a Sungie en sus brazos, era la segunda vez que el Alfa rubí plateado tenía que cargar a Sungie en estado de celo y así como la primera vez, le estaba costando respirar bien.

Sungie iba muy bien agarrado del cuello de Lee know mientras Balbuceaba bajito y se restregaba en él buscando a su Alfa.

—Lee know llévalo a su habitación, enseguida voy.

Minho se dirigió a la cocina para pedirle a Nana que prepare mucha comida porque debían mantener a Sungie con muchas energías y té relajante y también decirle que estarían en la habitación de Sungie por tres días en lo que al omega le pasaba el celo y que si alguien llegaba que los hiciera irse.

Luego de ello subió y llevaba consigo fruta, mucha agua y toallas húmedas.

Cuando entró en la habitación del omega la oleada de calor de Sungie le caló hasta los huesos y se sintió de pronto invadido hasta la última célula de su cuerpo.

Una rápida mirada en la habitación le dejo saber que Sungie estaba acostado en su cama y Lee know parado frente a él totalmente estoico sin saber qué hacer.

Minho fue hasta la mesita de noche donde dejo las cosas que llevaba y le dio una mirada a su hermano.

—¿C-cómo está? —Preguntó también mirando a Sungie quien comenzaba a moverse inquieto en la cama echando su cabeza hacia atrás con su boca abierta, y sus manitas acariciaban su abultada erección, con sus mejillas rojas totalmente, sus labios más rojos de lo normal porque los apretaba contra sus dientes y sus ojos azules.

Lee know quién estaba totalmente perdido en aquella escena erótica y tierna ¿Se podía hacer eso? Ser tierno y erótico... tardó un poco en responder pasando saliva.

—Ardiente... q-quiero decir Ardiendo, en fiebre.

Minho sonrió de lado él también sentía lo que Lee know sentía. Iba a morir si no tenía a su omega ya.

—Mmm A-alfitas. —Llamó el omega con su voz jadeante. —Necesito A Alfitas...

Los dos Alfas se acercaron despacio hasta colocarse cada uno al lado de Sungie, el omega estaba caliente literal. La fiebre le había invadido por completo y temblaba, jadeando sintiendo todo su cuerpo pesado, un intenso deseo de ser tocado por sus alfas lo invadía.

—¡Alfas! —Volvió a llamar con insistencia a sus dos hombres ahí al lado.

—Si Sungie hermoso aquí estamos. —Fue Minho quien respondió alargando una de sus manos para acariciar sus mejillas.

—¡D-duele mucho!

Lee know también logró acercarse un poco más para pasar sus manos por su cabello.

—Tranquilo bebé nosotros te vamos a ayudar.

Sungie sentía el calor de su cuerpo ser más intenso con cada momento que pasaba, se sentó en la cama con sus piernas hacia atrás. Minho y Lee know también hicieron lo mismo, colocándose Lee know al frente y Minho por atrás. Sungie sintió cuatro manos enredar su cuerpo con caricias. El omega busco los labios del Alfa que tenía frente a él en un beso desesperado, con urgencia.

Lee know trataba de llevar el control de todo pues siendo la primera vez de Sungie como tal debían evitar dañarlo, y sus manos tomaban al omega de sus hombros y su cabeza para hacer más profundo ese beso, por atrás Sungie sentía al otro Alfa quitar uno por uno los botones de su camisa, Minho con paciencia lentamente retiraba los botones de la molesta prenda de vestir de su omega y a eso se le sumó Lee know y entre los dos le terminaron de quitar la prenda.

El Bebe De Los Alfas LeeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora