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Daban las diez de la noche cuando llego a la casa de Nora

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Daban las diez de la noche cuando llego a la casa de Nora. Desde que salí del departamento de Saiko, no he dejado de pensar en su propuesta. Viajar e irme del país (otra vez) es algo que no tenía contemplado ahora en mi vida.

Lo único que quiero es una familia y un hogar. ¿Tan difícil es?

Al entrar, me encuentro a Matty en la sala dibujando en una pequeña mesa.

—Hola Matty, ¿Qué estás dibujando?

—¡Hola Jenny! Estoy dibujando unos policías en su auto. ¡Mira!

La influencia del comandante empieza a hacer efecto.

—Ya veo. —Cambio de tema—. ¿Dónde está tu mamá?

—Arriba, subió cuando Ray se fue.

¿Él estuvo aquí? Entonces subo las escaleras y al entrar a su cuarto, encuentro a Nora hundida en la almohada.

¿Estará llorando? Yo creía que... él iba a ser diferente.

—¿Qué ocurre, Nora? —dejo mi estúpido orgullo de no hablarle mientras me siento en la orilla.

Ella me mira y me doy cuenta de que tenía los ojos rojos, ha estado llorando.

—¡Jenny! —grita y me abraza.

Parece que ella también se ha olvidado de nuestra discusión, pero sigo confundida por su actitud.

—No entiendo, ¿Por qué estás así?

—Es que... todo ha sido tan repentino y que no supe qué decir.

—¿Repentino? ¿Qué ha sido repentino?

Nora me mira seriamente.

—Ray me pidió salir y yo... creo que quiero aceptar.

*****

Hola, hola:

La actualización de mañana... ufff

Se vienen cositas...

Se vienen cositas

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Perdóname, AmigaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora