Cap.20🍭

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Jisung jamás se había ido a acostar con la pancita tan llena y satisfecho, si Jisung quería lechita Nana corría por la lechita, si Jisung quería frutita picada Nana corría por la frutita picada, ya casi le traía media despensa.

—Sungie llenito gracias Nana. —Dijo antes de acabar el último bocado, estaba en paraíso de los bocadillos.

—Sungie ¿Dónde te cabe tanta comida mi pequeño? —Preguntó Lee know asombrado del buen diente del rubio.

—En la boquita. —Fue su respuesta y por supuesto que eso se ganó un par de carcajadas de sus Alfas y de Nana.

Luego de tan deliciosa cena Minho le preparo la bañera para un reconfortante baño antes de dormir.

—¿Quieres espuma Bebé? ¿O burbujas? —Minho mostró los dos envases para que Sungie decidiera que quería para su agua calientita de la bañera.

—¿Sungie puede de los dos? —Hizo un tierno pucherito con sus labios con lo cual se ganó las burbujas y la espuma y una adorable sonrisa de Minho.

El Alfa pelinegro se puso en su trabajo de llenar la bañera y esparcir los polvos y la espuma en ella para que estuviera lista y cuando volteó para decirle a Sungie que estaba listo quedó totalmente ido al igual que Lee know quién iba entrando en el cuarto de baño con toallas limpias.

El pequeño omega se había despojado de la bata blanca qué tenía puesta quedando solamente en su ropa interior.

Los dos Alfas estaban en blanco y casi se les olvida como mover la mandíbula para articular palabras.

—¿Meter ya? —Preguntó sin pizca de pena o pudor alguno y mucho menos vergüenza de que los Alfas lo viesen desnudo totalmente.

Jisung parecía un bebito, pero era un chico de veintidós años era hermoso, sus piernas gruesas y muslos llamativos, un trasero firme y abultado como dos pomposas montañas de carne, una cintura delineada y delicada muy estrecha y su piel parecía de porcelana fina que hasta daba miedo tocarlo por el temor a dañarlo, Minho no apartó sus ojos de aquel cuello bonito y delicado donde un día iría su marca y Lee know no podía apartar la vista de aquella cintura tan atractiva a su vista que deseaba morder para dejar una marca temporal.

—S-sungie...

El lobo de Minho gruñó y Lee know se dio cuenta así que lo jaló para sacarlo del baño. Se suponía que Minho era el más serio de los dos, el más prudente, que siempre tenía los pies sobre la tierra, era analítico y bastante metódico y usaba racionamiento, pero parecía que el pequeño Omega fácilmente podía voltearle todo al revés.

—Si bebé ve al agua. —Habló Lee know desde la puerta.

Ambos Alfas afuera soltaron un gran suspiro, ¿En que tipo de aprietos iban a estar así con Sungie? Tan inocente, tan genuino y sin pizca de malicia o maldad en su ser. Tan único y excepcional era su pequeño omega.

—¡Minho cálmate!

—¡Cálmate tú! —Riñó el pelinegro.

—Eras tú el que gruñia, lobo idiota.

—Y tú te limpiaste la baba. —Refutó negando.

Jisung iba a matarlos un día.

Minho rodó los ojos y se asomó solo un poco, Sungie estaba dentro de la bañera llenando todo su cuerpo de espuma y tarareando una cancioncita de una serpiente que andaba por el bosque buscando una parte de su cola. Sonrió divertido y enamorado.

—Iré a prepararle la cama. —Dijo y entró en la habitación

Lee know por su parte fue hacia el armario para buscarle su ropa de dormir. Un pantalón holgado y una camisa de algodón blanca y fresca.

El Bebe De Los Alfas LeeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora