CAPITULO 131: RAZA SUNSEAT PARTE DOS.
Adrián no sabía para que lo buscaba un tipo que era mitad pescado.
Sin embargo, al ver tal cantidad de piedras espirituales, si quiera podía dar un poco de cara.
Después de todo, la olla para píldoras que tenía, se había cicatrizado después de fallar muchas veces en preparar píldoras.
Por lo cual ahora podía comprar uno mejor.
Sin embargo, tenía que dar un poco de cara, no podía simplemente aceptar tal regalo así domas.
Por lo cual cansado de caminar, dio un paso y desapareció de este lugar.
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La Raza Sunseat una poderosa raza del fondo marino.
Controlaban varias Islas de forma estratégica, tenían cientos o miles de subordinados en sus áreas de protección.
Su patriarca, el Noveno Rey Sunseat había declarado en varias ocasiones una lucha por el control total de las islas Sunseat.
Por lo cual siempre había un pequeño enfrentamiento entre la Raza Sunseat y la Santa Iglesia de Motsu.
Este año ese día aún no había llegado, ni tampoco llegaría.
Los demonios se habían apoderado de todas sus islas. Por lo cual, en un intento de luchar contra el Rey Demonio, el Rey Sunseat decidió unirse a la Santa Iglesia de Motzu. Ya conocieron el poder de un Rey, algo que no podía ser manejado por simples familias como la suya, necesitaban una fuerza de igual de aterradora para detenerlos.
Aunque el Rey de la raza Sunseat pago un alto precio por esta colaboración, todo quedo entre los arreglos del Patriarca.
Ahora el príncipe Soret de la raza Sunseat al escuchar en la situación tan desesperada en la que se encontraba su pueblo, decidió dar un paso al frente.
No pensaba en mirar abajo a la Santa Iglesia de Motzu, después de todo este lugar, aunque no lo quería decir, era una secta demasiado fuerte como para ofenderlos.
Su padre mismo le había advertido en múltiples ocasiones que no actuara arrogantemente, a pesar de las múltiples peleas por algunos archipiélagos, solo eran enfrentamientos menores.
El Rey de la raza Sunseat nunca se atrevería a enfrentarse directamente contra el patriarca de la Santa Iglesia de Motzu. Preferiría matar a cualquiera que los ofendiera que enojar a tal fuerza.
Aunque el Príncipe Soret era arrogante, también conocía sus límites.
Por lo cual invito a múltiples expertos de su propia familia para poner a prueba las habilidades de la Quinta Iglesia.
Recientemente la Quinta Iglesia se estaba volviendo famosa.
Y esto no había escapado de sus investigaciones.
Todos sabían que existía un genio del cielo en la santa Iglesia de Motzu, ese era el Primer discípulo de la Sexta Iglesia.
Como elegido pisoteo a múltiples genios de otras razas. Su fuerza parecía demencial. Su porte parecía transcendental.
Con tan solo unos movimientos incluso seres del establecimiento de la fundación cayeron ante sus manos.
El Príncipe Soret también fue uno de los genios a los cuales el primer discípulo derroto con tan solo cinco movimientos.
Aunque se encontraba en la etapa media del establecimiento de la fundación. No pudo hacer nada contra sus ataques y termino rogando por su vida.
Sin embargo, cuando salió de reclusión. Se entero de una noticia impactante.
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UN ETERNO FINAL
SpiritüelUn final para el moribundo, un final para los reyes, un final para los soberanos, un final para los humanos, un final para la paz. Todo siempre tiene un fin. Solo el tiempo puede preservar, en todo lo que existe y en todo lo que será. El cambio no i...