CAPITULO 110: CULTIVAR LA TIERRA
Adrián se dio cuenta que en este mundo no existía la noche. Tampoco el día.
Este mundo no tenia día ni noche. Al ver el cielo, simplemente era un vacío azul, sin nada que mirar. A Excepción de las nubes.
Gracias a las habilidades de teletransportación de Kiara, pudieron llegar pronto a donde el Gran Sino le enseñaría a Adrián el cultivo de la tierra.
Pasaron rápido por cientos de acres de tierra, y bosque.
Hasta llegar a lo que parecía ser un santuario en medio de este mundo.
Cuando Adrián miro a todas estas formaciones de piedra, pudo ver que eran muy antiguas, tantos como el tiempo.
Había algunas bestias salvajes poderosas, pero todos se alejaron cuando sintieron su presencia, no querían causarle problemas a la vez que sentían una gran devoción cada vez que lo veían.
Por lo cual el viaje transcurrió sin problemas.
Adrián había pasado por varios kilómetros de tierra en este mundo casi vacío.
Por el momento no se podía ver a ningún demonio rojo gigante.
Cuando Adrián vio las ruinas pregunto.
"¿Quién construyo este lugar?" – Realmente quería saberlo, este mundo parecía haber estado repleto con una gran civilización, pero de pronto habían desaparecido. Aunque eso fue culpa del hechizo de muerte.
"Yo tampoco se dé dónde vienen estas ruinas, mi memoria esta hecho un caos, solo sé que este lugar es importante para dar inicio al códice del Cielo y la Tierra" – Respondió el Gran Sino.
Adrián conocía que el Gran Sino antes era un ser maldito, cuando despertó había perdido todos sus recuerdos, pero el sentimiento perduraba.
Adrián también podía decir que este lugar estaba lleno de un aura un poco diferente al resto.
Cuando pasaron por cientos de ruinas, el Gran Sino señalo a una plataforma hecha de piedra, la cual se elevaba hasta el cielo, colocada sobre una montaña, era gigantesca y parecía poder llegar al cielo mismo.
De hecho, estaba colocada entre la tierra y el cielo.
Este lugar parecía contener un aura que moldeaba toda esta región, por donde se expandía, uno podría sentir estar frente a un lugar sagrado.
Adrián podía sentir que esta plataforma en medio de esta montaña era un lugar extraño.
Pero ya estaba a decidido a practicar este arte de cultivo.
"No recuerdo que sucedió en este lugar, solo sé que aquí fue donde conseguí mi tatuaje totémico, me comunique por primera vez con la tierra, y logre formar mi primera marca, esta marca se formara en base a tus recuerdos, en este lugar experimentaras tu pasado, si le puedo dar una advertencia, no trate de ocultarle nada a la tierra, yo actuare como protector del Dharma si mi señor me lo permite"
Advirtió seriamente el Gran Sino, Adrián asintió, era como un mayor dándole consejos a un menor.
Adrián no tenía muchos recuerdos en su pasado, después de todo aun seguía siendo un niño.
Sin embargo, al poder recordarla de nuevo y poder pasear por esos lugares, quería ver si lo que recordaba era lo correcto.
Con ese pensamiento, los tres llegaron a esta plataforma.
Kiara se quedó en el cielo, mientras que solo el Gran Sino y Adrián bajaron.
Una vez en el suelo. El Gran Sino miro a su señor y se sentó, Adrián también hizo lo mismo.
"Esto es muy peligroso mi señor, aunque merezca un castigo, puedo preguntar ¿Realmente quiere cultivar el Códice de la Tierra y el Cielo?" – Dijo el Gran Sino. Realmente el mismo recordaba, aunque no claramente, como fue empezar a cultivar la tierra.
En ese momento había muchos jóvenes provenientes de tierras lejanas, genios de tribus que vinieron a desafiar la autoridad del cielo y la tierra para poder cultivarse.
Muchos murieron trágicamente, algunos no lograron soportar el pasado, otros fueron borrados del tiempo mismo, mientras que algunos explotaron, él había sobrevivido milagrosamente, aunque recordaba claramente ese día, no podía decir quienes eran los que estaban a su lado ni de donde venían.
Solo era un recuerdo que estaba en su memoria y no se apartaría nunca.
Adrián entendió la preocupación del Gran Sino, sin embargo, el cultivo por si mismo ya era peligroso, a la vez que el mismo había experimentado la muerte muchas veces.
Este mundo era extraño, le pertenecía, pero no podía hacer nada con él.
Por lo cual no perdió nada intentando cultivar la tierra de este mundo.
Adrián asintió, mientras cerraba los ojos.
El Gran Sino entendió, y libero el aura de sus tatuajes, los cuales empezaron a rugir con fuerza, en su cuerpo había cientos o miles de figuras de animales, bestias, y seres irreconocibles, los cuales se colocaron por todo lado, provocando que sientes de miles de hilos de energía se entrelazaran provocando que una formación masiva surgiera.
Un aura aterradora surgió en este mundo, incluso pareciera que estaba instigando a que este mundo lo aceptara como su señor, sin embargo, parecía que algo le faltaba.
Toda esta fuerza exploto en este mundo, volcando toda la tierra, sin embargo, por alguna razón no podía tocar el cielo. Era como una ley para el mismo, o un recordatorio.
Todos los seres podían sentir su aura, incluso bestias antiguas los cuales querían levantarse con intenciones asesinas.
Sin embargo, luego empezaron a sentir otra aura, cuando sintieron esta aura todas estas bestias se detuvieron.
El Gran Sino corto la punta de su dedo donde una gota de sangre salió. Esta sangre era negra como la tierra misma.
"¡La tierra me ha concedido el don de Bendecir a mi gente, le agradezco con mi corazón y mi alma el don que me ha dado, ahora requiero que la tierra sea testigo de esta bendición!" – Cuando sus palabras resonaron, toda la tierra empezó a temblar hasta donde la vista podía alcanzar.
Las ruinas debajo de esta plataforma también brillaron con luz espectral convirtiendo este espacio en un nicho blanquecino.
Como si plataformas blancas gigantescas se hubieran levantado y hubieran pintado todo este espacio.
La tierra tembló, y la sangre del Gran Sino cayo en la cabeza de Adrián.
"¡Le pido a la tierra que me permita bendecir a mi Señor!" – Cuando dijo estas palabras, la sangre que cayo de pronto también se convirtió en blanco como el cielo entrando en el cuerpo de Adrián.
El cielo lanzo truenos devastadores, y la tierra se partió.
Pronto una voz antigua como el mismo mundo hablo.
"LO PERMITO"
Cuando esta voz hablo, todo el mundo parecía haber cobrado vida, la tierra empezó a alzarse a si como múltiples montañas empezaron a volar y a rodear la plataforma como un espectáculo celestial.
El Gran Sino sabia que ya no había marcha atrás, lo único que podía hacer era esperar y rezar.
Cuando las bestias, entidades, y monstruos sintieron estas oleadas proviniendo de la plataforma, fue como si se hubiera levantado el telón de una gran cena.
Sin embargo, se detuvieron, por alguna razón nadie quería dar un paso hacia adelante.
Adrián quien recibió esa pequeña gota de sangre blanca, de pronto empezó a recordar su pasado.

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UN ETERNO FINAL
Mystery / ThrillerAdrián un niño de 11 años seria lanzado al cruel mundo del cultivo a temprana edad, conocería de primera mano la desolación, y la devastación que los Dioses podían provocar sobre el ser humano común, sin embargo, eso no detendría su mirada puesta en...