CAPITULO 40: UNA SOMBRA CAMBIA LA VIDA.

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Adrián estaba en una desventaja atroz, ambos enmascarados eran muy poderosos.

Sus poderosas auras provocaban que le doliera los ojos con solo verlos, y si no fuera por la máscara, sus ojos hubieran explotado por solo verlos.

"¡Ataquen!" – Sin más alternativa ordeno a las dos nieblas atacar, al mismo tiempo que de su bolsillo sacaba muchas sogas doradas, estas sogas habían sido hechas con los tendones de cocodrilo pantanoso, sus tendones eran tan fuertes, que alguien en la séptima etapa de la condensación del Qi le tomaría tiempo romperlas.

Incluso si paso su mayor tiempo estudiando, nunca se había olvidado de entrenar su cuerpo. Pero contra estos dos sujetos, Adrián tenía pocas opciones.

"¡Eso será inútil!" – Grito el enmascarado con la espada, inmediatamente un miasma se extendió rápidamente, provocando que las dos nieblas retrocedieran, sin embargo, lograron detenerlo.

El segundo enmascarado no perdió la oportunidad y se lanzó hacia Adrián a una velocidad inaudita.

"¡Jajajaja Muere!"

Todos sus tentáculos se lanzaron hacia Adrián como una marea.

"¡Montaña aplastante!" – La mejora de su cuerpo, le permitió activar una habilitad más fuerte, pero eso solo detuvo a unos pocos de los cientos de tentáculos.

Los demás avanzaron sin detenerse.

Adrián movió rápidamente la espada de madera protegiendo su cuerpo.

Pronto los tentáculos cayeron hacia todo su cuerpo con el peso de una montaña, Adrián protegió su corazón con la espada de madera, pero los tentáculos aplastaron sus piernas, y sus brazos se rompieron, lanzo una bocanada de sangre, mientras era mandado a volar, chocando contra el camarote.

"¡Buagh!" – Mas sangre salió de su boca, su cabeza también hubiera sido partida, si no fuera por lo especial que era la máscara.

"Parece que no eres tan especial sin tus mascotas" – Dijo la enmascarada mientras se abría paso de la destrucción que había provocado.

Las dos nieblas seguían las ordenes de Adrián y no permitían que el otro enmascarado se moviera. El enmascarado sabía que tampoco podía dejar a estos seres malditos por su cuenta, ellos eran el verdadero peligro.

Adrián lucho para seguir consciente, ese golpe fue devastador, si fuera antes, hubiera muerto sin importar cuanto lo intentara, pero ahora había sobrevivido.

Sin embargo, su cuerpo estaba hecho un desastre. La enmascarada se acercó hacia él, y lo levanto sujetándole el cuello.

"¡Aghh...!" – Adrián podía sentir como sus dedos fríos y pálidos, se incrustaban en su garganta, a la vez que impedían el paso de aire hacia sus pulmones, provocando que su piel su rostro se pusiera azul.

Adrián sabia que este era su final, o el menos eso sentía, su cuerpo había sufrido heridas irreparables, las cuales dolían demasiado.

Pero en ese momento, la puerta del camarote principal se abrió.

De la puerta, salió Bai Guoer, quien miro a Adrián en tal estado.

"¿Hermano mayor que está sucediendo?" – Pero, en todo este caos, llego la persona que Adrián esperaba que no apareciera.

Esa era Bai Guoer. A pesar de que Adrián quería decir algo, su garganta estaba inundada con sangre.

Si no hacia algo pronto, estaría muerto.

"Y pensar que esa niña saldría fácilmente, ese camarote tenía muchas restricciones, realmente es una suerte la nuestra– Hablo la enmascarada, mientras movía sus tentáculos hacia Adrián, queriendo terminar con su vida.

UN ETERNO FINALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora