Una noche basto para que la perfecta vida de Asia se convierta en un completo infierno. Ahora, ¿cómo seguir tras perder todo?, solo queda aguantar.
Entre medio de tanto caos su relación con Patricio, busca resurgir como una flor marchita, intentand...
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Buenos Aires, viernes 10 de abril del 2009
Patricio
Hoy es el cumpleaños del tío de Asia. Esta mañana nos llegó la invitación por parte de su abuela, que le está organizando una fiesta sorpresa. Dudamos mucho en asistir con Asia, pero no tenemos excusas convincentes. Además, Margaritte insistió tanto, que fue imposible negarnos.
—Espero no moleste, mi mamá —comenta Asia.
Estamos por llegar a la casa de la abuela, y los nervios nos consumen a ambos. A mí más que nada me preocupa que su mamá pueda decirle algo que la ponga mal, Asia no necesita escuchar cosas negativas, bastante bien estuvo esta semana.
—Supongo que se va a comportar —deduzco pensativo.
Estaciono el auto frente a la casa, bajamos juntos y tocamos el timbre. Al cabo de unos segundos, aparece su tía Patricia que nos recibe con una sonrisa.
—¡Pasen!, el cumpleañero aún no llegó, pero tu madre ya está.
Asia finge estar contenta por la situación forzando una sonrisa. Entramos a la casa y nos dirigimos hacia el patio del fondo, para desgracia nuestra solo están sus padres, se ve que Margaritte está en el piso de arriba.
Cuando entramos al patio, veo como la madre de Asia, la escanea de arriba abajo con cierto disgusto y luego posa su mirada en Emilio. Él solo miró de reojo y siguió en la suya. Ambos están sentados con copas de agua en la mano.
—¡Estábamos mejor cuando no aparecías en la fiestas! —expresa la mamá con disgusto.
—Te recomiendo cambiar la cara si no querés que sepan que me odias —replica Asia.
—Entonces no me des motivos, me causas asco —comenta Claudia—. Espero esta noche te comportes, no como veces anteriores.
Asia iba a responder, pero justo apareció su tía. Cuando su mamá dice "veces anteriores", estoy segura de que hace mención a aquella noche, y las fiestas que íbamos, antes, pero está errada. Asia siempre se ha comportado muy bien, soy testigo de ello. Y también sé que en las fiestas familiares se comportaba aún mejor, aunque a ellas casi no he asistido, pero la conozco y confió en ella.
<<Pasado>>
En la primera fiesta que fuimos juntos, me comporté muy protector, asegurándome que no le pasara nada.
Ese día, Mariana y su hermana Sofía fueron a casa de Asia, para prepararnos. Luego de eso, mi suegra nos llevaría a la fiesta para poder conocer a los dueños de casa y asegurarse que sea un ambiente bueno.
