Parte 6

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Buenos aires, domingo 7 de diciembre del 2008

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Buenos aires, domingo 7 de diciembre del 2008

Asia


Los domingos, para todos se caracterizan por ser un día gris que te envuelve en melancolía; en mí caso no es muy diferente a otros días. Me acabo de despertar a causa del sol pegándome en la cara, parece que será un día hermoso. Observo a Pato que ni siquiera se mueve, esta tan dormido que no lo quiero despertar. No tengo ganas de levantarme, por lo que me quedare tirada acá hasta que Pato despierte.

Hay quienes afirman que con el tiempo el dolor se te hace costumbre y ya no duele, ¿pero de que dolor hablarán?, ¿del físico o del emocional? Yo ya me acostumbre sentir molestias en el cuerpo, pero aún no puedo actuar indiferente ante la angustia de verme así. Me refiero al hecho de notar que cada vez queda menos de aquella que solía ser. Todo lo que hacía, todo lo que me mantenía viva, todo lo que me daba alegría... Todo lo perdí.

Antes vivía por la música, tocaba en muchos lugares, ahora solo tocó el vacío.

Recuerdo con mucha nostalgia aquellos años relacionada con la música. También mi mente evoca aquellos momentos junto a Pato, ambas cosas siempre estuvieron relacionadas. Yo termine unida a él gracias a la música. Es muy loco como se dio esa unión, todo comenzó con un gesto mío; después de tocar con Pato, por única vez, nos volvimos a cruzar el lunes en el cole. Él no había aceptado la plata que le tocaba por lo de la fiesta, por lo cual decidí hacer algo.

«Pasado»

Esa semana tenía que ir todos los días a verle ensayar con sus hermanos, pero yo necesitaba que fuera a mí casa para darle una sorpresa. Durante el domingo, me pase pensando en que Pato no había aceptado la plata y no me parecía justo, me había hecho un favor, por lo que pensé como agradecerle de otra manera y ahí tuve una revelación, un perfecto regalo que no podría negarse a aceptarlo.

Cuando salí del colegio, lo vi que estaba despidiendo a Laura. Pato le dio un beso en la mejilla y le dijo: "chau linda". Él no es de usar apelativos, no a cualquiera le dice "bombón" o "hermosa", sin embargo "linda" lo usa cuando necesita conquistar rápido.

Después de que Laura se fuera, yo me acerque a hablarle. Cuando me había acercado hablarle no sabía ni que le iba decir, hasta que se me vino la excusa perfecta: decirle que pase por mi casa a buscar su pañuelo que olvido el finde semana. La noche de la fiesta, Pato quedó a dormir en mí casa, en la habitación de huésped, allí fue que olvidó su pañuelo. Yo había traído conmigo el pañuelo, pero podía fingir que no. Él siempre usaba ese pañuelo, era su favorito, por lo que estaba apresurado por volver a tenerlo en sus manos.

El chofer que siempre me buscaba, estaba estacionado en la calle del frente. Subimos juntos atrás; durante el camino hablamos alguna que otra boludez, cuando llegamos a mi casa, corrí hacia mi cuarto, que estaba en el piso de arriba. 

Todo lo que fue ➞ Patricio Sardelli - AirbagDonde viven las historias. Descúbrelo ahora