CAPITULO 138: SU MING VS SAC DO
Para muchos el entrar en una prestigiosa secta era el objetivo en común.
En el continente Suaking solo había dos sectas que tenían el nombre de ser las más poderosas.
Esas eran los Señores de la Santa Palabra y la Santa Iglesia e Motzu.
Ambas figuras monumentales para muchos cultivadores, ser un discípulo de estas dos grandes sectas era un honor y privilegio que muchos deseaban obtener.
Sin embargo, aunque eran sectas de primera.
Aun así, existía seres corruptos.
Muchos se dieron cuenta que la corrupción era algo de cada día, dentro de la Tercera Iglesia, pero no les molestaba mientras tuvieran el título de pertenecer a la Santa Iglesia de Motzu.
Sin embargo, Su Ming era diferente, denunciaba tales actos, no le gustaba y también hacia enojar a los superiores.
Era como una piedra molesta en el zapato.
Sin embargo, había gente que lo apoyaba, gente que solo había entrado con su esfuerzo, y que observaron cómo los títulos eran comprados, al comprar los títulos, la gente empezaba a volverse arrogante, y a la vez cuando querían demostrar sus habilidades, estos terminaban siendo humillados por las otras iglesias.
Por lo cual la Tercera Iglesia después de muchos años de gloria, empezó a decaer. De casi colocarse como la Iglesia más fuerte, a caer en los últimos lugares.
Un descenso astronómico.
Su Ming quería cambiar esa mentalidad.
Sin embargo, parecía que a los ancianos no les importaba mientras pudieran seguir con su autoridad.
Ahora los ancianos se enfrentaban a los gritos de miles de alumnos, quienes empezaron a mostrar su enojo, y a la vez su rebeldía hacia tal injusticia.
Los gritos y las voces de más de diez mil discípulos sonaron como un huracán en todo este estadio.
Su Ming sabía que si decía algo todo se detendría, sin embargo, no quería hacerlo.
Era la primera vez que los discípulos estaban enojados.
Sin embargo, la fuerza siempre sería el principal detonante para que algo surgiera.
Los discípulos solo estaban en la condensación del Qi. Por lo cual al ver que la situación empezó a descontrolarse.
El Anciano Zhuo se levantó de su asiento. Y su base de cultivo surgió como un maremoto, volcando a todos los alumnos y provocando que estos sintieran un miedo absoluto.
De pronto todo el estadio quedo en silencio.
Mientras el Anciano Zhuo empezó a hablar.
"He escuchado todas sus quejas, si algún discípulo piensa que este duelo es injusto, entonces puede unirse al discípulo Su Ming en su combate" – Fueron pocas palabras, pero provoco que todos cerraran su boca.
Ahora todos podrían quejarse en el escenario, si creían que la situación era injusta, entonces podrían unirse a Su Ming.
Sin embargo, nadie era tan tonto o presumido para unírselo, después de todo lo que estaba frente a ellos era un ser de la formación del Núcleo.
Con solo verlo sus pies y manos temblaban.
"Viejo estúpidamente sabio" – Fue lo que dijo Su Ming con una sonrisa, sabía que este anciano controlaría el asunto con unas simples palabras.
A Sac Do no le importaba quien viniera después de todo, para él, esto solo era un juego. No ameritaba su tiempo, pero ya que estaba aquí, debía dar un espectáculo.
Todos los discípulos incluso los más devotos de Su Ming bajaron sus manos y se quedaron callados. No se atrevían a susurrar, ni tampoco a pensarlo.
La hermosa anfitriona al ver que todos al fin se habían calmado, agradeció al anciano Zhuo.
"Agradecemos al anciano Zhuo por sus palabras, ¡Si no hay más inconvenientes! ¡y si no hay nadie quien quiera unirse! ¡Entonces podemos........!"
Su Ming debía afrontar esta batalla solo.
Su mente pensó en diferentes tácticas, sin embargo, todas fallaron estrepitosamente, pensó rápidamente en cientos de tácticas, pero no vio posibilidad en alguno.
Sac Do era un discípulo antiguo del Anciano Zhuo, nombrado genio en su tiempo, y con una velocidad de cultivo increíble.
Por lo cual, para Su Ming y su base de cultivo humilde, era como lanzar una piedra a un carruaje de guerra.
Sin embargo. En el momento que la hermosa anfitriona iba a decir sus últimas palabras.
Dos auras retumbaron desde el palco.
"¡Como que no hay nadie, aquí estamos los dos!"
"Exacto"
Xu Wudao y Adrián pasaron el barandal y se lanzaron hacia el escenario cayendo en picada.
Todo el mundo se sorprendió de que estos dos discípulos se unieran a Su Ming, nadie los veía con claridad.
"¿Eh? ¡Quienes son esos!" – Grito la hermosa anfitriona mientras trataba de observarlos claramente.
Sin embargo, Su Ming conocía esas voces.
Cuando regreso a mirar hacia arriba.
Observo a sus hermanos, por lo cual también dio una sonrisa.
"Llegando un poco tarde" – Dijo Su Ming, mientras Xu Wudao aterrizaba en su lado izquierdo, y Adrián en su lado derecho.
Ahora podría comenzar el verdadero encuentro.
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UN ETERNO FINAL
EspiritualUn final para el moribundo, un final para los reyes, un final para los soberanos, un final para los humanos, un final para la paz. Todo siempre tiene un fin. Solo el tiempo puede preservar, en todo lo que existe y en todo lo que será. El cambio no i...