Cap.41🍭

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-Bien Sungie, ¿Podríamos iniciar hoy con el día en que viste por última vez a tu madre? Me gustaría profundizar más para conocer tu entorno cariño. -¿Podrías relatarnos un poco de eso?

Sungie quien estaba en medio de sus dos Alfas y ambos le tomaban la mano asintió.

-Sungie recuerda ese día. -Habló despacio, recordando cada detalle del último día en que su mami lo dejó para ir a comprar dulces. -Sungie ir y vender flores ese día temprano cuando mami de Sungie fue a trabajar. -Comenzó su relato...

Flashback

Eran exactamente las 5 de la mañana cuando su madre se fue a trabajar, si no llegaba temprano se quedaba sin lugar el dueño de la empresa le daba su puesto a otro, ella se encargaba de vender paquetes de viaje y por cada uno vendido le pagaban una miseria, al menos le alcanzaba para llevar de comer a casa, su esposo un Alfa muy violento no trabajaba pues en un accidente en su antiguo trabajo había caído de un sexto piso y se quebró dos discos de la columna y jamás pudo caminar bien, renqueaba y sin hablar de que el accidente le había dejado secuelas como el terrible dolor de espalda que debía tratar solo con medicamentos fuertes que lo drogaban, y eso en combinación con el alcohol lo hacían peligroso para todos a su alrededor así que ya no pudo mantener un trabajo por eso mismo lo despedían al ver que era alcohólico y abusaba de las drogas medicinales. Así que pasaba en casa.

La madre de Sungie se encargaba de llevar lo poco que ganaba para comer y pagar la renta era para todo lo que le alcanzaba. Y si no llevaba nada no comía nadie en esa casa. La noche anterior Sungie había llorado porque llevaba dos días sin poder comer si quiera un pan frío y sus tripitas le chillaban del hambre.

Su padre se había fastidiado tanto de oírlo llorar que le golpeó con un palo de golf viejo en el estómago diciendo que el dolor le haría olvidar el hambre.

La mujer se había entrometido así como siempre hacia para evitar que le pegara a su hijo pero como siempre la que salía más golpeada al final era ella. Por supuesto que sabía dónde pegar, evitaba el rostro pues sabía que si la veían con moretones podía llegar la policía.

-Es tu culpa por dejar nacer a ese engendro mujer inútil, te dije que lo abortaras en cuanto supimos que venia defectuoso.

Y es que el embarazo de Sungie tampoco fue nada bonito, una caída tan simple podía significar mucho y ese pequeño desgarre del saco gestacional podía o no ser grave o ser muy grave, desafortunadamente para Sungie si lo fue cuando nació.

Así que arrastras la mujer se llevó a Sungie hasta lo que era su "habitación" un rincón acomodado de la casa donde una cortina lo dividía de la sala y la cocina.

A la mañana siguiente cuando ella se fue adolorida y con heridas abiertas en la piel hasta casi agarrar infección el hombre que no se conformaba con el esfuerzo que hacía la mujer echó la cubeta de agua fría a Sungie para levantarlo.

La rutina era la habitual, Sungie limpiaba la casa, iba por el desayuno del hombre al comedor de la esquina y lo veía comer mientras Sungie esperaba sentado en el rincón. Luego de ello le mandaba a la calle a vender ramos de flores que contenían drogas, a sus clientes especiales y con ese dinero que Sungie ganaba compraba alcohol y más drogas.

Sungie solo sabía que vendía flores con regalito especial y nada más. Y tenía rotundamente prohibido contarle a su madre o a alguna otra persona o ella pagaría las consecuencias de ser "bocon" como lo amenazaba el Alfa.

Pero ese día había sido de mala suerte para Sungie ya que un policía lo vio vendiendo flores a un hombre al que vigilaban por robo y posesión de estupefacientes y Sungie al ver a la policía acercarse salió corriendo perdiendo en su huída las flores y el dinero ganado.

Sungie ni si quiera sabía el peligro que corría pues si lo atrapaban era seguro que iría a la cárcel por distribución de drogas. Y su padre le decía "cuídate de los policías"

Al llegar a casa llego sin mercancía y sin dinero, eso fue suficiente para que aquel Alfa metiera a Sungie al baño para empujarlo al retrete con el pie y luego golpeárlo con el mismo palo de golf.

Pasó la mañana parado en un rincón castigado, mojado, con hambre de días y cansado. En un descuido del viejo Alfa que se había quedado dormido, entonces robo las llaves para sacar de la nevera una manzana que el Alfa tenía ahí y un vaso de leche el cual su madre a duras penas compraba para que Sungie bebiera pero el que se lo bebía era el Alfa y el pequeño Jisung no probaba gota.

Él no solía desobedecer a su padre pero es que de verdad tenía muchísima hambre que hasta tenía nauceas y dolor de cabeza.

Así que se escondió en un rincón y se bebió un vaso de la leche y la manzana con la mala suerte de que el Alfa lo encontró comiendo.

-¡Maldito engendro me has desobedecido! -Golpeó duro a Sungie haciendo que cayera al suelo con violencia lastimando sus codos.

-¡P-perdon Sungie no vuelve a hacer!

-Claro que no lo volverás a hacer fenómeno, porque no vas a vivir para volver a hacer eso ni nada.

A la fuerza se llevó a Sungie al baño donde volvió a golpearlo y luego llenó la bañera con suficiente agua y no bastando eso fue por grandes cubos de hielo que metió al agua e hizo a Sungie entrar ahí.

Pasó gran parte de la tarde metido en el agua fría, tiritando y llorando llamando entre sollozos a su "mami"

-Sungie malo... Sungie merece castigo, Sungie malo, Sungie fenómeno. -Repetía una y otra vez.

El hombre sacó a Sungie de la bañera cuando no le vio moverse más y ya estaba bastante morado y Sungie entumecido se fue a hacer un ovillo en el suelo esa noche antes de que su madre volviera.

Cuando ella llegó y lo encontró así supo que Sungie podía morir mientras ella estaba trabajando. Tomó una difícil decisión esa noche pero ella prefería dejar a Sungie en la iglesia a ver su nombre escrito en una lápida.

-Tú hijo es un fenómeno causa problemas es su culpa que lo trate así. -Había excusado el Alfa cuando ella le preguntó que hacia Sungie empapado y frío temblando sin parar y no fue necesario que su hijo le dijera nada, ella al entrar al baño vio la evidencia. Su pequeño betita ya no merecía tanto abuso. Pero ella como una omega sumisa jamás podía revelarse contra su Alfa.

Debía hacer algo, ella no tenía más dinero, ni más familia para poder dejar a Sungie con ellos o a donde ir si escapaban juntos de ese infierno. Ella sabía que cuando volviera sin Sungie a casa de nuevo le esperaba un infierno a ella, pero no le importaba.

Así que se lo llevó luego de cambiarle ropa, feliz de la mano mientras Sungie por primera vez salía a dar un paseo con ella.

Fin del Flashback

Minho se lamento tanto no haber asesinado con sus propias manos a ese Alfa cuando se enfrentó con él en la iglesia. De haber sabido todo eso no habría titubeado al hacerlo trizas.

-¿Podemos hacer una denuncia contra ese hombre? -Cuestionó Lee know también conteniendo la furia, todo lo que había relatado Sungie hizo que su sangre comenzára a hervir.

-Claro pero necesitan que Sungie vaya con ustedes y diga todo lo que ha dicho aquí, deben conseguir un buen abogado para que no acusen a Sungie por vender drogas.

Lee know y Minho conocían a los mejores abogados que podían ayudar con eso, tal vez Sungie ya no vivía en ese infierno pero no debía quedar impune.

Su bebé merecía que se le hiciera justicia.

El Bebe De Los Alfas LeeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora