Cap.22🍭

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Lo prometido es deuda así que aquí esta el Maratón❤️


Cuando finalmente lograron que Sungie saliera de la bañera esa mañana, él quería seguir jugando con las burbujas color rosa, entonces los Alfas partieron a su oficina.

Ellos tenían una empresa de Bienes raíces; Compraban inmuebles, casas, Mansiones, edificios y hasta inmuebles comerciales en abandono los restauraban y luego los vendían de nuevo, su equipo de trabajo daba asesoramiento personalizado a sus clientes y ellos solo se encargaban de ver que todo marche en orden.

Casi no iban a la oficina pues su trabajo no requería estar 24/7 metidos ahí por ello disfrutaban de muchas horas de ocio y descanso y cuando iban era solo para ver cuantas casas habían adquirido en la semana y cuantas habían vendido, tal era el caso de ahora, debían ir pues recién habían adquirido un edificio y tenían una reunión importante.

—Sungie, hoy vas a conocer el trabajo de tus Alfas. —Minho y Lee know iban a su lado en la parte de atrás del automóvil. Habían llamado a su chófer para que los llevase y trajera.

El rubiecito iba acostado sobre el regazo de Lee know y medio cuerpo sobre Minho y leía un libro nuevo que su chocolatito le había llevado.

—Sungie está emocionado, le gusta ir con Alfitas. —Dijo despegando la vista de su libro y mirando a Lee know.

—Cuando termine la reunión iremos por helado ¿Quieres mi pequeño? —Preguntó Minho acariciando su pancita suavemente.

El menor se sentó de pronto tomando por sorpresa a los Alfas y aplaudió con energía mientras sonreía y al hacer eso sus ojitos desaparecían.

—¡Shiii Sungie quiere helado! ¿Puede?

—Claro que puedes algodoncito. —Lee know le agarró sus cachetitos y los apretó suavemente. Amaba hacer eso.

Al llegar a la oficina varios del personal se sorprendieron de ver a los jefes entrar de la mano con un Omega rubio y bonito, más de algún Alfa pareció encandilarse con la presencia del Omeguita pero no decían nada pues si iba de la mano de los dueños de la empresa seguramente era Omega de uno de ellos, no se imaginaban que era Omega de ambos.

—Buenos días Minho y Lee know bienvenidos. —Saludó una omega muy sonriente, a Sungie no le gustó como ella sonreía a sus Alfitas así que los apretó con sus manitas.

Minho y Lee know entendieron la indirecta así que le sonrieron dulcemente a Sungie antes de contestar el saludo.

—Buenos días Momo, ¿Todo bien?

—Por supuesto Lino, todo super por aquí. Nada que deba preocuparlos.

Momo era una de sus asesoras, se encargaba de mostrar los catálogos de casas e inmuebles a los posibles clientes.

Cuando se acercaron a su oficina otra Omega corrió hacia ellos contenta al verlos llegar.

—Hola Solar, ¿Cómo fue tu chequeo? —Cuestionó Lee know al verla.

Sungie la miró de pies a cabeza, era alta una omega bonita pero lo que más llamaba la atención de la omega era su aroma, ¡Olía a leche y bebé!

Fue puro instinto nada más, porque de ninguna manera Sungie podía saber que la omega estaba en cinta pero él alargo una manita y señaló su vientre poquito abultadito y le sonrió.

—Huele a bebé. —Dijo bajito señalando.

Ella le miró y le devolvió una linda sonrisa llevándose las manos al estómago y acariciando.

El Bebe De Los Alfas LeeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora