Jennifer Park y Nora Sanders han sido mejores amigas desde el último año de preparatoria, pero Nora no está consciente de que Jenny siente más que amistad por ella y tampoco Jenny quiere decírselo debido a que todos los intereses y parejas de su ami...
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Agosto. Año 2008.
Ha pasado tiempo desde aquella noche en casa de mi jefa y desde entonces, empecé a seguir los consejos de la Señorita Garner: comer tres comidas al día, tomar agua, hacer alguna actividad física, no dormir tan tarde si es posible, dejar el cigarro y la bebida y por último, el más importante, leer.
Ella me dijo que su compañero cuando quiso saber más del tema la orientación sexual fue informarse con libros y artículos sobre historia, psicología, sociología y hasta novelas del mundo LGBT y Queer. Ya que ella tampoco encontró a alguien con quien hablar directamente al principio, su mejor guía fueron las letras. También ha ido a museos y si es posible, conferencias.
Estoy contenta de que algo que amo me siga acompañando incluso en este tema y veo que poco a poco hay más apertura, me pregunto si en el futuro esto irá en aumento. Espero que sea así.
Una vez más, la Señorita Garner me ha invitado a comer a su casa, estamos celebrando que he firmado para cuatro años más para quedarme en el puesto en Inglaterra. No puedo estar más que contenta de que haber tomado la decisión de levantarme y dar lo mejor de mí, haya logrado dar sus frutos en el ámbito laboral.
Incluso ambas mujeres fueron muy amables de comprar un pastel de chocolate para comer. Ahora estamos de nuevo, mi jefa y yo en el balcón con un par de cervezas en la mano.
—Henos aquí, unos meses después, pero con una Jennifer mucho más contenta y por buen camino. ¡A tu salud, Jennifer! —dice la Señorita Brianna, creo que ya está algo ebria porque ya habíamos tomado un poco en la cena.
—Todo gracias a usted.
—No seas modesta, yo solo te quise guiar, el resto ha sido tu iniciativa.
—No quisiera romper el momento, pero... ¿Por qué quiso ayudarme?
—Como te dije, te vi potencial y como estabas perdiendo el rumbo. Luego me contaste tu historia y hecho de sentirte sola y desorientada en ese tema. En parte, me recodaste mucho a mí cuando era joven. También era igual de insegura y torpe al inicio de mi vida adulta.
—Cuando me dice que no tenía confianza con usted misma, sigo sin poder imaginarlo. Usted es muy hermosa.
—Pues deberías verte al espejo. —Frunce el ceño—. Es imposible que una chica tan guapa como tú sea tan insegura: sabes cocinar, tienes un gran trabajo y con ese sentido de lealtad y compromiso, me da hasta envidia. A mí me costó ser comprometida, hasta que conocí a mi bella Samantha, ¡Juro que el día que pueda casarme con ella, voy a ser la primera en la fila! —Levanta la voz.
Cierto, aquí no está aprobado el matrimonio igualitario todavía.
—Yo no soy... tan guapa.
La Señorita Brianna me voltea a ver, parece ofendida.
—Si dices esa estupidez de nuevo, te voy a dar una paliza. ¡Eres hermosa, mujer! Claro, a mis ojos siempre será más bella mi Samantha, pero tú tienes lo tuyo, ¿Entiendes? —Me señala—. Ahora escucharme bien, Jennifer Park, deberás venir a la oficina con ropa moderna y que resalte tus cualidades. ¡Es una orden de la jefa o estás despedida, te quiero siempre lo más hermosa que puedas!