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Abril

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Abril. Año 2013.

¿Por qué me hace esto? ¿Por qué de pronto quiere llevarse a nuestro hijo? No lo entiendo. Es un completo imbécil que no se contactó en ningún momento después de que nos separamos, parecía que se olvidó de su hijo y ahora aparece como el padre sufrido que desea ver a su pequeño. ¡ES UN HIJO DE PUTA!

Por eso no tardé con contactar con mi Thomas, sé que puedo contar con él. Hemos trabajado varios días y semanas arduamente para preparar el juicio. Jenny incluso nos ha ayudado tan amablemente que me alegra tenerla a mi lado. Sin embargo, puedo mirar en los ojos de Thomas cierta mirada cuando la ve.

Siempre quise que ellos se conocieran, pero ahora que pasó, me siento... un poco arrepentida de que eso pasara. No sé, me incomoda. Tal vez por el hecho de sentir que alguien me puede robar su atención, pero no debo dejar que este impulso egoísta me domine, así que decidió actuar como sin nada.

Pero hoy, la noche antes del primer juicio, al encontrármelos platicando muy felices en el patio trasero, siento el impulso de correr e intervenir entre ellos.

—Jennifer, métete a la casa de una vez. —Incluso me sorprende de mi propio tono de voz serio, algo poco habitual para mí.

Cuando Jenny entra a la casa, me acerco a Thomas.

—Thomas, ¿qué pasa con Jenny?

—¿A qué te refieres? Solo estábamos platicando.

—No, estaban bastante cerca.

Thomas me mira con el ceño fruncido.

—Creo que estás exagerando. No deberías estar molesta.

—¡No! ¡Solo...!

No... sé qué decir. De pronto, él sonríe y se me acerca.

—¿Solo que...?

—No... no lo sé.

—Creo que ya sabes la respuesta del porqué estás molesta, mi querida Nora. —Se me acerca al oído—. ¿Sabes? Has perdido mucho tiempo sin hacer nada, fácilmente podría quitártela.

—¿Qué? ¿De qué hablas? ¡Jenny es mi amiga nada más! —Mis mejillas arden—. Mi amor por ella es como una hermana.

—Si sientes ese tipo de amor por ella, entonces... ¿Por qué te enojas, Nora? —Thomas me sigue sonriendo, parece que se está divirtiendo—. Te diré algo muy en claro, me gusta Jennifer.

Su confesión me toma por sorpresa, yo jamás lo imaginé de él.

—¿Cómo puedes decir eso cuando a penas la conoces en persona?

—Cierto, pero me has hablado tanto de ella durante tantos años que me ha generado mucho interés en conocerla y cuando por fin pude verla, sentí algo.

Tengo muchas ganas de gritar y reclamar, pero... a la vez siento que no tengo derecho hacerlo. Thomas puede hacerlo, pero... no quiero que lo haga. No puedo imaginarme a esos dos juntos, me molesta y mucho.

—¿Molesta? —dice Thomas—. Eres tan fácil de leer Nora, se te notan los celos en la cara.

¿Celosa...?

Yo jamás me he sentido celosa. Ni siquiera cuando... salía con Philip cuando éramos adolescentes o incluso sabiendo de sus infidelidades cuando vivíamos juntos... solo me molestaba que no me respetara. Sin embargo, con Jenny...

—Déjame ponértelo en claro porque eres mi amiga Nora —dice Thomas bastante serio—. Te gusta Jennifer Park, ¿no es así?

... Mi mente se queda en blanco.

No sé qué decir, qué hacer o cómo reaccionar. Es como si alguien me viera desnuda y hubiera breves segundos de silencio. Sin embargo, la risa juguetona de Thomas me trae de regreso a la realidad.

—¿Por qué te parece divertido esta situación? —Arqueo una ceja.

—No lo sé, es divertido ver tu faceta confundida. —Me da palmaditas en la cabeza—. Como dije, a mí me gusta y pronto se lo diré. Sin embargo, yo también quiero verte haciendo lo mismo. Te quiero tanto que podría hacerme a un lado.

—¿Qué? Thomas, por favor, yo...

—Créeme, te vas a arrepentir si sigues negando lo que sientes —me interrumpe y se comienza a alejar—. También deberías tomar en cuenta de que, si no soy yo ni tú, alguien lo hará.

¿Pero qué dice? ¿Gustarme Jenny?

Claro que...

Que...

Que...

No... lo sé.

*****

La hora del juicio llega y por desgracia, Philip está realmente preparado. Thomas y yo luchamos mucho para comprobar que ese imbécil no deseaba ver al niño, pero Philip aún conserva su gran poder de persuasión y su interpretación de un padre arrepentido convenció a todos.

Debió ser actor en lugar de médico, seguramente ya habría sido exitoso.

Me sentía impotente y frustrada cuando escuché decir al juez: "El niño merece tener a su madre y su padre, merece tener una familia como es debido." Dándole parte de la custodia a Philip.

Me recordó tanto a las amigas de mi madre. No tienen derecho a opinar por la vida de otras personas. Me dio tanta rabia que sentía destruir todo; por suerte, tengo Thomas y, sobre todo, a Jenny. La cual siempre está a mi lado, sujetándome firmemente de la mano cuando más sentía que me iba a caer.

Aunque yo estoy hecha un desastre, pero Jenny no me deja sola ni un solo segundo.

—Tranquila. —Jenny habla con una mirada determinante cuando todo el mundo sale de la sala del juzgado—. Esperaremos que dé un paso en falso y créeme, jamás volverá a meterse en tu vida ni en la de Matty.

La manera en que ella nunca pierde la esperanza siempre me ha parecido fascinante. Es tan genial, tan dulce, tan fuerte y encantadora. Las palabras que me dijo esa noche Thomas resuenan en mi cabeza en este momento.

"Te gusta Jennifer Park, ¿no es así?"

La veo justo ahora, con mis ojos llenos de lágrimas y lo sé... ya no tengo duda.

Sí.

A mí también me gusta Jennifer Park.

A mí también me gusta Jennifer Park

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Perdóname, AmigaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora