Cap.8🍭

3.5K 428 96
                                    


MARATON 1/4

Su lobo estaba feliz y su corazón brincaba inquieto en su pecho pero ahí iba caminando por aquel jardín decidido y llevaba en sus manos unas bolsas y cajitas de dulces que de seguro pensó que iban a gustarle al pequeño omega y otras cosas.

Tocó aquella puerta que daba acceso tanto a la oficina como a la casa parroquial y espero paciente a que alguien abriese la puerta.

Finalmente escucho el ruido en el interior seguido de alguien quitando el cerrojo y la puerta se abrió.

San se quedó mirando extrañado a aquel joven de tez blanca y ojos grises.

—¿Buenas tardes?

—Ah si Buenas tardes Joven, ¿Viene a ver al sacerdote?

Lee Know negó rápido y mostró los dulces que tenía en la mano.

—Vengo a ver a Sunguie, le traigo dulces y unas cosas que quizá pueda necesitar. —Le mostró otra bolsa que llevaba.

San se quedó un momento pensativo en la puerta dudando si dejarlo pasar o no ya que en realidad no sabía con qué intenciones iba el Joven a ver a Sunguie.

—Sólo dígame algo Joven... ¿Está pretendiendo a Sunguie? Porque se va a casar.

Lee Know frunció el seño sin comprender.

—¿Quién se va a casar?

—¡Usted se va a casar!

—¿Yo me voy a casar?

—¿No se va a casar?

—¡No! ¡No me voy a casar!

—¡Creí que usted se iba a casar!

—Ahhhh ya... —Dijeron ambos al unísono después de comprender.

—Mi hermano se va a casar señor no yo, yo soy Lee Know y estoy soltero. —Repuso.

San analizó detenidamente a Lee Know y finalmente lo dejó pasar. No le parecía un mal muchacho.

—¿Qué intenciones tiene con Sunguie? —Si, San sonó como a un padre protector pero es que en poco tiempo se había encariñado con Sunguie, siempre estaba pegado a él preguntando de todo y el pacientemente le explicaba.

—Vera, es que Sunguie es... mi omega.

San abrió sus ojos comprendiendo entonces la situación.

—Entonces Sunguie encontró a su pareja Destinada. —Habló para si, eso de alguna manera era algo bueno, entonces significaba que Sunguie no estaba sólo en el mundo pero también se rehusaba a alejarse de aquella masita.

—¿Entonces?

Lee Know le miraba con aprensión mientras San caminaba hacia adentro.

—Espere aquí iré por él.

Lee Know se sentó en el sofá a esperar pacientemente y aunque por fuera parecía tranquilo por dentro era un manojo de nervios y ansiedad. Esperaba que le gustaran las cosas al rubio.

Unos pasos apresurados lo sacaron de sus pensamientos y divisó rápidamente una bolita de cabellos rubios correr hasta él y de pronto se sintió apresado por aquella cosita.

Sonrió contento y pudo percibir también a su lobo mover la cola feliz al igual que el lobo de Jisung quien corrió al lado del otro lobo y se olfatearon para luego darse mimos.

"Finalmente" dijo el lobo de Lee Know complacido.

—Hola pequeño, ¿Cómo has estado?

—Sunguie bien, sentir a Galletita todos los días pero no verte.

El Bebe De Los Alfas LeeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora