"Te pagaremos 100 monedas si nos salvas" – Cuando su voz sonó, Adrián detuvo sus pasos.
"Quiero 100 por cada uno" – Hablo Adrián, no podía ser compadeciente, después de todo esta pareja lo hubieran matado si tuvieran la oportunidad.
Después de que hablo, el esposo se enojó, pero la niebla pronto se filtraba y su talismán empezaba a apagarse.
"Está bien, aceptamos" – Dijo la mujer apresuradamente.
"Voten la bolsa de monedas" – Volvió a hablar Adrián. La pareja se miró, pero asintió apresuradamente, antes de votar las monedas cerca de Adrián.
Cuando Adrián las recogió, asintió, dirigió sus manos hacia adelante, haciendo que la niebla se disperse.
Alejándolos de la pareja, la niebla tenía mucho miedo de Adrián, por lo cual no oponía resistencia.
Cuando la pareja estuvo a salvo, suspiraron de alivio, pero también miraron a Adrián, quien era solo un niño, pero a la vez no se atrevieron acercarse. En esta niebla, Adrián podía decidir su vida y muerte fácilmente.
"Avancen" – Dijo Adrián, mientras mantenía una buena distancia de la pareja.
El esposo y la mujer sabía quién era Adrián, después de todo, recordaba al pequeño niño quien los espiaba en la tienda del boticario Gu.
No decidieron decir nada, y caminaron en línea recta. Mientras Adrián caminaba detrás suyo.
No podía verse que estaba herido, ni tampoco podía decir nada al respecto, solo podía caminar tranquilamente.
De pronto la mujer se dio la vuelta, y de manera cariñosa sonrió a Adrián.
"Muchas gracias por salvarnos, ¿podemos saber tu nombre?" – Pregunto la mujer, sabía que Adrián era un niño de la ciudad, pero no conocía su nombre.
El esposo simplemente caminaba atento a la niebla, además de que también desconfiaba de Adrián.
Adrián sabía que la pareja conocería su nombre tarde o temprano, igualmente habían ya pagado por su vida.
"Me llamo Adrián, solo Adrián" – Ahora que no tenía familia, le dolía mucho recordar su apellido, por lo cual solo decía su nombre.
La mujer simplemente asintió, luego empezó a conversar un poco con Adrián, contándole un poco de su familia. Cuando llego a la parte de su hija, la mujer entristeció un poco.
"No pudimos obtener las plantas para salvar a nuestra hija, pero al menos seguimos vivos" – Fueron las palabras que se dijo a sí misma como consuelo.
Adrián entrecerró un poco los ojos, mientras discernía un poco por donde iba esta historia.
"Sera que tú, puedes vendernos algunas plantas espirituales" – Al final, el verdadero motivo del porque empezó a ser tan amable con Adrián salió a la luz.
Después de todo, sabían que la niebla no afectaba a Adrián, por lo cual había una gran posibilidad de que Adrián haya conseguido muchas plantas.
Sin embargo.
"No logre conseguir ninguna" – Fue lo que Adrián respondió, realmente todas esas fueron destruidas por la fuerza de la palma de niebla, ahora lo único que quedaban eran sus semillas. Pero mientras estuviera cerca, podría conseguir algunas plantas espirituales.
Cuando la mujer escucho eso. Ella asintió apenadamente, mientras parecía que aceptaba su destino, pero de repente su aura cambio. Y se movió rápidamente.
Dio un paso hacia adelante votando dos dagas voladoras las cuales brillaron en el aire, silbaron a una gran velocidad, ya que fueron lanzados con una enorme fuerza.
Pero en ese momento la niebla volvió a aparecer de nuevo. Aplastando las dos dagas.
Adrián no se esperó que eso pasara en un instante. El esposo activo el talismán e inmediatamente salieron del área que la niebla controlaba.
Parecía que, en todo este momento, estaban planeando matar a Adrián, si se daba la posibilidad, después de todo no se iban a creer que él no haya conseguido las plantas espirituales.
Adrián miro hacia adelante, pudiendo ver como la pareja escapaba. No hizo nada para detenerlos.
Pero memorizo sus rostros. Los memorizo tanto que incluso podía ver sus contornos definidos en su mente.
"Debo ser más cauteloso" – Se culpo a si mismo por distraerse, cuando no conocía a la otra persona.
Simplemente miro las monedas de nuevo, tales monedas tenían sangre corriendo, debían ser de algún cadáver que debieron matar anteriormente.
Suspiro con un poco de cansancio.
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UN ETERNO FINAL
EspiritualUn final para el moribundo, un final para los reyes, un final para los soberanos, un final para los humanos, un final para la paz. Todo siempre tiene un fin. Solo el tiempo puede preservar, en todo lo que existe y en todo lo que será. El cambio no i...