CAPITULO 111: CULTIVAR EL PASADO

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CAPITULO 111: CULTIVAR EL PASADO

Su ciudad natal era Estrella del Fin.

Vivía con sus padres en esta pacifica ciudad.

Su padre tenía un taller donde pulía con un pequeño cuchillo una estatua hecha de madera.

Su familia era apreciada por este arte tan antiguo, a la vez que era una herencia de su familia, hacer estatuas de madera.

Adrián lo veía mover ese pequeño cuchillo en cada corte que daba para que la madera tome la forma de un pequeño perro.

Este pequeño perro fue un encargo de un familiar importante de la ciudad, la hija de este importante señor, quería que su perro tuviera una estatua por si algún di lo perdía.

Al ver que su hijo lo miraba emocionado.

El Padre empezó a darle clases.

"Tienes que recordar todo lo que te enseñado hijo, el arte de tallar en la madera es algo de familia, tienes que recordar que cada corte que hacemos no toca la madera, toca nuestra alma, solo si logramos perfeccionar estos cortes, podemos formar la estatua perfecta"

"Empieza tomando tu propia visión de lo que quieres lograr hacer, luego dejo que tu alma te guie" – Explico el padre, mientras su corte se volvía cada vez más preciso, la fuerza con la que tallaba podía dejar finas marcas en la madera, las cuales empezaban a darle forma.

Recordando esta parte de su vida, Adrián suspiro, realmente no le había puesto mucha atención y tampoco le gustaba tallar madera, esta parte de sus recuerdos había estado mucho tiempo bloqueada, le gustaba mas recordar cuando caminaba con su padre por el bosque en busca de animales para cazar.

Sin embargo, ver a su padre explicarle tan detalladamente este arte de nuevo, le hacia emocionarse, le gustaba aprender, por lo cual, aunque este era su recuerdo, la daga que le había entregado su padre antes de su muerte apareció en este recuerdo.

Su padre no dijo nada al respecto, ya que el no existía realmente.

Adrián recogió un poco de madera, y empezó a cortarla con su daga.

Con esta daga había pasado muchas batallas de vida o muerte, por lo cual la apreciaba bastante, aunque era duradera y fuerte, sabia que, aunque era especial, ya había sobrepasado sus límites.

Poco a poco Adrián siguió copiando el estilo de su padre para tallar, y el empezó a darle consejos, mientras miraba como su hijo empezó a trabajar a su lado.

Esto lo puso feliz, Adrián también sonrió al ver la sonrisa de su padre, aunque fuera un recuerdo, parecía muy real para él.

Adrián también hizo una estatua de madera de un perro.

Sin embargo, al ver la estatua hecha por su padre, y la suya, había grandes diferencias.

"No te desanimes hijo, estas apenas aprendiendo, pero lo has hecho muy bien, creo que tu madre se animara cuando observe que hiciste una estatua de madera, y no trajiste una gallina cortada la cabeza para la cena"

Adrián se rio con su padre de ese recuerdo, parecía como si hubiera sido ayer, realmente le gusto aprender a tallar madera, sin embargo, se lamentaba que era muy tarde para decidir aprender.

Aprendió muchas cosas valiosas de su padre, sin embargo, no le presto mucha atención a lo que más le gustaba.

Adrián recordaba muy bien este día.

Ya que este dia toda esta ciudad seria destruida.

Realmente le costaba mucho olvidar.

Por lo cual, aunque no sabía si su padre podría hablar realmente con él, Adrián pregunto un poco más sobre la talla de madera.

UN ETERNO FINALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora