Después de que ambas hermanas se marcharan.
Bai Guoer bajo de su escondite, ella estaba preparada para cualquier ataque de parte de las dos hermanas.
A la vez que quería ser de ayuda para su hermano mayor.
Cuando bajo se dirigió al pabellón donde se encontraba Adrián.
Adrián estaba feliz, en este momento mientras cerraba uno de los libros que tenía en su mano.
"¿Hermano mayor estas bien?" – Pregunto Bai Guoer, estaba preocupada de que algo hubiera sucedido, después de todo, ella también había sentido el temblor por la palma en el cielo.
"Si, esta es tu parte del pago por el trabajo" – Adrián le dio 500 monedas en una bolsa a Bai Guoer, le quería dar más, pero ella no lo aceptaría, a menos de que hiciera un trabajo grande.
"¡Gracias hermano mayor!" – Dijo Bai Guoer, mientras guardaba sus monedas.
Hace mucho tiempo que había ahorrado el suficiente dinero para poder escapar del Boticario Gu y volver con su familia.
Pero, luego de pensarlo mucho, no quiso hacerlo, ella había estado encantado con la alquimia.
Pensó que era algo temporal, pero le fascinaba mucho, al principio fue muy difícil para ella avanzar, incluso con el Boticario Gu. Hasta que llego Adrián, quien le empezó a enseñar paso a paso.
Lo que antes era difícil, de pronto se volvió un poco mas fácil, ahora al menos ya podía hacer píldoras, pero de muy bajo nivel. Quizás nunca tendría la oportunidad de practicar tanto, si no fuera por este lugar, donde su hermano Mayor le había traído.
Aquí tenia toda clase de plantas a disposición, y su hermana mayor le había dado un frasco con un liquido rojo el cual tenia que regar una gota en una semilla cada vez que utilizaba alguna planta.
Fue por eso que podía avanzar a pasos agigantados, además, de que su hermano siempre estaba enseñándole. Realmente la vida se había vuelto buena con ella, sus padres ya no tenían que preocuparse, y estaban viviendo en una casa no muy alejada del Boticario Gu.
Además de que le habían ofrecido varias disculpas a Adrián por lo sucedido.
Bai Guoer estaba muy feliz con su vida, a la vez, que siempre quería estar cerca de su hermano mayor.
Adrián sabía que ya era momento de volver donde el boticario Gu, después de todo, habían pasado un día en este lugar.
A la vez que miro su sombra, donde dos presencias estaban presentes, ahora había dos tipos de nieblas, era un poco raro, pero para no complicarse Adrián los nombro como Niebla 1 y niebla 2
Después de decirle sus planes a Bai Guoer ella asintió mientras fue a alistar sus cosas.
Después de media hora, ambos partieron de nuevo hacia la ciudad estaciones diversas.
Un nuevo día había llegado hacia la ciudad estaciones diversas.
Las calles estaban iluminadas, y dentro de la tienda del boticario Gu múltiples risas se escuchaban. Aunque las que más sonaban era la del Boticario Gu, parecía que ya habían llevado más de un día divirtiéndose.
Para ese momento el Maestro Sonu estaba saliendo, despidiéndose de su buen amigo el Boticario Gu, ambos habían recordado viejos tiempos.
Sin embargo, cuando llegaron hacia afuera, el Maestro Sonu miro a sus dos discípulas, las cuales le saludaron, pero al verlas, pudo sentir como su Qi había sido desgastado, a la vez que la protección en sus ropas había sido dañada drásticamente.
"¿Se encuentran bien?" – Pregunto el Maestro Sonu, sabia que las ciudades prohibidas eran peligrosas, pero no pensó que una de bajo nivel pusiera en apuros a este par de hermanas.
"Si maestro, tuvimos problemas menores, pero hemos logrado volver" – Dijo Aeger realmente no sabía cómo decirle a su maestro, que no habían conseguido ningún tesoro, eso era lo que más le frustraba.
Jazmín no dijo nada, simplemente por alguna razón pensaba en el joven que les había salvado.
"Ya veo, nuestro tiempo aquí a terminado, tenemos que regresar a la Iglesia, me despido hermano Gu espero que podamos volver a vernos en el futuro" – Dijo el Maestro Sonu, aparte del Boticario Gu no había nada mas que ver en esta ciudad, después de todo el tiempo se había encargado de borrar muchas cosas.
"Jajaja, espero que puedas dar el siguiente paso viejo engreído, que lástima que mi discípulo no está aquí, quería que lo vieras, para que veas como es un genio de verdad" – Dijo orgullosamente el Boticario Gu. El maestro Sonu también lo lamento, después de todo, un alquimista de nivel medio tan joven, no podría encontrarse en cualquier lado, si fuera posible, lo quería llevar a la Santa Iglesia Motzu.
Pero parecía que el destino no era conocerse.
"Bien, nos despedimos" – El Maestro Sonu empezó a caminar hacia afuera, las dos hermanas también se despidieron. El maestro Sonu suspiro, la Santa Iglesia de Motzu no era un supersecta, era solo una secta de nivel medio, pero era un pilar fundamental para la raza humana.
Después de todo, la raza humana había estado decayendo estos ultimo mil años, y el Maestro Sonu sabia que ahora estaban en un punto crítico.
"La Tierra Santa del Emperador ha sido atacada de nuevo" – Comento de nuevo en su cabeza, los Genios escaseaban, y los recursos que la humanidad podía acceder cada vez eran menores.
"Hemos perdido Diez Provincias, y al menos cien millones de vidas se perdieron" – Cada vez que hablaba para sí mismo, se lamentaba, lo único que le aliviaba era que al menos la guerra se había terminado por el momento.
Después de suspirar un rato más, siguió con su caminata.
Pero cuando se estaban alejando, de pronto escucho una voz afuera de la tienda de su hermano Gu.
"Hemos vuelto Maestro" – Fue la voz de un joven, y le siguió el de una niña. Ambos saludaron a su maestro.
El Boticario Gu, quien empezó a reírse, a la vez que les ordenaba que le pagaran por las plantas que había perdido durante su enseñanza.
En ese momento el maestro Sonu se dio la vuelta.
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UN ETERNO FINAL
SpiritüelUn final para el moribundo, un final para los reyes, un final para los soberanos, un final para los humanos, un final para la paz. Todo siempre tiene un fin. Solo el tiempo puede preservar, en todo lo que existe y en todo lo que será. El cambio no i...