CAPITULO 109: UN MUNDO
Adrián había muerto muchas veces, y a la vez había sobrevivido.
Parecía que, sin importar el momento, le gustaba morir para conseguir algo mayor. El conocía su defecto, pero a la vez, siempre le traía recompensas inesperadas.
Adrián no sabía cuánto tiempo había permanecido durmiendo. Pero lo sintió como una eternidad.
Cuando abrió los ojos, lo primero que vio, fue que estaba dentro de un palacio.
Cuando su mirada poso sobre sí mismo vio que actualmente estaba en una cama con cobijas blancas. Parecía que el sol estaba en su punto más alto, porque iluminaba todo el cuerpo con su luz natural.
El cuarto no parecía muy especial. Había todo tipo de artículos, desde muebles, decoraciones, alfombras, alguno que otro espejo.
No parecía que había nadie en este lugar, y por alguna razón Adrián no podía convocar su sentido divino.
El sabia perfectamente porque no podía, cuando miro su cuerpo, no pudo sentir su Dantian, ni tampoco su raíz espiritual, la cual parecía que había perecido con su anterior cuerpo.
Ese fue el precio que pago por lanzar imprudentemente ese hechizo, a la vez que se preguntaba dónde estaba.
Aunque su cuerpo no estaba lastimado, aun así, le dolía, aun sentía el dolor de ser desgarrado.
Sin embargo, se levantó de su cama, no sabía cuánto tiempo había permanecido inconsciente, pero viendo que no había cambiado mucho su cuerpo, pensó que a lo mucho debía haber sido unos días.
"¿Estoy desnudo?" – Dijo Adrián mientras miraba que debajo de su cobija no había ninguna señal de ropa.
Inmediatamente se acercó a uno de los muebles, y saco una túnica, esta túnica era de color rojo, con un cinturón negro.
Realmente Adrián no tenía una preferencia por los colores, pero le gusto esta túnica, por lo cual se puso de inmediato. Esta habitación tenía un pequeño balcón, por lo cual se acercó caminando lentamente.
Su largo pelo negro fue golpeado por el viento y sus ojos perdieron un poco la visión por la luz de la mañana.
Ahora no era diferente de un mortal, por lo cual su cuerpo era un poco más débil.
Sin embargo, cuando recobro la vista.
Pudo ver que......
"¿¡En donde estoy!?" – Adrián se preguntó con gran asombro, cuando observo hacia afuera, y miro cientos de miles de hectáreas de pasto verde, junto con árboles que rodeaban a su alrededor, cientos de colinas y montañas que se podían observar a lo lejos.
Al igual que decenas o miles de animales viviendo en vida salvaje.
Y también monstruos, bestias, algunas que cazaban en el bosque, y otras que surcaban los cielos.
A la vez que también observo, que el balcón donde estaba, se encontraba en un castillo rodeado por murallas, y a la vez cuando miro fuera de su castillo, pudo ver una pequeña aldea.
Donde existían personas de apariencia azul marino, de su cabeza aparecía pequeños cuernos. Todos ellos cantaban, o se reían, convivían con su familia.
"¿Qué es este lugar?" – Fue la segunda vez que Adrián se preguntaba.
De pronto un gran temblor atravesó la montaña alejada.
Adrián nunca les tuvo miedo a los temblores, pero cuando miro lo que apareció por la montaña, lo dejo con la boca abierta.
"¡Un gigante!" – Cuando Adrián miro hacia una de las montañas, un gigantesco demonio rojo con un cuerpo corpulento y lleno de cicatrices, a la vez que tatuajes totémicos paso de camino hacia algún lado, cuando los hombres azules de la aldea miraron a ese gigante rojo lo saludaron, el gigante rojo también lo saludo de vuelta con un gesto amable antes de seguir su camino.
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UN ETERNO FINAL
EspiritualUn final para el moribundo, un final para los reyes, un final para los soberanos, un final para los humanos, un final para la paz. Todo siempre tiene un fin. Solo el tiempo puede preservar, en todo lo que existe y en todo lo que será. El cambio no i...