Jennifer Park y Nora Sanders han sido mejores amigas desde el último año de preparatoria, pero Nora no está consciente de que Jenny siente más que amistad por ella y tampoco Jenny quiere decírselo debido a que todos los intereses y parejas de su ami...
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Philip Harriet ha cambiado bastante desde la última vez que lo vi.
Recuerdo que él solía vestir con ropa sencilla, sus rasgos faciales eran "perfectos" (según las chicas) y su imagen irradiaba un aire de ser un líder nato y hasta un tanto superior a los demás. Él era el primero en muchas materias, pero a la vez tenía tiempo para socializar y ser el amigo de todos, incluso se ofrecía como tutor y guía para quien lo necesitara, por ello nadie dudaba de su solidaridad, amabilidad y responsabilidad.
Se sabía que su familia tenía una gran tradición de tener abogados y hasta políticos, por ello era el presidente del Comité de Alumnos y todo el mundo esperaba que siguiera esos pasos en el futuro.
El día que dio el discurso de generación cuando salimos de la preparatoria, todos le ovacionaron entre gritos y aplausos.
En ese momento me di cuenta de que, prácticamente, es la imagen perfecta de lo que Nora define como "príncipe".
Desde que logré acercarme a Nora, jamás volvió a mencionarlo. Lo agradecí en su momento, pero podía verlo en sus ojos, una parte de ella se entristecía cuando lo veía a lo lejos, ya que él fue su primer amor. Yo me preguntaba: "¿Será que ella todavía siente algo por él?". Pensaba que no, ¿Quién podría estar enamorado de alguien que, simplemente, le deja de hablar y le abandona cuando más lo necesita?
Pensé que, con el tiempo, Nora se olvidaría de él.
Ahora me doy cuenta de que no.
Ellos están frente a mí, tomados de la mano y con una sonrisa de par en par. Mi vista se enfoca detenidamente en Philip y si no fuera por esa mirada tan penetrante que tiene en sus ojos marrones, juro que no me hubiera dado cuenta de que era él.
Está... totalmente distinto: su piel es más bronceada; su cabello tenido de castaño oscuro arriba y de las puntas su rubio natural, además de que ahora es largo hasta el hombro; usa una perforación en su oreja derecha y tiene una barba en su rostro. Su ropa es más bohemia y hasta un poco... descuidada. Incluso puedo ver un tatuaje en el pecho.
Mierda, ¿Qué le pasó? No me malentiendan, es que yo ya tenía una imagen construida de él tan distinta que esto es bastante sorprendente.
—¿Por qué... están juntos? —pregunto directamente y no puedo disimular mi molestia, tampoco quiero hacerlo.
—Verás, Jennifer —intervino Philip antes de que pudiera hablar Nora. Qué molesto—. Hace un par de meses, ambos asistimos a un seminario de medicina, obligatorio por parte de nuestras escuelas. Así nos reencontramos, hablamos poco y, luego de varias semanas, decidimos darnos una oportunidad.
Hay tanto que quiero preguntar, pero solo me quedo viendo como él coloca una mano en la cadera de Nora, rodeándola con su brazo y atrayéndola a él. Es DEMASIADO molesto. Estaba a punto de decirle algo, pero Nora intervino.
—No creí que Philip se atreviera a seguir su sueño, estudiar medicina. Claro, cada uno en una diferente universidad y especialidad. —Lo mira—. Al final, estamos logrando lo que tanto hablábamos esos días.
