Cap.32🍭

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Maratón 6/?


Sin duda la vida de Sungie había cambiado por completo al conocer a aquellos dos Alfas sobreprotectores y mimosos. Sungie ya no sabía, ni si quiera se recordaba que era pasar hambre durante el día y esperar a que llegara su madre para comer algo, sus horas de soledad habían sido cambiadas por horas de diversión y atención por parte de los alfas, las jornadas de trabajo que debía hacer estando en casa como si fuese un esclavo también se habían convertido en jornadas de juegos y mimos al lado de Chocolatito y Galletita. En resumen, su vida completa había cambiado totalmente, ya no era más solo Sungie y aunque era como un niño grande había cosas que comprendía rápido y a su manera.

Su vida era todo calma y felicidad ahora que vivía con sus Alfas, sin embargo...

—¡Noo Sungie nooo!

Lee know chasqueó la lengua por quinta vez tratando de sacar a Sungie de su habitación.

—Algodoncito por favor hazme caso sal de la habitación, Lino y yo te estamos esperando.

—¡Nooo!

—No Lino creo que no va a salir, iré por las llaves. —Minho desapareció por el pasillo hasta bajar las escaleras y buscar las llaves de las habitaciones de su casa, no había de otra para poder sacar a Sungie de ahí.

Cuando las encontró subió rápidamente con ellas y vio a Lee know nuevamente tratando de hablar con Sungie.

—Bebé, Sungie precioso sal de ahí, es necesario que vayamos a hacerte tus chequeos generales al médico, no tenemos nada de tus registros médicos, no sabemos si eres alérgico a algun alimento o a alguna medicación. —Lee know recostó su cabeza en la puerta esperando una respuesta. Llevaban casi dos horas tratando de sacar a Sungie de ahí.

—Sungie irá al médico...

—¿Iras bebé?

—¡Pero Sungie no irá al dentista, no quiero!

Ambos alfas suspiraron de nuevo resignados.

—Sungie es necesario que chequen tus dientes, cosita traviesa come mucho dulce y no queremos problemas por eso.

—Noo Sungie no irá, Dentista malo.

Minho miró a Lee know, se intercambiaron miradas y los dos coincidían en que ver la película de Nemo en la que el dentista hace ruido con esos aparatos no fue buena idea antes de llevar a Sungie a su chequeo dental.

El Alfa pelinegro dio un paso hacia adelante y busco la llave correspondiente a la habitación de su omega, la introdujo y abrió lentamente, cuando los Alfas asomaron la cabeza por la puerta Sungie estaba tendido en la alfombra con los brazos abiertos y en cuanto los vio en la habitación se levantó rápido y corrió al otro extremo de ella.

—Sungie no quiere ir al Dentista. —Chilló nuevamente. —No enfermo.

—A ver bomboncito, esto es necesario y son cosas que son de rutina no es que estés enfermo es para evitar que lo estés. —Explicó Minho tratando de acercarse y Sungie retrocedió.

—Pero Sungie no quiere. —Cruzó sus brazos haciendo un puchero y girando su cabeza a un lado.

—Por favor Algodoncito acompáñanos si... te daremos un premio.

El omega volteó a verlo, analizando si le convenía o no ese premio.

—¡No! —Soltó de nuevo.

—Bebé, Sungie cosita...

El Bebe De Los Alfas LeeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora