Cap.68🍭

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El camino hacia el lugar en donde supuestamente se encontraba la madre de Sungie quedaba a sólo unos kilómetros de distancia del hotel. En el auto Sungie descansaba su cabeza en el hombro de Minho mientras que Changbin conducía un auto y los demás hablaban sobre el caso de la madre de Sungie, debían llevarla al médico para confirmar si era ella su madre porque aunque Sungie dijera que si, las autoridades necesitaban que tuvieran como comprobante una prueba de ADN y así poder dejar que se la lleven del país hacia Corea nuevamente.

—Wow Sungie quiere de esos. —Un hombre pasó al lado del vehículo cuando este se detuvo en un semáforo en rojo.

Llevaba una infinidad de cosas curiosas y coloridas que atrajeron la atención de Sungie.

—¿Quizá después amorcito? Ahora llevamos un poco de prisa.

El omega asintió, sus alfitas le habían dicho que alguien lo estaba esperando y él iba emocionado pues su corazón y su lobito le decia que era alguien a quien había estado añorando.

—Creo que es aquí a la derecha Changbin.

El Alfa asintió ante las indicaciones de Hyunjin y siguieron por una calle bastante transitada por largo rato hasta llegar a un edificio. Era grande y bastante bonito.

Al estacionar Sungie sintió algo en su interior, era una inquietud que solo pudo calmarse cuando los Alfas sintieron su malestar y le comenzaron a transmitir tranquilidad y seguridad.

—Bien vamos nos están esperando.

Los cinco individuos entraron por las escaleras principales, llamában la atención de los curiosos quienes los veian con bastante interés.

Una omega les recibió amablemente cuando llegaron a la recepción, sonriendo de más a los dos Alfas gemelos.

—Bienvenidos ¿Son los Hermanos Lee? —Sonrió mostrando su perfecta dentadura.

—Si somos nosotros, tenemos una cita con el director de este lugar por el asunto de una persona que se alberga aquí.

La mujer sonrió mirando su computador y luego asintió.

—Por supuesto. —Habló Arrastrando las palabras sin dejar de sonreír a los Alfas.

Sungie observó todo aquello en silencio, ya conocía perfectamente lo que causaban sus Alfas en cualquier otra u otro omega así que simplemente se quitó la bufanda que llevaba puesta y se llevó una mano (Específicamente la que tenía sus dos anillos de matrimonio, teniendo cuidado de mostrarlos bien) y la pasó suavemente por su cuello, donde tenía las dos marcas.

La mujer dejó de sonreír en cuanto vio al omega hacer aquello y salió detrás de su mostrador para guiar a los presentes por el lugar.

—Sungie eres un travieso. —Murmuró Minho sonriendo por lo bajo, también pudieron apreciar las risas de Lee know.

Sungie por su parte iba feliz de haber marcado su territorio.

—Bien, por aquí pueden esperar en un momento aviso al director y los hago pasar. —Informó la omega hablando solamente con los Alfas y dejando de lado a Sungie.

Los Alfas asintieron mientras tomaban asiento y la omega se alejaba para entrar en la oficina.

—¿Estas bien Amorcito? —Preguntó Lee know, había notado bastante inquieto en su pequeño omega desde que salieron del hotel.

Pero los Alfas estaban seguros de que sea lo que sea Sungie iba a volver feliz a su país.

—Sungie está muy bien.

El Bebe De Los Alfas LeeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora